Aunque nunca será igual que la docencia del maestro frente a los alumnos en el aula, las teleclases han demostrado en tiempos de la COVID-19 su importancia y utilidad; las actividades docentes televisivas ayudaron a la continuidad del curso escolar 2020-2021 no sin tener que reajustar varias veces la parrilla y los programas de contenidos a tono con la evolución de la pandemia.
El anuncio de cerrar el 2 de julio las actividades docentes televisivas significa una pausa en la modalidad salvadora para mantener vivo el curso escolar, sobre todo en las enseñanzas primaria, secundaria y preuniversitaria, a través de una amplia programación que tiene detrás la dedicación del personal de la televisión y del sector educacional.
Lo cierto es que mientras la COVID-19 ha estado expandida por el país, los hogares se han convertido en las aulas de los estudiantes, un aprendizaje que ha demandado el acompañamiento de la familia y también el seguimiento por varias vías de los maestros y profesores.
Terminar la docencia televisiva, como han dicho las autoridades del sector educacional, no supone el fin de un año lectivo preservado en medio del azote de la pandemia. De manera que con las teleclases del próximo viernes 2 de julio concluirá una etapa de trabajo en la cual los educadores cubanos, en general, se han colocado a la altura de las circunstancias para acompañar y atender, aun a distancia, a sus alumnos.
De acuerdo a la información que brinda este viernes el sitio digital de la Agencia Cubana de Noticias, teniendo en cuenta la situación epidemiológica y el esquema de vacunación de la población diseñado por las autoridades sanitarias, en septiembre debe ocurrir el retorno a las aulas y la reanudación del curso escolar de manera presencial.
Autoridades de Educación en la provincia han informado que las actividades docentes se reiniciarán en esa fecha y concluirán el 22 de enero del próximo año, etapa que comprende 19 semanas para la actualización de diagnósticos, la sistematización y la impartición de nuevos contenidos, así como para la realización de las evaluaciones finales.
Se ha anunciado, además, que cuando se retorne a las aulas no habrá exámenes de inmediato, primero se consolidarán las materias para conocer y trabajar las diferencias individuales con el propósito de que los estudiantes estén en mejores condiciones para enfrentar la culminación de los estudios.
A cada institución educativa, sus directivos y maestros corresponderá implementar la reanudación académica, para lo cual será preciso modelar una organización escolar que responda a las necesidades de los alumnos con ajustes y dosificaciones; así como definir los tiempos y acciones para profundizar, consolidar, sistematizar y hasta introducir contenidos nuevos, de modo tal que los objetivos sean vencidos y los estudiantes logren rebasar esta prueba.
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