La declaración de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo, anunciada por el gobierno de Estados Unidos, es un acto cínico, hipócrita y fraudulento, condenó este lunes el Ministerio de Relaciones Exteriores de la isla.
Mediante una declaración en la que rechaza en términos firmes la calificación del Departamento de Estado norteamericano, la Cancillería apuntó que la verdadera motivación de la acción es imponer obstáculos adicionales a cualquier perspectiva de recuperación en las relaciones bilaterales.
El texto añade que la administración Trump se arroga el derecho de catalogar de forma unilateral a países, sin mandato o legitimidad alguna para ello, y lo emplea como instrumento de difamación para aplicar medidas económicas coercitivas contra aquellos que no se doblegan a sus caprichos.
El documento enfatiza en que la isla, lejos de patrocinar el terrorismo, ha sido víctima de este, y eso es una verdad reconocida a nivel internacional, escenario en el que resaltan la política oficial y la conducta intachable de la nación caribeña en el rechazo al flagelo en todas sus formas y manifestaciones.
Por el contrario, tres mil 478 cubanos han muerto debido a acciones de este tipo cometidas por el gobierno de Estados Unidos, o perpetradas y patrocinadas desde su territorio con la tolerancia de las autoridades oficiales; mientras otras dos mil 99 personas resultaron discapacitadas.
‘Los cubanos repudiamos con desprecio toda maniobra dirigida a manipular un tema tan sensible, para groseros propósitos de oportunismo político’, sostiene la Cancillería.
El anuncio formulado en esta jornada por el secretario de Estado, Michael Pompeo, ‘constituye un acto soberbio de un gobierno desprestigiado, deshonesto y en bancarrota moral’, agrega.
La mayor de las Antillas había sido excluida del listado de naciones que auspician el terror en 2015, durante el proceso de acercamiento con Estados Unidos en el segundo periodo de mandato de Barack Obama (2009-2017).
Políticos estadounidenses denunciaron la decisión como una maniobra política para complicar la gestión del próximo presidente norteamericano Joe Biden, en lo que se refiere a Cuba.
Con este tipo de listas, Washington busca que terceros países corten relaciones comerciales y financieras con esas naciones y se impongan más sanciones contra ellas.
“La segunda ola será un rebote de COVID de los otros estados que ahora se infectaron y lo transmitieron de regreso a Nueva York, por lo que el gobierno federal habrá fallado una vez en Nueva York, en el que el virus llegará a Nueva York sin ser detectado desde Europa , y luego la incompetencia gubernamental dañará a Nueva York por segunda vez cuando se permitió que el virus aumentara en otros estados y luego regresara a Nueva York ”, agregó Cuomo. “Habrá sido una escopeta de doble cañón de la incompetencia federal.