La protección social, en particular a los sectores más vulnerables, constituye hoy una prioridad del ordenamiento monetario en Cuba pese a la eliminación de gratuidades indebidas y subsidios excesivos.
Desde el 1 de enero está en marcha esa compleja y trascendental transformación económica con una unificación monetaria y cambiaria, y acciones dirigidas a favorecer la actualización del modelo económico e imprescindibles para llevar adelante otras tareas trazadas en la estrategia económica y social de la isla.
Como han reiterado las autoridades gubernamentales y partidistas todo se hará con el mayor apego a la justicia social que caracteriza al sistema socialista cubano, con ayudas a las personas necesitadas y para lo cual se dispone de 30 mil millones de pesos.
Dicha protección contempla mantener las prestaciones monetarias, en servicios y en especie del Sistema de Seguridad Social, aprobadas desde 2009, y que se modificaron dentro del ordenamiento monetario para concederlas y garantizarlas a los trabajadores, a los pensionados y a los familiares de estos.
De lo que se trata es de repartir las mismas riquezas pero de otra forma, lo cual será posible con una reforma de los ingresos, entendidos este término como salario, pensiones, jubilaciones y asistencia social.
Sobre el tema, el jefe de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo de los Lineamientos del Partido Comunista de Cuba, Marino Murillo, publicó en su cuenta de Twitter que hasta el lunes 4 de enero, más de un millón 445 mil pensionados habían cobrado sus estipendios incrementados.
A ello se suma que una cifra superior a los 12 mil nuevos núcleos considerados vulnerables recibieron protección económica, bajo el principio de que en Cuba nadie quedará desamparado.
Otra importante arista del ordenamiento es mantener la venta a precios subsidiados por el presupuesto del Estado de productos alimenticios para los niños, como compota, leche y cárnicos, decisión que beneficia a más de un millón 55 mil menores hasta 13 años.
Tal disposición también ampara las dietas médicas de carne y leche, que son un millón 335 mil, y otras otorgadas a personas que padecen de retrovirosis crónicas, embarazadas, niños con intolerancia a la lactosa y las enfermedades crónicas.
Trascendental para el país será lograr que el trabajo se convierta en la principal fuente de riquezas y de ingresos para la fuerza económicamente activa, intención que va ganando efectividad al registrarse en los últimos 20 días más de 29 mil solicitudes de empleo.
En tal sentido, Murillo afirmó que al país le conviene generar más puestos laborales en el sector productivo, porque son los que más directamente están vinculados a la creación de nuevas riquezas, de los cuales solo en la capital cubana ya se ofertan unos 17 mil.
Además, una de las opciones es que las personas aptas puedan incorporarse al mercado laboral, lo cual es muy importante en una población que envejece cada día, teniendo en cuenta que la esperanza de vida de los cubanos es cada vez mayor y por tanto se incrementa la carga sobre los ocupados.
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