Cuba enfrenta una de las campañas mediáticas más agresivas e injustas que se describen. La presión ejercida desde las redes sociales y plataformas digitales afincadas en Estados Unidos llevaron a un sector de la población a expresar públicamente su descontento con las políticas del gobierno y a realizar actos vandálicos contra instituciones, centros comerciales, viviendas y agresiones físicas contra las fuerzas del orden y aquellos que salieron en defensa de la Revolución.
A primera vista y después de leer los titulares que la gran prensa difunde, la palabra “sublevación” es una constante. ¿Un hecho casual? ¿Sucesos contra el gobierno? ¿Descontento popular? No hay que ser un experto para reconocer enseguida la ruta de la manipulación y del dinero, ejercida desde hace meses y acumulada pacientemente por los enemigos anexionistas y prepagos del país y varias empresas e instituciones, además de personeros de baja catadura radicados en Miami, que junto a las 243 medidas de reforzamiento del bloqueo impuestas por el gobierno de Estados Unidos intentan convertir al país en una olla de presión.
Poco a poco se ha ido despejando la verdad. La pretendida desestabilización en Cuba ha sido orquestada desde las redes sociales y como ha denunciado el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla, se manipularon las cuentas y hasta la geolocalización de las mismas. Una investigación publicada en Twitter (la red más empleada en la manipulación e incitación a la violencia), reconoce las irregularidades que esa plataforma permitió a pesar de que van en contra de sus propias políticas para evitar esos hechos.
El analista español Julián Macías Tovar (@JulianMaciasT), revelaba después de analizar más de dos millones de tuits que utilizaban la etiqueta #SOSCuba como expresión de apoyo y que dieron paso a las manifestaciones. El experto en comunicación digital afirma que el primero de esos tuit fue emitido desde una cuenta con la bandera de España y el domingo pasado difundió más de mil mensajes automatizados, lo que permitió hacer 5 retuits por segundo. Las cuentas eran recién creadas, poniendo en duda su autenticidad. La campaña contó, además con un amplio uso de robots y algoritmos, a lo que habría que sumar el etiquetado de reconocidos artistas internaciones e influencers en Facebook, Instagram y otras redes sociales, que pretendían convertir la campaña en tendencia mundial.
Macías Tovar declaraba al canal ruso RT que la manipulación se reflejaba también en las publicaciones de los grandes medios de comunicación, que utilizaron imágenes falsas, como CNN que lo hizo con una foto de una supuesta manifestación en Cuba cuando en realidad la imagen fue tomada en Miami, y así sucedía lo mismo con imágenes de celebraciones en Argentina o Egipto. No importa si las fotos son de hoy o hace tres años, el asunto era dar la falsa imagen de una de las tantas revoluciones de color que ha financiado EE.UU a lo largo de los últimos años para desestabilizar gobiernos y sociedades que le resultan incómodos.
Para no ir tan lejos, algunos usuarios en Facebook llegaron a difundir imágenes de la ciudad de Cabaiguán, que supuestamente estaba en la calle protestando, cuando se trataba de fotos y videos de las fiestas populares de otros años de esa localidad espirituana. Así fueron articulando desde varios países y compartiendo mensajes muchos usuarios de esa red desde la Florida, México, España o Guatemala, llamando al desorden y el enfrentamiento contra el Estado, al que acusan de ineficiente ante el manejo de la pandemia y no garantizar los servicios básicos. La idea siempre ha sido dividir al gobierno y la población cubana, a sus instituciones en aras de provocar una pretendida intervención humanitaria o lo que es lo mismo, que la tranquilidad de un país soberano se llene de bombas y derramamiento de sangre por una intervención militar como la ocurrida en Libia. En ese afán algunos llamaron hasta el linchamiento de los revolucionarios y militantes del Partido Comunista de Cuba, a miembros de las Fuerzas Armadas y el Ministerio del Interior, de todo aquel que tiene un vínculo con la institucionalidad del país.
En estos días y poco a poco se han ido desenmascarando las “buenas intenciones” de aquellos que lo único que quieren es ejercer una malévola y predecible manipulación de ciertos sectores de la sociedad cubana y la opinión pública internacional. El hecho no es nuevo en los más de 60 años de existencia de la Revolución Cubana, solo que ahora utilizan todo el poder de la información y la comunicación a través de internet y sus redes sociales, aun conociendo la respuesta de los cubanos que trabajan y dejan la piel en medio de uno de los momentos más difíciles de la vida en el mundo. Lo más importante ahora es controlar la pandemia, cuidar a nuestra gente, evitar la propagación de la COVID-19 y seguir avanzando en la construcción de uno de los proyectos sociales más humanos y justos, a pesar del asedio, la violencia, la irracionalidad y el desatino de un bloqueo que lleva al genocidio. Lo más importante es tener claro que no podemos permitirnos el lujo de la ingenuidad y el engaño mientras los provocadores intelectuales disfrutan la buena vida de sus salarios a cientos de millas de distancia. Y al final, todo ese gasto en la gestión mediática les ha resultado fallido. Aquí, como reza la popular canción “ya los majases no tienen cueva, Felipe Blanco se las tapó”.
figueroa…figueroa..tiene ud todo el derecho a decir lo que piensa en un artículo como éste y en un periódico que es de todos los espirituanos (comunistas y no). así como también tiene derecho a militar en el pcc, si lo desea. y eso es exactamente lo mismo que le gustaría hacer a la gran mayoría de los cubanos que han tomado las calles por estos días. no le parece que es algo sencillo de entender? todos tienen derechos a reunirse en torno al partido que deseen y a defender sus proyectos políticos. ESA ES UNA DE LAS GRANDES DEMANDAS DE LOS MANIFESTANTES Y NO VEO QUE TIENEN QUE VER LOS YANKIS CON ESO…siempre con el mismo disco rayado en lugar de mirar lo que se les está diciendo. dejen de hablar simplezas de los americanos que aquí se trata de demandas propias de una parte del pueblo cubano. nada que ver con los americanos…dejen de mezclar los temas…