Decenas de exfuncionarios republicanos de la administración del expresidente George W. Bush (2001-2009) abandonaron su partido, después del ataque al Capitolio el 6 de enero pasado, reveló una encuesta publicada este 1 ro de febrero.
Los renunciantes argumentaron estar consternados porque muchos de sus correligionarios electos no repudiaron al exmandatario Donald Trump tras las falsas afirmaciones de este sobre fraude electoral que provocaron el asalto a la sede del Congreso.
Estos funcionarios, algunos de los cuales se desempeñaron en los escalones más altos de la administración Bush, dijeron que esperaban que una derrota de Trump llevaría a los líderes del partido rojo a denunciar sus afirmaciones infundadas de que le robaron el triunfo en los comicios.
Estas exfiguras gubernamentales dicen que ya no reconocen a la organización que servían debido a que esta sigue venerando a Trump, algunos renunciaron a su membresía, otros dejan que caduque, mientras algunos se registraron como independientes, señala la pesquisa, realizada por la agencia Reuters.
El Partido Republicano como lo conocía ya no existe, ahora es un culto a Trump, dijo Jimmy Gurulé, quien fue subsecretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera en la administración Bush.
Kristopher Purcell, quien laboró en la oficina de comunicaciones de la Casa Blanca de Bush durante seis años, dijo que unos 70 exempleados que trabajaron en esa etapa decidieron abandonar el partido o están cortando sus vínculos con esa agrupación política, un número que crece a diario.
La agrupación está actualmente atrapada entre republicanos moderados descontentos e independientes disgustados por el control que Trump todavía tiene sobre los funcionarios electos y la base fervientemente leal del magnate inmobiliario, señalan los realizadores del sondeo.
Por otra parte, Rosario Marín, quien fue Tesorera de Estados Unidos en el gobierno de Bush, señaló recientemente que a menos que el Senado lo condene ‘y se deshaga del cáncer de Trump, muchos de nosotros no volveremos a votar por los líderes republicanos’.
Más de la mitad de los republicanos en el Congreso, ocho senadores y 139 miembros de la Cámara de Representantes, votaron a favor de bloquear la certificación de la victoria del aspirante demócrata Joe Biden en las elecciones, pocas horas después del asedio al Capitolio.
Trump fue acusado el 13 de enero por la Cámara de Representantes liderada por los demócratas por cargos de ‘incitación a la insurrección’, el único presidente en ser acusado dos veces durante su mandato.
Por otra parte, según el diario The Hill, figuras clave del Partido Republicano admiten que esa agrupación política está profundamente fracturada, lo que pone en peligro la posibilidad de recuperar la Cámara Baja, el Senado y la presidencia en próximos comicios.
Esas cosas pasan todos los días y en todos los sitios. Se llama transfugismo político. No es un fenómeno de EEUU y es un simplismo colosal asociarlo a la idea del rechazo a la figura de Trump. Es más, deben ir preparando más de estas noticias para narrar la huída de miembros de ambos partidos (demócrata y repúblicano) al Partido Patriótico (el que quiere fundar Trump) caso de que se concrete el proyecto. A ver como les quedan esas reflexiones para entonces…