El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, informó que al cierre de este año Cuba espera comenzar la recuperación de su actividad económica y llamó a resolver los problemas en las empresas estatales, corregir las desviaciones y concentrar el esfuerzo principal en el incremento de las ofertas de bienes y servicios a la población, principalmente de alimentos y medicamentos.
En su discurso de clausura del Octavo Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en su novena legislatura, el mandatario llamó la atención sobre el impacto del recrudecimiento del bloqueo y la pandemia en la economía cubana, un escenario pese al cual en 2021 se logró impulsar profundas transformaciones.
Díaz-Canel mencionó la aprobación de medidas para el fortalecimiento de la empresa estatal socialista, el incremento de las producciones agropecuarias, el perfeccionamiento de los actores económicos, la creación del sistema de gestión gubernamental basado en ciencia e innovación, la labor en los barrios y la atención a personas y comunidades en situación de vulnerabilidad.
En el plan de la economía y en el presupuesto del Estado para 2022 ‒recordó‒ se definen objetivos de vital importancia para enfrentar las problemáticas actuales y continuar avanzando en la creación de capacidades y entornos institucionales que impulsen el desarrollo del país en el mediano y largo plazos.
Deben ser corregidas las distorsiones que minan las relaciones entre las entidades estatales y el sector no estatal, enfatizó el mandatario. También hay que dar continuidad al perfeccionamiento del comercio interior, combinando las diferentes formas de propiedad y de gestión.
El fortalecimiento de los sistemas productivos locales, encadenamientos productivos y el desarrollo territorial fueron otras prioridades abordadas en por el presidente cubano en su intervención ante los parlamentarios.
Al referirse a la inflación, reiteró que no es un problema exclusivo de Cuba, sino tendencia mundial. “La inflación que padecemos es consecuencia del desequilibrio existente entre la producción y la demanda, al cual hemos llegado por los efectos de la pandemia, el recrudecimiento del bloqueo y sus consecuencias para la economía”.
Explicó que esto ha provocado una subida continua de los precios de la mayor parte de los productos y servicios, y una pérdida del valor del dinero para adquirirlos.
Sin embargo ‒continuó‒, “hemos logrado mantener estables por varios meses los precios de la electricidad, el agua, los combustibles, la canasta familiar, los medicamentos, los servicios de salud y educación, con solo mencionar algunos ejemplos, algo que no sucede en otras partes del mundo donde se aplican recetas neoliberales y terapias de choque que redundan en la reducción de gastos sociales”.
Díaz-Canel enfatizó que el diseño e implementación de la Tarea Ordenamiento “no es la única causa de los altos niveles de inflación.
“Hay déficit de ofertas porque no producimos lo suficiente”, recalcó.
En el actual escenario mundial, se han incrementado los precios de fletes marítimos y los costos de las operaciones de importación. Igualmente, el bloqueo y la covid-19 no han permitido disponer de recursos financieros suficientes para destinar a otros frentes productivos.
El mandatario aseguró que uno de los principales objetivos para 2022 es avanzar, dentro de los límites que permita la disponibilidad de recursos, en la recuperación del rol del peso cubano.
En esa dirección se adoptan medidas que se estarán evaluando muy de cerca. “Las discusiones sobre estos temas y el manejo de los presupuestos locales han devuelto un protagonismo imprescindible al municipio como escenario decisivo en la conformación y ejecución de los presupuestos.
“Es vital desarrollar el ejercicio del Gobierno desde su estructura más pequeña, favoreciendo la autonomía del municipio en las decisiones y acciones. Ahí es donde primero tenemos que hacer fuerte el Poder Popular”, afirmó.
Sobre la compleja situación electroenergética, recordó que recientemente fue contratado el servicio de una nueva central eléctrica flotante, que contribuirá a atenuar posibles apagones.
De igual modo, continúan las acciones de mantenimiento en las centrales termoeléctricas, para lo cual se prioriza la asignación de recursos financieros.
“Ha sido algo complejo mantener un servicio eléctrico estable bajo las condiciones económicas que enfrenta el país, pero no es un milagro, es obra del talento, del esfuerzo y la consagración de los trabajadores del sector electroenergético, combinada con el apoyo de amigos y Gobiernos solidarios”, dijo el presidente cubano.
La Cuba del siglo XXI es a la que denigran y bloquean
Durante su discurso ante el plenario de la Asamblea Nacional, Díaz-Canel felicitó a los educadores cubanos en su día, cuando se cumplen 60 años de la Campaña de Alfabetización, “que abrió las puertas del conocimiento para todos, ubicando a nuestra pequeña nación tercermundista a la vanguardia de la educación y la ciencia en algunas materias”.
Destacó el hecho de que la Asamblea Nacional haya podido reunirse nuevamente de forma presencial, una victoria del esfuerzo y disciplina en la lucha contra la pandemia.
Al referirse a quienes califican a Cuba como un “Estado fallido”, Díaz-Canel sostuvo que “intentan ponerle etiquetas a esta revolución, que en sucesivos actos de creación heroica se ha convertido en un ejemplo”.
Denunció el despliegue de campañas de manipulación por los grandes grupos de comunicación que pretenden satanizar al sistema político cubano, presentándolo como dictatorial, arbitrario, tiránico y despótico, sin sujeción a la Constitución y las leyes.
Con intención política e ideológica ‒prosiguió‒ se intenta ocultar la trascendencia que implica la aprobación en referendo popular de la Constitución, en la cual se estipula que Cuba es un Estado socialista de derecho social, democrático, independiente y soberano.
“¿De qué democracia hablan aquellos que privilegian un grupo de derechos en detrimento de otros?”, preguntó el mandatario.
“Nos tildan de tiranía o dictadura. Pero es en Cuba donde se somete a consulta popular y a referendo un proyecto de ley de la magnitud y el alcance del Código de las Familias: inclusivo, que reconoce la pluralidad de las familias y ampara los derechos de todas y todos en el ámbito familiar. Un código posible en democracia y que afianza nuestra voluntad de promover, reconocer y proteger los derechos humanos y la diversidad”.
La democracia socialista ‒subrayó‒ se expresa y realiza a través de la participación de la ciudadanía en la conformación del ejercicio y el control del poder popular, y de la vinculación permanente de todos los actores del sistema político con el pueblo.
Díaz-Canel señaló que el neoliberalismo es incapaz de garantizar todos los derechos para todas las personas. “Promueve la desigualdad, el egoísmo, la pobreza, el odio, la inseguridad, la discriminación, la violencia, la arbitrariedad, la injusticia y el poder ilimitado de las élites económicas”, apuntó.
“La Cuba del siglo XXI es a la que denigran y bloquean. Es la misma Cuba que progresa en el perfeccionamiento de su ordenamiento jurídico, consumando los mandatos constitucionales”, añadió.
El presidente destacó la solidaridad cubana presente en varios lugares del mundo “llevando la luz de la enseñanza y el bálsamo de la salud cuando más se necesitaba, ofreciendo su amistad y solidaridad”.
Sobre el proceso de vacunación contra la covid-19, recordó que Cuba fue el primer país en iniciar la inmunización en niños, niñas y adolescentes de dos a 18 años.
Cuba es un país de paz, con vínculos de amistad y respeto en todos los rincones del planeta
Díaz-Canel ratificó el compromiso de seguir promoviendo la integración latinoamericana y caribeña y destacó los procesos electorales efectuados en el transcurso de este año en Perú, Nicaragua, Venezuela, Honduras y Chile.
“Los desafíos son grandes, pero observamos con esperanza, respeto y solidaridad los esfuerzos por recuperar los avances sociales que malogró el neoliberalismo”, agirmó.
Cuba ‒declaró‒ es un país de paz, con vínculos de amistad y respeto en todos los rincones del planeta, con relaciones de cooperación mutuamente provechosas, como lo refleja la presencia de estudiantes de varias naciones en la Isla, así como la asistencia de decenas de miles de profesionales cubanos en casi todos los continentes.
“El Gobierno de Estados Unidos ha determinado convertir la agresión a Cuba en su política oficial”, denunció, y apuntó que, a pesar de ello, “no renunciamos a desarrollar en condiciones de igualdad y respeto mutuo una relación constructiva con ese Gobierno. Entretanto, facilitamos y promovemos los lazos con el pueblo de ese país en todas las esferas posibles”.
Díaz-Canel agradeció la campaña internacional promovida por los residentes cubanos en el exterior y amigos solidarios alrededor del mundo, en especial en los EE.UU., “en defensa de Cuba, en contra del bloqueo y a favor del vínculo natural que debe existir entre connacionales en el extranjero y sus familiares y allegados en Cuba”.
A propósito, reiteró la invariable decisión de continuar fortaleciendo y diversificando los vínculos con los cubanos residentes en el exterior, sobre la base del respeto a la soberanía y la independencia de la patria.
También agradeció a las compañías extranjeras que se han mantenido firmes en estas circunstancias de pandemia y crisis internacional, aun a pesar de amenazas y presiones.
Reconoció que persisten problemas internos que limitan las potencialidades para la atracción de inversión extranjera, la cual “seguirá siendo prioridad en el trabajo del Gobierno, que ratifica la voluntad de incrementar la participación de la inversión extranjera directa como una fuente importante para el desarrollo económico y social del país”.
Sin desconocer las transformaciones que se han ido realizando, Díaz-Canel dijo que es necesario retomar el llamado del General de Ejército Raúl Castro Ruz a despojarnos de prejuicios y falsos temores hacia la inversión foránea.
Por otro lado, recordó que en una economía abierta como la cubana, la eficiencia del comercio exterior resulta fundamental, y llamó a seguir avanzando en aspectos como la sustitución efectiva de importaciones.
En esta área, destacó la necesidad de aprovechar mejor los proyectos de cooperación, buscando mayor impacto y resultados productivos y evitando gastos e importaciones superfluas o secundarias al objetivo principal.
Enaltecer la dignidad humana
Durante su discurso ante el Parlamento, el presidente cubano destacó que, cumpliendo con el intenso programa legislativo trazado en estos días, se han aprobado importantes normas como la Ley de los Tribunales Militares, la Ley del Proceso Penal Militar y la Ley de Ordenamiento Territorial y Urbano y Gestión del Suelo.
Sobre el proyecto de Código de las Familias, que será sometido a consulta popular para continuar enriqueciéndose con el aporte de todos, precisó que “el interés es lograr una disposición legal atemperada a estos tiempos, que refleje la realidad sociocultural y las distintas problemáticas que se manifiestan en la cotidianidad de nuestras vidas.
“Su contenido es una expresión más de la sensibilidad que caracteriza y define a la Revolución cubana: enaltecer la dignidad humana”.
No olvidar los aprendizajes de los días duros del enfrentamiento a la covid-19
El presidente pidió no olvidar los aprendizajes de los días duros del enfrentamiento a la covid-19 y hacer sostenibles en el tiempo los resultados en la contención de la pandemia.
“Será preciso cerrar los esquemas de vacunación, continuar con las dosis de refuerzo y mantener fuertes medidas de contención epidemiológicas y la atención a los convalecientes”, dijo.
Agregó que los científicos cubanos estudian el comportamiento de cada nueva variante como la ómicron, siguen las referencias internacionales y proyectan nuevos protocolos. “La ciencia y la innovación en función de la salud se enfocan en los nuevos problemas que debemos enfrentar y superar”.
El año 2021 “fue una gran escuela. Nos convocó a pensar y actuar, a estar a la altura de nuestros líderes históricos, a trabajar con la mayor eficiencia, intensamente, pero sin agobios; con la inteligencia de nuestros científicos, con la entrega consagrada del personal de la salud, con el coraje y la disciplina de nuestras instituciones armadas, con el optimismo y la fe de nuestros campeones del deporte, la creatividad de nuestros jóvenes y la pasión estremecedora de nuestros artistas.
“Será posible hasta lo imposible. Que cada obra sea un canto a la patria y a la Revolución, con mirada crítica y autocrítica, pero siempre comprometidos, como lo hiciera, hasta el último aliento, el trovador Vicente Feliú”, dijo y citó al cantautor: “Créeme que soy feliz abriendo una trinchera”.
“Por el año vencido, y por el que nos disponemos a vencer, ¡felicidades, Cuba!”, concluyó.
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