Más temprano que tarde saldremos de este pico pandémico y no vamos a entregar la soberanía ni la independencia del pueblo cubano ratificó el presidente de la República Miguel Díaz-Canel Bermúdez en comparecencia televisiva esta tarde de domingo ante provocaciones de algunos elementos contrarrevolucionarios ocurridas en determinados lugares del país.
El también primer secretario del Comité Central del Partido informó cómo en medio del recrudecimiento de las acciones de Estados Unidos contra Cuba llega la pandemia que ha provocado situaciones extremas no solo a la isla sino a países ricos que han visto colapsar todos los servicios de salud.
Relató, además, los antecedentes de la situación actual debido a un recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos hacia Cuba que ha provocado un desabastecimiento de alimentos y de insumos al país, una disminución en la capacidad de exportar y de recibir divisas para importar e invertir, y también limitaciones con el combustible y piezas de repuesto.
Todo esto, explicó, ha provocado un grupo de insatisfacciones y ha acrecentado un grupo de problemas que no se han podido resolver A todo esto, puntualizó, se ha sumado una feroz campaña de desacreditación como parte de la llamada guerra no convencional, que trata de fracturar la unidad de Partido, el Gobierno y el pueblo.
En medio de restricciones, con recetas creadas en el país, se han enfrentado estos desafíos. “Lo hemos hecho con valentía, con coraje, sin claudicar y sobre todo compartiendo entre todos lo poco que tenemos, y no sólo con Cuba, sino también con el mundo”, dijo el mandatario.
En los últimos meses, señaló, han empezado a circular cepas que son más agresivas y provocan mayor trasmisión de la enfermedad, y en medio de esa situación empiezan a aparecer un grupo de complicaciones: en primer lugar, los casos ocurren a una velocidad y con una acumulación que supera las capacidades que se han podido crear para estos casos. Por otra parte se han tenido que abrir capacidades en otros centros, a los cuales también hay que darles una prioridad energética en momentos en que hay apagones y la cantidad de circuitos a proteger para que se atiendan los pacientes con COVID-19, suman más que los que quedan con posibilidades de que sufran apagones, que son molestos, pero necesarios hasta que se puedan restablecer las capacidades de generación. Todo ello, acotó, ha provocado irritación, incomprensión, preocupación y afectaciones a la población.
Al tener más enfermos aumenta el consumo de medicamentos, dijo, las reservas de los mismos se van agotando y las posibilidades de adquirirlos son muy difíciles, pero seguimos pensando en todo y explicó cómo ha habido que acudir al ingreso domiciliario por falta de capacidades.
El Primer Secretario del Comité Central del Partido destacó que en medio de esta situación, de manera muy cobarde, sutil, oportunista, muy perversa, a partir de situaciones en provincias como Matanzas y Ciego de Ávila, los que siempre han estado apoyando el bloqueo, sirviendo como mercenarios y lacayos del impero, aparecen con doctrinas de intervención humanitaria que todos sabemos a dónde conducen, con el objetivo de fortalecer el criterio de que el Gobierno cubano no es capaz de salir de esta situación, como si estuvieran tan interesados en resolver los problemas de salud del país.
Si quieren tener un gesto con Cuba, pedía el mandatario, que se levante el bloqueo y se preguntaba: ¿por qué no tienen valor para terminar con esa política? ¿Qué fundamento legal o moral sostiene que un gobierno extranjero pueda aplicar esa política a un país pequeño en medio de situaciones tan adversas? ¿Eso no es genocidio, no es un crimen de lesa humanidad?, los que lo apoyan ¿a qué se están prestando?
La vida, la historia y los hechos demuestran que se trata de asfixiar a la Revolución, de desalentar y confundir a nuestro pueblo, y cuando las personas están en condiciones como las que vivimos hoy, ocurren hechos los que se vieron hoy en San Antonio de los Baños, donde un grupo de personas se agruparon en uno de los parques más céntricos de la ciudad para protestar y reclamar.
Con la moral que da la Revolución, apuntó Díaz-Canel, un grupo de compañeros de la dirección del país y de la provincia nos presentamos ahí, conversamos con ellos, y después marchamos con el pueblo para demostrar que en Cuba las calles son de los revolucionarios.
Al respecto señaló que hay otras localidades del país donde un grupo de personas en determinadas plazas se han concentrado con esos propósitos malsanos y en ese sentido ratificó que el gobierno y el Estado cubanos, encabezados por el Partido, tienen toda la voluntad política para discutir, para argumentar y reconocer los problemas que tenemos, pero también para participar con el pueblo en la solución de los mismos, sin dejarse confundir.
“No vamos a entregar la soberanía ni la libertad de esta nación y ratificamos que somos muchos los revolucionarios en este país que estamos dispuestos a dar la vida y no es por consigna, es por convicción. No vamos a admitir que ningún mercenario vendido al Gobierno de Estados Unidos provoque desestabilización. Estamos convocando a todos los revolucionarios del país, a todos los comunistas que salgan a la calle en todos los lugares. A la Revolución la defenderemos entre todos los revolucionarios y en la primera fila, los comunistas. La orden de combate está dada. A la calle los revolucionarios”, agregó finalmente.
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