Las acciones de última hora del secretario norteamericano de Estado, Mike Pompeo, en política exterior, complican los planes de la administración del presidente electo, Joe Biden, señala este domingo el diario The Washington Post.
El rotativo destaca que entre las barreras establecidas se encuentran la reinserción de Cuba en la lista de Estados que según Washington patrocinan el terrorismo, decisión rechazada por las autoridades de la isla, decenas de organizaciones internacionales, gobiernos y por un grupo de senadores demócratas, entre ellos Patrick Leahy, de Vermont.
Pompeo también anunció la designación de los rebeldes hutíes de Yemen como terroristas, la eliminación de las restricciones sobre los contactos entre altos funcionarios estadounidenses y sus homólogos taiwaneses, una disposición que afectará los ya deteriorados nexos con China.
También está el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el largamente disputado Sahara Occidental, la aprobación por la vía rápida de las controvertidas ventas de armas y una serie de nuevas sanciones contra Irán.
La administración Trump designó al movimiento hutí de Yemen como una organización terrorista extranjera el 10 de enero, una medida que entrará en vigor el 19 de enero.
Todos esos cambios se pueden deshacer, pero cada uno complica los desafíos que enfrentará Biden al poner su propio sello en la política, agrega el texto, firmado por Karen DeYoung, una de las principales expertas del rotativo en materia de seguridad nacional.
Los asesores de Biden expresan pocas dudas de que la mayoría, si no todos, los movimientos están motivados por la política doméstica, pero no se han pronunciado contra ellos.
Tomamos nota de estas maniobras de último minuto, señaló un asesor de Biden, cada una está bajo revisión, ‘y la administración entrante emitirá un veredicto basado exclusivamente en un criterio: el interés nacional’.
El asesor de Trump, Jared Kushner, impulsó decisiones recientes sobre asuntos como Marruecos y la venta de armas a los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita como parte de la recompensa para los países árabes que acordaron normalizar las relaciones con Israel.
Gran parte del resto, incluidas las acciones sobre Cuba y Taiwán, ‘Pompeo simplemente lo hizo por su cuenta’, dijo el funcionario al Post.
Es cierto que el presidente Trump y muchos de sus principales asesores al parecer dejaron atrás los asuntos de Estado, y desaparecieron en gran medida de la vista pública pero ‘un rincón de la administración se ha acelerado, pues Pompeo hizo anuncios casi a diario de importantes acciones de política exterior’.
Si bien Biden ha permanecido en silencio, los legisladores se pronunciaron en contra de algunas de las acciones.
En contra de la inclusión de Cuba en la lista de naciones que auspician el terrorismo, se expresaron recientemente los senadores demócratas estadounidenses Amy Klobuchar y Tina Smith (Minesota), Patrick Leahy (Vermont), Ron Wyden y Jeff Merkley (Oregon), Chris Van Hollen (Maryland), Jack Reed (Rhode Island), Sherrod Brown (Ohio) y Martin Heinrich (New Mexico).
Estos miembros de la Cámara Alta enviaron una carta a Pompeo, en la que expresaron su preocupación por el hecho de que el proceso para la designación de la isla caribeña como un estado patrocinador del terrorismo se hiciera sin consulta formal y revisión por parte del Congreso.
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