La impresión late en los ojos siempre que se disfruta cómo una obra artística nace debajo de la ruda prensa. Trazos en movimiento. Rostros impecables. Paisajes únicos. Huella casi perfecta, gracias a una técnica de impresión con origen en China.
“El grabado me ha dado la posibilidad de realizar todos mis sueños, sobre todo al lograr la textura que no se puede obtener con la pintura”, dice Omar Fernández Galí, Cuti para Sancti Spíritus y el resto del mundo, después de algún tiempo frente a las inmensas piezas de hierro del Taller de Artes Gráficas de Sancti Spíritus.
Un regalo a este territorio en el año 2008 de las propias manos de Alexis Leyva Machado, Kcho, que le ha posibilitado, junto a otros artistas yayaberos, descubrir los secretos de las diferentes técnicas.
“El grabado me ha permitido ser quien quiero. Me lo advirtieron. Varios artistas me dijeron que cuando lo conociera me enamoraría y así sucedió. Me apropio de todas sus técnicas y juego con ellas. Por eso en mi obra confluyen varias. Después de encontrarlo me ha sido difícil coger un lápiz y un pincel”.
Ese amor lo estimula a estar entre las máquinas, cartulinas y tintas, donde a Cuti se le pierden las horas. Para encontrarlo basta con visitar el pequeño espacio ubicado en el Centro Provincial de Patrimonio de Sancti Spíritus.
“Soy graduado de Licenciatura en Artes Plásticas, en Villa Clara, por tanto, el magisterio me acompaña. Tuve muy lindas experiencias durante mi estancia como profesor en la Escuela de Instructores de Arte. Aquí, además de crear, tengo la posibilidad de formar a quienes les interesa el grabado. Pocos son los artistas visuales que no les apasione enseñar. Han pasado por estas prensas instructores de arte y aficionados, quienes, incluso, ya han logrado exponer junto a consagrados. Aunque creo que acá hay un grupo de creadores con una carrera que no han sabido aprovechar las posibilidades del taller y se han quedado detrás en relación con las diferentes técnicas”.
Habla y de reojo mira las piezas con olor a cascarón que descansan en una de las esquinas de la mesa. Vive cada instante del complejo proceso creativo, tanto cuando sus manos se tiñen o cuando son otras las que dominan las pesadas máquinas.
“Este pequeño espacio está abierto siempre para todas las personas, incluso para los niños. Ojalá tuviéramos otras condiciones porque como te das cuenta estamos prácticamente hacinados.
“El tamaño del lugar sigue siendo una deuda. Agradecemos siempre a Anaís Gómez, al frente de Patrimonio, quien cuando el expresidente de la Asociación Hermanos Saíz Ángel Luis Méndez y yo salimos en busca de un local nos abrió estas puertas. Pero es muy pequeño, tanto que no podemos realizar todas las técnicas.
“Creo que ya por los resultados del Taller de Artes Gráficas en Sancti Spíritus se debe pensar en otro local. Territorios como Cienfuegos, Sagua la Grande, Santa Clara… tienen lugares con muy buenas condiciones. Si nosotros contamos con las piezas —gracias a Kcho—, cómo no defender un mejor sitio”.
Pero la pasión por esa expresión de las artes visuales —tanto como la cultura popular, al ser el líder de la Comparsa Infantil Pinos Nuevos— no ha entendido de estrecheces. Cuti se ha empeñado en perfeccionar su estilo cada día. Demasiadas alegrías se han sumado durante este último período de su carrera: exposiciones personales y colectivas, ventas de sus obras y reconocimientos, uno muy fresco aún.
“Obtuve el tercer premio en el Salón Nacional de Paisaje Leopoldo Romañach, en Varadero. Llevé dos piezas: Entre aves y Crespúsculo. Agradezco al jurado este reconocimiento porque todo lo presentado tenía calidad”.
En la XXVI edición de ese evento, auspiciado por la filial matancera del Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC), dedicado a los aniversarios 60 y 35 de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y de la Asociación Hermanos Saíz, respectivamente, asistió una veintena de creadores de Mayabeque, Sancti Spíritus y la provincia sede.
“Hubo varias técnicas y estéticas. Es un salón necesario porque promueve el paisaje y lo rescata como una tradición de la pintura cubana. Además, nos confirmó que ya no se asume como el paisaje académico, romántico, sino desde la línea conceptual de cada autor y eso le da mayor vida.
“Después de varios meses volvimos a una galería, dialogamos con creadores y públicos, la recorrimos. Sancti Spíritus asistió como un gran equipo: Alexander Hernández, Juan Carlos Lage, Lorenzo Ruiz y yo, eso, sin dudas fue una fortaleza. Solo con que nos admitieran nuestras obras ganamos porque Varadero —para nadie es un secreto— es una plaza excelente para mostrar y comercializar. Nuestras piezas estarán en la galería de arte Espacio 34 por seis meses. Y en mi caso, por alcanzar uno de los lauros, podré realizar allí una exposición el venidero año. Puede tener invitados y claro que junto a mí estarán los compañeros que me acompañaron”.
A su juicio, ¿qué necesita el gremio de las artes plásticas en Sancti Spíritus para afianzarse?
“Nos hace falta interactuar con las exposiciones que se están haciendo, no solo en Cuba, sino en el resto del mundo. A veces nos enteramos por uno u otro artista, pero hay que asistir de forma presencial. Sancti Spíritus tiene muchos y talentosos creadores, pero sin dudas nos quedamos detrás por desconocer los espacios para confrontar con otros gremios”.
Ya sea en el pequeño local con ventana a la calle Independencia, de la ciudad del Yayabo, donde descansan las grandes prensas o en su casa-galería, donde cuelgan de las paredes deidades, paisajes y rostros humanos, Omar Fernández Galí siempre tiene entre sus manos proyectos a materializar.
“Estoy involucrado en un proyecto con Álvaro José Brunet para la Bienal de La Habana. Solo te adelanto, por ahora, que se titula Carnaval conceptual y que verán a Cuti haciendo grabados en vivo”, puntualiza finalmente.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.