El misterioso socavón que se está tragando una carretera en Yaguajay

Cuentan que hace más de cinco años se ha propuesto entorpecer el paso seguro a cuanto transeúnte circula por el vial que se extiende desde Jarahueca hasta Florencia, en la zona norte de la provincia. Y es que en un punto exacto entre las comunidades de Venegas y Bellamota, en la otrora Leida, áreas del municipio espirituano de Yaguajay, aflora un orificio en la carretera, que les roba la tranquilidad a quienes que se acercan a estos lares.

Como quien tiende una trampa para los pocos conocedores de estos caminos, apareció el famoso hueco, cuya profundidad pone los pelos de punta. Pudiera parecer uno de los tantos desperfectos que exhiben los viales de nuestra provincia en los últimos tiempos. Mas, para los que vivieron en esta zona, el sitio resguarda otra historia.

Cuando Escambray comienza a perseguir la noticia, enseguida tropieza con la versión del campesino Orlando Romero Delgado —oriundo de Leida—, el cual asegura con vehemencia haber sido testigo de la existencia en ese lugar de antiguos yacimientos de asfalto, los cuales, a su juicio, quedaron sepultados bajo el trazado de la carretera, construida en los años 70 del pasado siglo.

“Tenía 15 o 16 años cuando vi, por primera vez, en la Finca Los Carabeos, ubicada en Leida, tres o cuatro pozos de asfalto. No sé cómo aparecieron, pero allí trabajaba muchísima gente. Me acuerdo que había estructuras de madera, de hierro, carretillas, palas…. Fíjate que hasta aprovechaban la parada del ferrocarril para embarcar en los trenes los lotes de asfalto”, refiere quien a sus 74 años de edad se transporta hacia esta época con la mayor lucidez.

“Después, cuando dejaron de explotarlos, se hizo la carretera. Recuerdo que en una esquina había un hueco grande y para taparlo le pusieron una piedra encima y, más tarde, lo rellenaron. En ese mismo lugar está el hueco de ahora. Yo digo que allá abajo están los pozos de asfalto”, asegura Romero Delgado.

Y como este hombre, no pocos repiten la historia. La vox pópuli se ha encargado de propagarla de pueblo en pueblo, y de colarla entre las experiencias de los choferes que llegan por primera vez a este sitio. Enterados están también los especialistas de la Unidad de Investigaciones para la Construcción de la Empresa Nacional de Investigaciones Aplicadas (ENIA), de Villa Clara, que esperan la solicitud de la Tarea Técnica de Proyecto por parte del Centro Provincial de Vialidad, para comenzar las indagaciones.

“Vamos a realizar una investigación ingeniero-geológica, la cual nos permitirá acudir a diversos métodos para estudiar el perfil de suelo que existe debajo de la carretera. De esta forma, determinaremos las causas de este hundimiento recurrente, y así, se sabrá qué hacer”, destaca Enrique Espinosa Domínguez, director de la ENIA en Villa Clara.

Sin embargo, mientras el hueco de la otrora Leida espera por las manos de la ciencia, recibe algunas reparaciones que no resuelven el problema. “Se ha rellenado en unas cuantas ocasiones con base pétrea y al tiempo vuelve a salir”, agrega José Ramón García Ortíz, Intendente de Vialidad en Yaguajay, quien confirma que para evitar accidentes se ha señalizado el lugar para prohibir la circulación por la parte afectada de la vía.

“Este hueco se ha ‘tragado’ hasta seis camiones de base pétrea”, refiere Israel Pérez Cáceres, presidente del Consejo Popular de Venegas, quien reclama el resarcimiento urgente de este punto de la carretera, pues limita el tránsito seguro en esta vía de interés nacional.

Contra todo pronóstico este orificio ha dejado de ser propiedad de Yaguajay. Ahora viaja de boca en boca, entre quienes atraviesan el vial, vía expedita para comunicar varios poblados de la zona norte de Sancti Spíritus con la vecina Florencia, con la cabecera municipal y también con la capital provincial.

Y hasta la antigua comunidad de Leida, que quedó despoblada hace muchos años, se ha vuelto famosa ahora, no solo por el peligro que representa caer en la “trampa” de sus caminos, sino por los enigmas de este socavón que viene tragándose silenciosamente la carretera de Venegas.