Todos los éxitos del patinaje de carrera de Sancti Spíritus y buena parte del cubano llevan el sello de Lázaro Ernesto García Gómez, el Pirri, como le conocían todos.
Por eso su muerte repentina como consecuencia de un trombo en las últimas horas de este lunes caló hondo en la familia del deporte espirituano.
A puro pulmón Lázaro impulsó la práctica de esta disciplina allá por la década de los 90. Entonces, sin una instalación idónea, él encontró en la Avenida de los Mártires su mejor escenario.
A esas áreas atrajo niños y jóvenes que, sobre patines, comenzaron a conquistar las pistas cubanas. Bajo su égida Sancti Spíritus se hizo recurrente en el medallero de cuanto evento nacional se organizaba.
Sus atletas ganaron más de 130 medallas de todos los colores en juegos escolares y juveniles nacionales, campeonatos nacionales, copas Cuba y torneos selectivos que lo convirtieron en más de una ocasión en el mejor entrenador de diversos eventos, sobre todo cuando los suyos arrasaban con los títulos.
Su constancia y entrega fue premiada cuando se construyó aquí en el 2011 el patinódromo en áreas de Los Olivos, algo así como la concreción de un sueño que llevó su nombre y su sudor.
No importó que los patines y trajes se escabulleran. Junto a los padres de los alumnos, siempre encontró la fórmula para conseguirlos. No importó si los recursos no estaban a la mano. El Pirri multiplicó los pocos que existían y las pistas espirituanas siempre le vieron amanecer y despedirse en ellas, en tiempos buenos, en tiempos malos.
De sus manos forjó talentos que sobresalieron a nivel de país y fuera de sus fronteras también: Yamila Pita, Haila Brunet Álvarez, Saday Raya, Dairon Robles, Jonathan Hernández Morgado, Rocío del Alba Proenza, Magela Pina, Melissa Marian Baguet Gutiérrez.
Hizo del patinaje una familia en 26 años como entrenador. Y si Sancti Spíritus conserva el segundo lugar nacional en este deporte es porque el resultado lleva el sello de El Pirri, quien con 53 años y bautizado como el mejor entrenador de su deporte en el país deja una obra inconclusa.
Por eso su deporte le dispensó el último adiós este martes con el tintineo de los patines acompañando su féretro.
Por eso desde la distancia, Haila de la Caridad Brunet, varias veces recordista nacional y séptimo lugar en los Juegos Centroamericanos de 2014, le rindió desde su perfil de Facebook un homenaje que pudiera llevar marca colectiva: “Hoy me despierto con una terrible noticia, El Pirri, como todos le decían se ha ido. Mi entrenador de toda la vida, un gran amigo que aún en la distancia seguía dándome sus consejos, era como un padre, siempre conté con su apoyo para todo. Te voy a extrañar demasiado, descansa en paz”.
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