La empresa de cigarros Lázaro Peña, de Holguín, la de mayor capacidad de ese renglón en Cuba, transita hacia la estabilidad que la ha distinguido en los procesos de entrega del producto, de alta demanda por parte de sus consumidores dentro del territorio nacional.
El centro industrial muestra en las últimas jornadas sus potencialidades en la elaboración de cigarrillos Criollos, tras registrar en el trimestre julio-septiembre sus más bajos niveles de entrega del actual 2021, debido esencialmente a las limitaciones de la fuerza laboral por el impacto de la COVID-19 y de ciertos materiales importados que se emplean en los procesos de producción.
Osmar Marrero Ricardo, director técnico de la entidad, refirió a la Agencia Cubana de Noticias que el colectivo de trabajadores del centro afianza su quehacer para entregar en el actual trimestre los 62 millones de cajetillas de cigarros planificados desde comienzo del año para esta etapa.
Aunque el déficit registrado en los últimos tres meses no será factible de resarcir por los atrasos ocasionados en el plan de ese período, explicó que la fábrica dispone de las materias primas básicas para garantizar el flujo productivo desde ahora hasta diciembre y entregar los niveles de cigarros convenidos en esta etapa para el consumo, con excepción del Aroma, debido a limitaciones con la entrada de materias primas requeridas, específicamente para esta variedad.
La Lázaro Peña, inaugurada en el 2002 y con una fuerza laboral de 726 trabajadores, produce anualmente por encima del 50 por ciento de este renglón nacionalmente a partir del suministro de las hojas de tabaco en ramas desde las distintas provincias del occidente, centro y el oriente del país, producción que se tramita a través de la empresa comercializadora de tabaco en rama La Vega, perteneciente al grupo empresarial Tabacuba.
El déficit de cigarrillos Criollos en las entidades de comercio en los últimos meses, reconoció el especialista, es apreciable entre los fumadores, quienes muchos de ellos muestran sus preocupaciones mediante constantes llamadas telefónicas a la fábrica, porque conocen que somos los que más aportamos a ese servicio nacionalmente, afirmó.
La repuesta nuestra es que están en lo cierto, pero le reiteramos que, en el caso de la fábrica holguinera, la producción podrá mejorar dentro del presente trimestre tras activarse ya los dos turnos de trabajo continuo del centro, luego de la reincorporación casi total de la fuerza laboral de la industria, afectados por los impactos de la pandemia, fundamentalmente y que resultara el principal motivo por los incumplimientos registrados entre julio y septiembre.ç
Muestra de estas potencialidades de la industria cigarrera de Holguín, Vanguardia Nacional e insigne dentro del sector tabacalero cubano, se aprecian, subrayó Marrero Ricardo, en los indicadores productivos registrados durante el primer semestre del año cuando se entregaron 129 millones 700 mil cajetillas de cigarro, unos cinco millones por encima del plan fijado para la etapa.
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