Los acuicultores espirituanos estaban acostumbrados a desbordar el chinchorro, a llenar botes y más botes de pescado y a entregar como promedio más de 12 toneladas diariamente a la industria pesquera de la barriada de Colón; sin embargo, durante los últimos meses se ha producido una estrepitosa caída en las capturas que, a pesar del esfuerzo de los pescadores, no logran rebasar las 4 toneladas por jornada. Eso, en buen cubano, es casi nada. Y es casi nada porque de estas pesquerías depende toda una cadena de elaboraciones que resulta indispensable para abastecer no solo la red de casillas especializadas del territorio, sino también para cumplir con la entrega del alimento destinado al consumo social y el encargo estatal.
Aun así, los hombres de piel curtida laboran día y noche con sus cherneras, redes y botes, rastreando cuanto rincón existe en la presa Zaza o sus afluentes, o en otros embalses espirituanos como Lebrije, Tuinucú y Siguaney, que también tributan a este programa alimenticio.
Según los expertos en la materia, no se trata de falta de biomasa, pues cada año los distintos acuatorios reciben cifras millonarias de alevines para su repoblación y a la vuelta de algunos meses comienzan a reportar ejemplares con talla comercial; tampoco la situación está relacionada con déficit de fuerza de trabajo, aunque en varias brigadas han existido pescadores aislados por sospechas de padecer la COVID-19, pero en su ausencia otros asumen sus labores.
De acuerdo con Diego Nieves, director de la Unidad Empresarial de Base Acuiza, las bajas capturas no están asociadas a carencias de recursos, digamos embarcaciones, combustibles o lubricantes, redes u otros, pues hasta la fecha los mismos se comportan sin dificultad.
Entonces, ¿a qué se debe la ausencia de peces?, ¿por qué en el cultivo extensivo no se manifiestan las distintas especies si la Zaza, por ejemplo, no ha vuelto a abrir sus compuertas por causa de algún evento meteorológico?
Hasta hoy para los acuicultores espirituanos las bajas capturas resultan un enigma, el tiempo no será el mejor y tendrá fluctuaciones en cuanto al cambio de los vientos o las altas temperaturas; incluso, pudiera ser que la cantidad de agua presente en el embalse Zaza, con alrededor del 50 por ciento de su capacidad, limite la labor de los pescadores porque en esas condiciones las operaciones se hacen más complejas, aunque es justo decir que años atrás han existido contratiempos similares y, no obstante, se ha logrado mayor cantidad de toneladas de pescado.
Directivos de Pescazaza reconocen que, a pesar de tener activas las 14 brigadas de pescadores, no logran revertir la situación productiva, al punto que han existido días de entregar solo dos toneladas, cuando esa era la cantidad que habitualmente tributaba una sola embarcación.
Se conoce, además, que la desfavorable producción pesquera por la que atraviesa la Acuicultura en Sancti Spíritus no es diferente a la de otras provincias del país, lo que sin dudas mantiene en vilo a los biólogos del sector, llamados a estudiar el comportamiento de los peces, su hábitat, su desarrollo y manifestación, en medio de un cambio climático que no deja de sorprendernos.
El caso es que, cuando solo restan cuatro meses para concluir el 2021, la Acuicultura tiene el reto de sumergirse hasta el fondo de cada embalse en busca de las carpas perdidas. El tema preocupa, tanto que, de las 3 000 toneladas previstas para el año, hasta la fecha solo se alcanzan alrededor de 2 000 y la etapa que está por venir es, tradicionalmente, de bajas capturas, debido a que estamos en plena temporada ciclónica y luego llegarían los descensos de temperatura, y el frío no es aliado de los peces.
….También seria bueno profundizar para comprobar si en los niveles de disminución de captura, existe un porciento que no tiene que ver con la captura y si con las ventas en el mercado negro……
Me parece que es un buen tema para reflexionar y que tiene un enfoque correcto, pero a mi juicio al articulo le falta algo porque en Cuba hemos aprendido que ningún problema se puede quedar sin respuesta, luego entonces la pregunta es la siguiente: Que medidas va a tomar la administración de la organización acuícola para, aun en medio de estas circunstancias, incrementar los niveles de captura y comercialización que es en definitiva la verdadera respuesta que necesita la población y máxime bajo las condiciones de escases de productos alimenticios que caracterizan las actuales circunstancias……??????
Que pena!!! Lo hemos perdido todo o casi todo. Esto da pie a alguna muy buena reflexión, transparente y sin presiones; de que un cambio es obligatorio, y no cambios cosméticos o de nombre. Las mismas soluciones a los mismos problemas y sin resultados. Eso no es cambiar. El mundo avanza y Cuba retrocede; y luego las mismas justificaciones de siempre. Será 3ntonces que no somos capaces de subsistir, sobrevivir y desarrollarnos por nuestros propios esfuerzos, tenemos siempre que vivir de limosnas y ayudas internacionales…así será mientras no se eliminé el mal de raíz, cortar las hojas secas no ha resuelto ningún problema. Y los cubanos ansiamos ver » Resultados» He dicho.
En Cuba se ha acabado todo ,el pescado, la madera , los cítricos etc… en fin todo. Será culpa del bloqueo?