Miles de personas volvieron este miércoles a las calles de Colombia contra el gobierno del presidente Iván Duque, en medio de fallidos intentos para una salida negociada a la crisis en este país.
En casi todas las ciudades de esa nación las movilizaciones antigubernamentales exigieron el cese de la militarización, la aprobación de una renta básica para los más necesitados y el cumplimiento del Acuerdo de Paz, entre otras demandas.
También, como ocurre cada día de movilización desde el pasado 28 de abril, la policía con su brazo élite el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) atacó a los manifestantes pacíficos.
En el barrio La Esmeralda en Popayán, la comunidad denunció la intervención violenta de los integrantes del Esmad, quienes apuntaron con sus armas a habitantes del lugar y a defensores de derechos humanos.
Profesores, estudiantes, mujeres, obreros, políticos, sindicalistas, indígenas y de muchos otros sectores del país rechazaron las políticas y la gestión de Duque.
Hasta la fecha, el Comité Nacional de Paro y el gobierno siguen sin llegar a un acuerdo para iniciar las negociaciones en pos de respuestas al pliego de demandas y poner fin a la actual crisis en el país.
El 28 de abril comenzó un paro nacional en Colombia contra una reforma tributaria lesiva para los bolsillos de los trabajadores, devenido estallido social.
La medida de presión fue convocada por el Comité Nacional de Paro, pero diversas expresiones de la sociedad colombiana se sumaron a las protestas por la coincidencia de las demandas.
La plataforma Grita contabiliza hasta el 31 de mayo tres mil 789 casos de violencia policial en el contexto de las manifestaciones pacíficas, mil 248 víctimas de violencia física y 46 asesinatos, presuntamente a manos de la fuerza pública.
Asimismo, registra y documenta mil 649 detenciones arbitrarias, 705 intervenciones violentas por parte de la policía, 65 víctimas de agresión en sus ojos, 187 casos de disparos de armas de fuego y 25 perjudicados por abuso sexual.
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