La aprobación por el Parlamento de Dinamarca en junio del pasado año de un proyecto para construir la isla artificial Lynetteholm, que tendrá 2,8 kilómetros cuadrados y se ubicará al norte de la isla Refshaleoen, antigua zona industrial del puerto capitalino, ha suscitado la preocupación de pobladores daneses y también de autoridades de la vecina Suecia.
Se trata del proyecto de construcción más grande en la historia de Dinamarca, que finalizará, de acuerdo con las autoridades locales, en 2070, y su ejecución costará unos 20.000 millones de coronas, alrededor de 3.300 millones de dólares. Pero los trabajos podrían comenzar este otoño, según publica el sitio Rusia Today.
El objetivo principal de dicha isla es proteger a Copenhague de posibles inundaciones ante el aumento del nivel del mar, así como resolver los altos precios de la vivienda por el aumento de la creciente demanda.
Se estima que Lynetteholm albergará 20.000 nuevas viviendas para unas 35.000 personas, y estará conectada con el resto de la capital danesa mediante una línea de metro, un túnel portuario y una carretera de circunvalación.
El proyecto ha generado controversia en la sociedad danesa y ha recibido fuertes críticas por parte de ambientalistas, debido a temores ante un posible aumento de la contaminación en la zona y ante el impacto en la calidad del agua y los ecosistemas locales.
La iniciativa ya ha sido impugnada ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, debido a que las Evaluaciones de Impacto Ambiental solo abarcaron el impacto de la construcción de la isla en sí, pero no el de las infraestructuras, las viviendas y otros desarrollos urbanísticos previstos, según recuerda el periódico The Local.
Las obras podrían verse obstaculizadas también si Estocolmo pone objeciones cuando se aclaren las condiciones de los trabajos de construcción, señaló el ministro de Medio Ambiente de Suecia, Per Bolund, en declaraciones a una cadena de televisión.
El ministro de Transporte de Dinamarca, Benny Engelbrecht, confirmó a ese propio medio que Suecia puede introducir ajustes que demuestre sean necesarios en virtud del Convenio de Espoo, el cual obliga a los firmantes a realizar evaluaciones ambientales de las instalaciones que puedan tener un impacto transfronterizo.
(Con información de Rusia Today)
Bein por el parlamento danes. Hay que proteger la la capital que tiene el 33 porcientode la poblacion total del pais.