Un grupo de científicos de la Universidad de Quebec, en Rimouski (UQAR, Canadá) está analizando una carta hallada dentro de una botella que podría haber sido escrita por una pasajera del Titanic antes de su hundimiento durante la noche del 14 al 15 de abril de 1912.
En el reporte de Rusia Today, tomado de la CBC News, la botella con la misiva fue encontrada en 2017 por una familia en una playa cerca de la Bahía de Fundy, en la costa atlántica canadiense. La supuesta autora de la carta pudo ser Mathilde Lefebvre, una menor de 12 años que embarcó al Titanic junto con su madre y hermanas para reunirse con el resto de su familia. Todos fallecieron en el naufragio.
«Voy a tirar esta botella al mar, en medio del Atlántico. Tenemos que llegar a Nueva York en unos días. Si alguien la encuentra póngase en contacto con la familia Lefebvre en Liévin (una ciudad y comuna francesa)», se puede leer en la nota escrita en francés.
Los peritos lograron establecer que una pasajera llamada Mathilde Lefebvre estuvo a bordo del barco y se dirigía a EE.UU. para reunirse con su padre Franck, que había encontrado un trabajo en el estado de Lowa. «Hasta ahora, los materiales parecen ser coherentes con la fecha. Eso no excluye que pueda ser una falsificación o un engaño», resalta Nicolas Beaudry, profesor de arqueología de la UQAR.
Para comprobar su autenticidad, los expertos tienen que efectuar la datación por radiocarbono de la carta, verificando los materiales con los que se escribió, así como la botella y el corcho que mantenía la misiva sellada.
Sin embargo hay dudas a despejar y son las razones por las que los científicos no pueden declarar de momento que la misiva procede del Titanic. En primer lugar, creen que la caligrafía de la nota se diferencia de la que aprendían los niños en Francia a principios del siglo XX. En segundo lugar, los investigadores se preguntan cómo pudo la botella abrirse camino hacia la Bahía de Fundy desde un barco que se encontraba en el medio del Atlántico.
«Es poco probable, bastante improbable, pero no es imposible», asegura Daniel Bourgault, catedrático de oceanografía física de la UQAR. El experto explica que un objeto lanzado allí tendría que aparecer en la costa europeay precisó que la posibilidad de que la pieza haya podido llegar hasta la Bahía de Fundy es de menos del uno por ciento.
Mientras, Jacques Lefebvre, uno de los descendientes de la familia que vive en el sur de Francia, se enteró de la noticia por los periódicos locales. Lefebvre espera los resultados de la pesquisa científica, ya que la madre de Mathilde es su tía abuela y apenas tiene información de esta parte de su familia. «No tenemos papeles, ni fotos, ni nada de la familia de Jacques», afirmó Hélène, la esposa del hombre.
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