El apetito voraz de un caimán gigantesco capturado en una propiedad privada aledaña al río Edisto, en Estados Unidos, parecía no tener límite, pues entre los objetos encontrados en el interior de su panza estaban cinco chapillas de perros, una bujía de auto, un casquillo de bala, así como grandes cantidades de garras de gato montés y caparazones de tortugas.
Para los empleados de una carnicería del condado estadounidense de Charleston, en el Estado de Carolina del Sur, lo más novedoso fue encontrarse con esta gran variedad de objetos, algunos de ellos muy extraños, en el interior del enorme caimán, pues según cuenta el personal de Cordray’s, empresa dedicada al procesamiento de animales, por lo general ellos no abren ni analizan el contenido de los estómagos de los reptiles que les envían. Sin embargo, dado al tamaño de este ejemplar, con unos 4,5 metros de largo y cerca de 200 kilogramos de peso, hicieron una excepción.
Curioso resulta que entre las chapillas encontradas en el interior del caimán había dos con el número de contacto perfectamente legible, uno de ellos aún en servicio. La propia fuente informativa refiere que, al llamar al teléfono indicado, un hombre confirmó que 24 años atrás había perdido a su perro de caza en el área cercana a donde fue capturado el reptil.
Los especialistas estiman que el caimán era de edad avanzada, pues según estudios de la especie su crecimiento se detiene cuando alcanza los 35 años, por lo que se piensa que el caimán comilón pudiera sobrepasar las tres décadas, atendiendo primero a su tamaño y segundo, al hecho de que hace 24 años ya era lo suficientemente grande como para comerse a un perro de caza.
(Con información de 20 minutos)
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