Arturo Luis Ychazo Ruiz tal vez jamás pensó que las herramientas informáticas que crea humanizarían tanto el trabajo dentro de la Empresa Flora y Fauna de Sancti Spíritus. Desde allí ha sido capaz de innovar en busca de soluciones a las principales necesidades del centro.
Su formación como ingeniero automático le ha ampliado el horizonte hacia la informatización con miras a facilitar el acceso a las informaciones, el control económico-financiero de las diferentes actividades, así como el registro de todos los animales que posee la instalación.
Dichas estrategias responden a las exigencias de la empresa, que incluye dentro de sus principales líneas de investigación la protección de la flora y la fauna, la automatización y utilización de sistemas que favorecen la producción —con el inventario de los équidos y vacunos—, además del cálculo del efecto económico de los trabajos que se presentan en los Fórums de Ciencia y Técnica, precisa Magday Santos Jiménez, directora de Desarrollo y Negocios en la entidad.
Y en este camino no pocos trabajadores se han insertado. Oliver Valle Hernández, especialista principal en la Reserva Ecológica Lomas de Banao, a partir de la reducción de las poblaciones de algunas especies de la flora endémica del área, crea alternativas que posibilitan enriquecer aquellos ejemplares que se encuentran en peligro crítico dentro de la zona.
“Esta área estuvo sometida en años anteriores a la tala de árboles, labores agrícolas y de pastoreo de animales…, lo que trajo consigo la disminución de varias especies con diferentes categorías de amenaza. Las estrategias que he buscado han permitido incrementar ejemplares como la magnolia, que se encuentra en peligro crítico de extinción; idea que se ha generalizado hacia otras áreas”, refiere el también merecedor del Sello Seguidores de Serafín.
Sin embargo, aun cuando la conservación centra el quehacer innovador de la institución, también se gestan otras propuestas. No lo duda Raúl Hernández Rementería, quien desde su función como especialista en Seguridad y Protección hace más de 30 años impulsa proyectos como el sistema de guardia, el funcionamiento del control interno y ahora la producción de alimento animal a través de plantas proteicas debido a la carencia de piensos.
“Siempre me ha gustado escribir lo que pienso”, comenta Hernández Rementería, quien siente que con la innovación aporta al país. Una verdad que corrobora Ychazo Ruiz: “Mi trabajo es resolver problemas, que las personas se sientan bien con lo que hago y que mejore el control. No lo hago para recibir estímulos”.
Y es que la Empresa Flora y Fauna en sus 11 Comités de Innovadores y Racionalizadores (CIR) —existentes en las diferentes Unidades Empresariales de Base (UEB)— acoge a más de 300 trabajadores que hacen suya cada inventiva. “Esto es una vía de desarrollo para la empresa porque a veces sustituye importaciones y posibilita que tengamos nuestro código. Hoy hay que innovar, crear…, es una tarea fundamental”, alega María Elvira Dávila Viamonte, directora de la entidad espirituana.
En el último año las innovaciones realizadas han representado un aporte económico de más de 116 000 pesos en moneda nacional, además de los beneficios cualitativos que han traído para los diversos procesos de la empresa. “Años atrás no teníamos el impulso que tenemos ahora. Mantenemos líneas de trabajo y hemos ahorrado y buscado soluciones”, apunta Dávila Viamonte.
Varios han sido los reconocimientos alcanzados por la entidad en materia de innovación. Vanguardia Nacional por 28 años consecutivos, sede del Fórum Nacional de Ciencia y Técnica, sellos Seguidores de Serafín, entre otros lauros que avalan el quehacer investigativo.
Y es que Flora y Fauna Sancti Spíritus hace de la conservación, de la producción y de cada proceso un motivo para innovar. De los problemas nacen soluciones y en esta ruta continúan siendo ese punto de luz sobre el cual se miran.
Felicidades Flora y Fauna Sancti Spiritus. Pero deben seguir trabajando para ser una entidad 100% AUTOFINANCIADA pues uno de los objetivos de la Tarea Ordenamiento es eliminar los subsidios del Presupuesto Estatal a las empresas.
Los programas de mejoramiento genético y las tareas de conservación no pueden seguir resolviendo las tareas pendientes del autofinanciamiento.