El Gobierno de Japón ha decidido extender el estado de emergencia por el coronavirus, que actualmente afecta a Tokio y a otras cinco prefecturas, a tres nuevas zonas cuando faltan poco más de dos meses para la celebración de los Juegos Olímpicos, que deben iniciarse el 23 de julio.
El país ha tratado de reducir los contagios antes de la cita olímpica. Las tres nuevas regiones con restricciones son el estado insular norteño de Hokkaido, donde se correrá la maratón olímpica, e Hiroshima y Okayama, en el oeste del país.
A partir del domingo, estas tres regiones se unirán a la capital, a Osaka y a las otras cuatro prefecturas con medidas especiales, que se mantendrán hasta el 31 de mayo, dijo el ministro de Revitalización Económica, Yasutoshi Nishimura.
Según una información de la agencia Associated Press, como parte de las medidas, los bares, karaokes y la mayoría de los locales de ocio deberán cerrar. Los negocios que cumplan las normas serán compensados, y los que no, recibirán sanciones.
La expansión del estado de emergencia supone un importante cambio con respecto al plan inicial del ejecutivo, que se basaba en medidas menos restrictivas.
La entrada de Hiroshima en la lista de zonas en alerta se produce días después de que los organizadores de los Juegos anunciaron la cancelación de la visita del presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, a la ciudad la próxima semana para el relevo de la antorcha.
El Gobierno de Suga está bajo la fuerte presión de una población cada vez más frustrada por la lentitud de la campaña de vacunación y la prórroga de las declaraciones de emergencia. Muchos se oponen a la celebración de los Juegos, y la gente parece que coopera cada vez menos con las órdenes de cuarentenas y distancia social, que no son de obligado cumplimiento.
Menos del 2 por ciento de la población japonesa ha recibido las dos dosis de la vacuna contra la COVID-19, según datos oficiales, mientras que las cifras de nuevos casos y muertes siguen en aumento.
Por otra parte, los organizadores de una petición para la cancelación de los Juegos remitieron este viernes a la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, más de 350 000 firmas recopiladas desde principios de mayo. El pedido señala que el dinero invertido en la cita olímpica podría usarse en la gente con problemas financieros derivados de la pandemia.
El documento de la campaña, llamada Detener las Olimpiadas de Tokio, fue redactado por el abogado Kenji Utsunomiya, excandidato a gobernador de la capital japonesa, y las firmas fueron entregadas a los organizadores locales, el Comité Olímpico Internacional y otros. Utsunomiya dijo que le sorprendió la cantidad de firmas, pero reconoció que son insuficientes y que probablemente llegan tarde.
“Creo que la cobertura de la prensa pone mucha presión sobre el COI, el Comité Paralímpico Internacional, el Gobierno japonés, el Gobierno metropolitano de Tokio y el comité organizador”, dijo Utsunomiya en conferencia de prensa.
“En ese sentido, me alegro de haberlo hecho, pero en cuanto a las cifras, creo que se necesitan realmente decenas de millones de firmas”, agregó.
El abogado consideró que los Juegos Olímpicos desviarán los servicios médicos que necesita la ciudadanía en general, lo cual ha sido motivo de preocupación a medida que aumenta la presión sobre los hospitales.
Los organizadores y el COI han reiterado que los juegos se realizarán con seguridad, ya que los 15 400 deportistas olímpicos y paralímpicos estarán aislados en una “burbuja” y sometidos constantemente a pruebas de diagnóstico, al igual que decenas de miles de árbitros, empleados, promotores y representantes de los medios, que entrarán a un país que selló sus fronteras hace un año.
Japón ha confirmado unas 11 000 muertes por COVID-19.
No hay indicios de que se cancelarán las Olimpiadas, con los miles de millones de dólares en juego, aunque la comunidad médica local se opone. El mes pasado, el British Medical Journal sugirió “reconsiderar” los Juegos.
El 75por ciento del presupuesto del COI proviene de los derechos de transmisión y el 18por ciento de los promotores. Japón ha gastado 15 400 millones de dólares, según cifras oficiales. Una auditoría del gobierno indica que podría ser el doble.
En su conferencia de prensa semanal, la presidenta del comité organizador de Tokio, Seiko Hashimoto, se negó a responder en forma concreta sobre la cantidad de personal médico que se necesitará. Los organizadores han pedido voluntarios en el sector de enfermería y medicina deportiva.
(Con información de Cubadebate)
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