Los jueces de la Corte Suprema de EE.UU. cuestionaron este miércoles los límites impuestos por el estado de Nueva York al porte de armas de fuego.
Los denunciantes aseguraron que estos límites vulneran la Constitución, pero los magistrados se mostraron divididos ante la situación de violencia que sacude a toda la nación. La sentencia, que se espera en junio del 2022, afectará de forma similar a otros estados.
Desde la muerte de George Floyd, el año pasado, han aumentado las manifestaciones en las calles. En un principio estas eran pacíficas y movilizaron a diversos grupos de la población, creando conciencia y obligando a los políticos a tomar acciones para mejorar la convivencia social. Sin embargo, el problema surge cuando la protesta deriva en violencia, sumado a los casi inexistentes límites para el porte de armas. Y es que en EE.UU. es totalmente legal portar un arma, incluso mientras se ejerce el derecho a la protesta.
Armas en protestas sociales
Casos de violencia desmedida, como el sucedido en Kenosha (Wisconsin), donde un joven de 17 años, fuertemente armado, disparó en repetidas ocasiones contra otros manifestantes, por considerarse a sí mismo como un «vigilante», suceden en el país con mayor frecuencia.
Un reciente estudio del Fondo de Apoyo a la Seguridad de las Armas de Everytown determinó que las protestas donde hay manifestantes armados tienen 6 veces más posibilidades de tornarse violentas que las manifestaciones donde no hay armas. Para llegar a esta conclusión se analizaron 30.000 demostraciones públicas, es decir, marchas, manifestaciones y protestas, durante un periodo de 18 meses.
Los autores concluyen que cuando hay un aumento en las protestas armadas hay más posibilidades de que estas culminen en acontecimientos como el asalto al Capitolio del pasado 6 de enero.
Una nación enojada y dividida
Guadalupe Correa-Cabrera, profesora de Ciencias Políticas de la Universidad de George Mason, asegura que los Estados Unidos es una nación «con una sociedad muy dividida en relación a la clase, a la raza y al género».
«Hay muchas divisiones que derivan de un descontento social muy importante, debido a que el sueño americano ya no existe para muchas personas», indicó la experta y añade que esto se refleja en la aparición de personas armadas en protestas.
Este es el clima de extrema polarización social y política en el que se ha visto un aumento de las manifestaciones violentas y en el que más y más ciudadanos estadounidenses acuden a movilizaciones acompañados de un arma.
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