Con su séptima designación como mejor profesor de Educación Física de la provincia, el trinitario Rodelsi Beltrán Iznaga parece haber impuesto un récord en estas selecciones anuales.
Incluso, este 2021, cuando el deporte y la educación estuvieron “confinados” un buen tiempo, el Ruso, como se le conoce mejor, se las ingenió para mantener activa lo que considera su pasión desde que en el curso 2001-2002 se decidiera por esta profesión.
“Cuando conocí la Educación Física estaba ajeno a ella, por eso me fue chocante y pensé que no era una elección correcta, comencé con desacierto y sin saber si terminaría”
Pero la escuela José Mendoza le ayudó a descubrirse y el paso por la universidad, también. Pronto llegaron los concursos de clases en los que ha puesto su sello personal y su nivel de preparación.
“El vínculo con profesores de experiencia en esa escuela me ayudó mucho y ya en el tercer año alcanzo mis primeros resultados en concursos; en total he participado en 12, incluidos algunos de carácter internacional porque tuvieron participación foránea. Tengo tres primeros lugares y un segundo a instancia provincial, un primero en un zonal nacional y una medalla de bronce a nivel de país”.
Y es que le ha encontrado las cosquillas a la Educación Física. Cuando no tiene medios, los fabrica él mismo; cuando se escabullen las motivaciones, igual. “Desde el inicio me dije: Para ser buen profesor tiene que gustarte lo que estás haciendo, por eso trato de llevar todo mi carisma al terreno, converso mucho con los alumnos mientras nos dirigimos al terreno y les digo: Todos los problemas que podamos tener vamos a dejarlos en una bolsita. Los motivo de todas las formas posibles, les hago conciencia de saber lo que están haciendo, por qué y para qué. Les hago ver que la asignatura es una herramienta fundamental, cada cosa la relacionamos con la vida cotidiana, les hablo de las glorias deportivas, los incentivamos a través de los concursos, de los proyectos, para mostrarles el talento que pueden tener. Hago mis propios medios tanto para las clases como para otras actividades con el propósito de despertar en los alumnos el interés; la motivación se logra con una pancarta, un lema, una adivinanza, una sorpresa, así los tienes atrapados y las clases salen mejor de lo que uno las planifica”.
Nunca ha dejado de ser profesor. Ni cuando estuvo como jefe de cátedra del combinado. Por lo que hace, parece que sus días tuvieran más de 24 horas. Dedica tiempo a la investigación, la preparación metodológica. En Trinidad sus muchachos son reyes de cuanta competencia se organiza en deportes tan diversos como el baloncesto, el fútbol o la gimnasia aerobia, disciplina esta última de la que es juez nacional y también árbitro; además, integra la Comisión municipal de su asignatura y es miembro del Grupo de Trabajo Metodológico. Ha impulsado varios proyectos, entre ellos Velocistas del Futuro, Saltando con alegría, Béisbol cinco…
“Indedependientemente de las ocho horas laborales, creo que trabajo 24, es por el amor que le tengo a lo que hago, trato de aprovechar todo el tiempo, no escatimo horas extras, como dice el cubano: donde me llamen ahí estoy porque creo que la Educación Física no se enmarca solo en la escuela, hay que llevarla a los barrios. Hace cinco años que apoyamos un proyecto que busca evitar el consumo de drogas y otras adicciones en los jóvenes a través de la actividad física saludable, la gimnasia aerobia, la bailoterapia. Junto con la FEEM nos incorporamos a un proyecto estudiantil en el barrio Salabarría, del Consejo Popular La Purísima, convocado por la Dirección Municipal de Educación y los Consejos Populares con ese mismo objetivo y para promover medidas higiénico-sanitarias en la lucha contra la covid. Con el de velocidad buscamos y probamos talentos en vínculo con profesores de iniciación deportiva, lo hacemos a través de juegos de velocidad, competencias intramurales… Todas estas actividades se paralizaron por la pandemia, pero en enero las retomaremos, pues ha sido un movimiento muy masivo. Me gusta investigar sobre temas novedosos para elevar la calidad y formación de profesores noveles, soy tutor de estudiantes de la universidad, de la Escuela de Profesores de Educación Física…”.
Con la llegada del coronavirus encontró la manera de que la Educación Física no descansara. Así creó la página Educa Físicamente Trinidad Cuba y llevó los ejercicios a un terreno virtual, conectado con otros sitios como Andarines Espirituanos, Yayabo Deportivo, Deportes Trinidad, Educación Física Cabaiguán y otros de Villa Clara.
“Fue la herramienta que encontré para vincularme y conectarme con los profesores y con los alumnos, por el acceso que tienen a las redes sociales, por esa vía les llevamos mensajes desde el punto de vista de la higiene, conocimientos teóricos de la Educación Física, historias del deporte cubano, creamos muchos juegos didácticos para que exploraran sus conocimientos y vincularlos con otras materias que reciben en las aulas y muchos mostraron el dominio que tienen de esos temas, incluso llegamos a las familias y hasta a algunos profesores”.
Hizo más, tanto como convertirse en actor directo cuando su escuela devino centro de aislamiento: “Fue una de las mejores experiencias, porque participé desde la habilitación del centro como tal y su higienización hasta en la elaboración de los alimentos y su traslado hasta los pacientes, la atención a los médicos; no había hora para llegar a la casa, vi mucha solidaridad y humanidad que deben ser valores fundamentales”.
Al término del diálogo expresa: “¿sabes por qué otra vez la elección como mejor profesor de Educación Física en este 2021? Porque es que hay que reinventarse todos los días de este mundo”.
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