Cada vez que está por terminar una Serie Nacional de béisbol, o que concluye, se arma en Cuba el trasiego de peloteros de un equipo a otro y, por ende, de una provincia a otra.
Al menos en los últimos tiempos ha sido así con más fuerza, mucho más desde que Matanzas, bajo el mando de Víctor Mesa, se convirtiera en una especie de sucursal con atletas de toda Cuba, en una práctica que otros territorios imitaron.
No son los espirituanos los que más se mueven. Entre los casos más connotados se recuerda la mudanza de los Gourriel para Industriales y, mucho antes, la de Yasiel Santoya para Matanzas. El primero de los casos, abordado en estas propias páginas en el 2013, hizo desempolvar vetustos reglamentos y removió regulaciones para estos trámites, normales en cualquier deporte a nivel mundial.
Quizás porque no es tan común aquí, el más reciente cambio de traje del lanzador Yamichel Pérez por el de los Cocodrilos atizó la polémica dentro y fuera de Sancti Spíritus. Amparado en las disposiciones del reglamento disciplinario para el sistema competitivo del béisbol, el zurdo pidió la liberación de los Gallos y ahora jugará con Matanzas, equipo con el que se tituló en la Serie 59, cuando protagonizó la mejor campaña de su historia al punto de ser, en esa ocasión, el más valioso de la postemporada.
Justo ese desempeño, seguido de uno más discreto con su equipo propio en la campaña que recién finalizó, hizo pensar a algunos que su partida se trata de un posible imán en busca de un reencuentro con esa gloria. Mas, contactado por Escambray vía telefónica, Yamichel desmiente esa hipótesis desde Matanzas.
“Eso no pesó en mi decisión, aunque sí me sentí bien aquí cuando fui refuerzo, si fuera por eso me hubiera quedado con Industriales la vez que jugué con ellos de refuerzo o aquí mismo al año siguiente de ser campeón; esa no es la razón, sino que me mudé y estoy viviendo en Cárdenas desde que terminamos la serie, aunque desde noviembre tengo todas mis cosas aquí, me casé y vine para acá”.
Visto así, todo está en regla. Uno de los requisitos que prevé el reglamento para autorizar los traslados interequipos es por “situación excepcional de cambio de domicilio”. El otro es la “búsqueda de mayores oportunidades para el desarrollo deportivo”.
Para hacerlo todo dentro de lo legal, el zurdo presentó su carta el pasado 28 de marzo, casi al caer el último out de su equipo en la pasada campaña. La Comisión Provincial de Béisbol evaluó la solicitud y esta semana, con el visto bueno de la Dirección Provincial de Deportes, lo liberó.
El reglamento es tácito: “los jugadores que soliciten traslado de provincias, en los primeros 15 días hábiles a partir de la última fecha de juego de la Serie Nacional, deberán hacerlo por escrito a las comisiones provinciales de béisbol. La Comisión Provincial de Beisbol comunicará a la Dirección Provincial de Deportes correspondiente dicha solicitud en el tiempo establecido y el jugador debe enviar copia de la solicitud a la Comisión Nacional de Béisbol”.
Aunque todo se hizo en regla, algunos mostraron desacuerdos, con disímiles argumentos. No todos comparten la idea de que el atleta se cambie de equipo por aquello de que el territorio que lo formó hizo una inversión que pierde. Otros sostienen que en el cambia-cambia puede generarse la misma indisciplina o el mismo relajo de un tiempo atrás o esconderse otros problemas que el reglamento no puede detectar…
Sucede que Sancti Spíritus también recibe traslados. Aunque no fue justamente un trueque, esta semana oficializó la entrada del torpedero matancero Moisés Leonardo Esquerré Valdés, que, según confirmó el comisionado provincial de la disciplina Nelson Ventura, fue prestado por Matanzas por dos años.
De manera que de aquí al inicio de la Serie 61 pueden generarse otros movimientos, como el del espirituano-matancero Yasiel Santoya a Industriales o los capitalinos Javier Camero y David Mena, quienes dejan Matanzas, donde estuvieron prestados, para volver a su original equipo giraldillo. Todo tiene, sin embargo, un límite, establecido por el propio reglamento, pues cuando cierre la fecha límite para los cambios no se autoriza ya ningún traslado.
Y eso me parece bien si de verdad se quiere disciplinar un proceso que, al menos para mí, es lógico y normal. Primero, porque siempre que un cambio de equipo implique que ese pelotero siga jugando, vale la pena, y otra porque influye en el rendimiento y la entrega del atleta. Y existe otra: un jugador que por las razones que sean, se mantenga en un equipo con su cabeza en otro lugar, no suele rendir igual, o al menos da esa imagen. Eso le pasó al propio Yamichel quien lanzó con los pies y los brazos en los Gallos y la proyección mental en Matanzas, donde él mismo dijo, vivía casi desde noviembre
“Esa ha sido una de las cosas que más me han dolido, pues sé que hay gente que piensa así, tuve problemas en la serie y no dormía bien, bajé hasta de peso, porque estaba que no sacaba un out a nadie, pero así mismo salí a lanzar para ayudar a mi equipo; al final pude al menos emparejar en victorias y derrotas En los play off me sentía bien, incluso le dije a Eriel: A esta gente me las como yo rápido, fue el día que mejor me sentí en toda la serie, pero cuando llegué al box no pude, todo me salió al revés de como yo pensaba, pero hice todo mi esfuerzo, nadie quiere que le bateen y ese ratico que subes al box quieres hacerlo bien. Me entregué por Sancti Spíritus porque fue donde nací y me hice pelotero, y mi equipo siempre será el de los Gallos, pues en otra provincia, por otro lugar, lo único que quiero es jugar”.
Reglamentar es bueno. Prohibir, como escuché a algunos por estos días, es fatal, mucho más porque en su nueva política de puertas abiertas, el béisbol cubano no pone ningún reparo para acoger a los que regresan del exterior tras dejar la pelota por otros derroteros. Y eso está bien. Entonces no me parece justo que se limiten las posibilidades de jugar a quienes, a fin de cuentas, se cambian de provincia a provincia de un mismo país y eso la Comisión Nacional de Béisbol parece tenerlo claro.
Otro caso, no justamente de traslado, ronda al béisbol espirituano: el del lanzador Pedro Álvarez, quien hizo pública en las redes la petición de licencia por un año, por problemas personales, que luego explicó a Escambray: “No voy a jugar con ningún equipo, necesito resolver asuntos de mi vivienda y terminar mis estudios universitarios, ya estoy en el trámite de entregar la carta”.
De momento, el tema de los movimientos será con dos bandos: el de los detractores y los partidarios. Y usted, ¿en cuál se inscribe?
En fin de cuenta Yamichel en los gallos no hizo nada
Soy partidario de los cambios, de los movimientos, si benefician el rendimiento del atleta y del equipo en el que juegue, al final, son equipos cubanos, es nuestro beisbol. Lo de Pedro Álvarez es otra historia. Y el muchacho si no tiene de otra, tiene que solucionar sus problemas.
Creen ustedes que es justo que um jugador como Pedro Alvarez con resultados en nuestro beisbol, tenga que pedir una licencia y privar al equipo de S Spiritus de sus servicios como lanzador, por tener que reparar su vivienda, tengan presente que un juigador com o Pedrito aunque sea en Ligas Menores tendria su vivienda resuelta.
Tanto que nos preparamos para los cambios ,y todavía existen personas que no se dan cuenta que lo de los cambios de equipo debe de existir ,el mundo se mueve así ,y por demás decir que en cuba hay una sola liga la serie nacional y si rinden pal equipo cuba.Viva nuestro béisbol
Primeramente desearle suerte al zurdo espirituano es nuestro deseo. Por otra parte queremos expresar nuestra aceptación con que los peloteros soliciten cambiar de equipo o provincia siempre y cuando sigan rindiendo, entregándose y aportando al espectáculo deportivo beisbolero. Ahora consideramos que la CNB debiera establecer un plazo para eso. Al concluir cada Serie se establecería un período de tiempo para que se soliciten y aprueben esos movimientos. Cada equipo tendría la posibilidad de aceptar o negar según sean sus aspiraciones, necesidades o proyecciones para alcanzar los objetivos y fuera de ese tiempo entonces quedarían prohibido el cambio. Así garantizaríamos mayor calidad en cada posición o equilibraríamos los rosters. Todo en función de elevar la calidad de nuestras Series Nacionales de Béisbol. Entonces bienvenidos los cambios, pero con cordura y orden. Saludos
Para mi en Cuba no es tanto problema vivir en una provincia y jugar por su lugar de origen, ejemplo Yosvani Torres, vivió en La Habana y aun juega por PR, cdo se arrecia la disciplina hay qué permanecer en los hoteles, vdo se quiere se puede
Eso ya està reglamentado, son 15 dìas a partir que termina la serie nacional para que los jugadores entreguen su carta para solicitar el traslado para otra provincia y luego 15 dias para que la Comision Provincial de Beisbol junto con la Direcciòn Provincial de Deportes aprueben dicho traslado. A partir de ahì hay 15 dìas màs para que la Comisiòn Nacional de Beisbol intervenga en aquellos casos donde no se pongan de acuerdo las dos provincias: la que debe liberar y la que debe aceptar a ese pelotero. Este año este proceso comenzò a partir del dìa 4 de abril, fecha del ùltimo juego del play off.
Cda cual que juegue donde quiera, eso es sentirse cómodo y rendirá más. Adonde quiera que valla, todo el mundo dirá que es espirituano. O de donde nació y jugó por primera vez, por decirlo mejor.