La resurrección de Júcaro (+fotos)

Júcaro lo necesitaba porque había deterioro, servicios que no existían, el mal estado del camino entorpecía el acceso y los cultivos se alejaron de las tierras; parecía un asentamiento olvidado en el litoral de Yaguajay. En septiembre se arrimó un programa de reanimación a la comunidad, que incluyó la integración de entidades y organismos, pero lo más valioso fue que atendió las necesidades del lugar a partir de las propuestas identificadas por los pobladores.

Enclavada al borde de la costa norte, Júcaro se posiciona como un caserío de interés para dotar de brazos una zona agrícola con unas 90 hectáreas cultivables, que por un tiempo estuvo apagada y, a raíz de la creación de una Unidad Empresarial de Base —fue extinguida la cooperativa del lugar—, retomó la explotación del suelo y ya se reportan varias hectáreas plantadas de granos y cultivos varios.

Más que revivir la base económica, la novedad en Júcaro proviene del trabajo acometido en los últimos meses, que deja mejoras en la infraestructura de locales y beneficios concretos en servicios principales: Consultorio del Médico de la Familia, farmacia, bodega y la colocación por primera vez del alumbrado público.

Hasta Júcaro llegaron las autoridades de la provincia y el municipio de Yaguajay, y junto al Delegado de la circunscripción y los pobladores divisaron este parto de transformaciones en medio de un agradecimiento popular, que no pasó por alto el respaldo que dieron los propios habitantes a las tareas de la reanimación.

Los beneficios se extendieron también a la ejecución de dos casas —aún en fase final de construcción—, la legalización de viviendas, la entrega de la libreta de abastecimiento y de camas y colchones a varias familias, el arreglo del camino, un pequeño parque y la creación de un punto de venta de renglones agrícolas y gastronómicos.