Puede que en alguna ocasión hayas alcanzado el pomo de aceite sin desorden, cuando corresponde al número de tu núcleo o puede también, por ejemplo, que el pollo haya “volado” en tus narices porque hicieron una lista desde la noche anterior y solo logran comprar los que pasaron la madrugada en vela.
Puede que en tu tienda vendan paquetes de detergente de 50 gramos y a la de la otra esquina le toquen de 3 kilogramos. Puede suceder, igualmente, que a algunos les expendan módulos de champú, acondicionador y colonia y que otros jamás hayan comprado ni una frazada de piso.
Y pasa cotidianamente con más o menos regularidad, acaso con la misma frecuencia que venden los productos de primera necesidad para las distintas bodegas de la provincia. Porque lo que surgió siendo una alternativa para que el pollo, el detergente y el aceite llegaran de la forma más homogénea posible a todas las casas, ha sido en muchos lugares —para no pecar de absolutos— más un parche que un remedio contra las aglomeraciones y las escaseces.
Lo saben desde los que marcan la cola hasta las autoridades que se devanan las neuronas distribuyendo los recursos y revisando bodega a bodega: la venta controlada de los productos de primera necesidad que antes se expendían en las distintas shoppings y ahora se hace por la Libreta de Abastecimiento no es, en la mayoría de los territorios, ni todo lo organizada que se quiere, ni todo lo equitativa que se necesita.
Y no es porque haya nacido torcida, digamos que, más bien, se ha ido arqueando y enderezando, para ser justos, por el camino. Desde septiembre pasado cuando la iniciativa comercial empezó a saltar de mostrador en mostrador quedaron bien definidas las reglas.
Lo asegura a Escambray Ricardo García Hernández, coordinador de Programas y Objetivos del Gobierno Provincial: “Se ha montado un sistema de trabajo en los municipios, rectorado por el Gobierno, en el cual se vinculan las bodegas de Comercio a las diferentes tiendas y puntos de recaudación de divisas.
“Se establece que para lograr un mayor control y equidad en la distribución de estos productos se utiliza el cartabón, donde están recogidos los núcleos que tienen las tiendas. Debe explicárseles a las personas por las bodegas el día que les corresponde comprar para evitar que estén el día entero en una cola. Y no debe comenzarse a distribuir un producto en otra tienda hasta que no se termine con la que está comprando”.
Así es en teoría. Cuando Escambray marcaba de cola en cola se despachaban no pocas irregularidades: que en Cabaiguán, por ejemplo, las colas a veces son por orden de llegada y no por el número de la libreta; que puede que en el documento de Comercio rece que has cogido pollo, aunque nunca te hayas llevado un paquete a la casa; que en algunos territorios el administrador de la bodega no sabe si mañana, por ejemplo, le tocará detergente a su tienda; que a lo mejor hasta hoy comprabas en el punto de venta La quinta, en el Kilo-12, y mañana tengas que hacerlo en La Perla; que, en ocasiones, no se corresponde el horario establecido entre las bodegas y las tiendas de las cadenas, entonces se concluye la venta y aún quedan productos…
Lo otro que desproporciona la balanza de los consumidores es la disparidad en los productos que se venden por cada cadena, porque, en dependencia de los surtidos, en algunas además del pollo, detergente y el aceite, se expende champú, colonia, jabón y hasta helado, mientras que en otras se dilatan, incluso, las rondas de los productos de primera necesidad.
Pero en esta modalidad comercial también pesa el desabastecimiento crónico que padecen las distintas cadenas de tiendas, lo cual hace que quizás el aceite lo compres hoy y no vuelva a tocarte en meses.
Y nadie está ajeno a tales percances. En pos del control se han establecido en cada municipio desde comisiones de colas hasta reuniones sistemáticas para analizar cuánto se ha distribuido y a quiénes.
Según Leonardo Díaz Jiménez, coordinador de Programas y Objetivos del Gobierno Municipal de Cabaiguán, en ese territorio, por ejemplo, se han cambiado veladores de las colas —que son personas de distintos organismos— como mismo se ha sancionado a varios administradores.
Aquí, de acuerdo con dicha autoridad gubernamental, los principales problemas tienen que ver con la falta de información la cadena tienda recaudadora de divisa-bodega-consumidores; las violaciones del modo en que está establecida la distribución de los productos e irregularidades en el denominado cartabón que dan pie al descontrol. No son una exclusividad, se clonan en distintos lugares de la provincia.
Pero todo no es color de rosa, como tampoco podemos decir que prevalecen únicamente los descalabros. En municipios como Fomento, Taguasco, La Sierpe y en ciertos puntos de Trinidad, este mecanismo de distribución funciona tal y como está establecido. Igual de plausibles resultan las alternativas que se buscan para que estos productos también lleguen a las comunidades rurales o zonas de difícil acceso.
Según las cuentas de Comercio, la venta controlada de productos de primera necesidad ya reporta ganancias para los clientes, si se ve desde el prisma de que, la totalidad de los 216 699 núcleos que tiene la provincia se ha beneficiado con más de tres vueltas de pollo y, al menos, dos detergente e igual cantidad de aceite.
Mas, los cálculos no siempre corresponden exactamente con la realidad. Aún hay personas que no han comprado ni dos vueltas de detergente u otros que todavía esperan por el pollo, aunque a decir verdad sean más los que suman que los que restan.
Que la venta controlada es un modo de acercar los productos a los consumidores en tiempos de pandemia es cierto; que coarta la posibilidad de que los artículos vayan a parar siempre a las mismas manos es verdad; que resulta una de las vías para repartir lo poco que tenemos entre muchos es la más noble de las intenciones… Pero al mecanismo, a casi un año de puesta en práctica, aún deben engranársele no pocas piezas. Porque lo cierto es que a colas revueltas, la ganancia es de muchos, menos de los consumidores.
Esto se ha convertido en una mafia organizada
Y todos los responsables de que esto funcione miran pa’ otro lado y se lavan las manos como Poncio Pilatos.
He ahí las insatisfacciones, el desánimo, el pensar mal del sistema, el de sentirse desprotegido de las mafias que se aprovechan del mal trabajo y la abulia de los cuadros que deberían hacer cumplir los decretos y ordenes ministeriales y del gobierno de país.
Y quizás algún día se den cuenta de lo fácil que sería organizarlo todo y dejar el buró y no ponerse a esperar que álguien de ARRIBA haga su trabajo. SI SE PUEDE.
Es muy triste que nos estemos comparando constantemente y solo para remarcar las deficiencias que, sin obviar las que corresponden a la mala administración o gestión gubernamental, y que las altas esferas del Gobierno reconocen, están ocasionadas en su gran mayoría por la presistencia del bloqueo. A pesar de los anaqueles llenos y las tiendas abarrotadas de comida Haití si está más que empobrecida, lo cual grita que no es tan simple como tener qué consumir, es tener con qué consumir. En Cuba donde las colas, las carencias o las escaseces son el pan nuestro de cada día, sin embargo, nadie está preocupado porque lo desalojen por no pagar renta; nadie está angustiado porque el dueño de su trabajo considere que gasta mucho en empleados y lo despida en ocasiones sin pagarle ni siquiera indemnización; níngún padre está a la espera de cuántas monedas pueda traer el hijo a la casa, si es que la tiene, luego de pasarse horas en un semáforo limpiando parabrisas o vendiendo chiclets -que sobran en los anaqueles-, o haciendo malabares. Cierto que es dificilísimo conseguir una duralgina, pero el que se contagie con la Covid19 -en muchos casos por irresponsabilidad propia- va a recibir toda la atención médica y hospitalaria que necesite y no le van a preguntar si tiene seguro de vida. Y así muchas más cosas. Entonces lo mejor es dejar las comparaciones. Lo mejor es tratar de actuar mejor nosotros mismos para el bien de nostros mismos. Lo mejor es que mos quiten el bloqueo para entonces demostrar si somos capaces o no, y de lo que somos capaces.
Sin ofender, es mi oipnión.
Lo que te quieren decir es que hay otras formas de organizar la distribucion, si aqui estan las bodegas y las casillas practicamente sin hacer nada todo el mes, entonces ¿por qué no se distribuyen los productos en esos lugares y cierran esos pocos puntos de las llamadas shoping que hoy solo sirven para negociar con los productos que nunca llegan equtativamente al pueblo.
Últimamente en la Tienda La Colonial de Trinidad se viola el orden de compra de las bodegas asignadas a ella y siempre resultan beneficiadas lss mismas,amen fe que se reciben otros productos como blomers,blusas,tubos de luz frías, cajitas descodificadoras y no salen s la venta, soo la adquieren amigos,la Brigada y lis dependiente y todos lo ven porque es a luz pública
Por otra parte los cárnicos correspondían en la Tienda Universo que pasó s MLC y nadie ha informado al pueblo donde sera no la fecha,preguntas y preguntas y todo es rvadiva,que clase de orgsnizscon es esta rsim verdadero descontrol y ninguna autoridad o interviene, es hora ya de patat esto.
Es lamentable realmente que una buena intención se vea empañada por la chapusería del cubano, pues en realidad no existe otro calificativo a mi entender. También es cuestionable que existan núcleos en nuestra provincia que no hayan podido recibir en 10 MESES (lo pongo con mayúsculas para que alguien piense en ello, ya que representan 294 al día de hoy) un producto de primera necesidad o en el mejor de los casos una sola ronda de estos productos. Será solamente el problema de la escacés y el desabastecimiento lo que ha provocado este descalabro comercial? Por qué ninguna autoridad facultada e mete de verdad en el problema con ánimo de resolverlo? Por qué ninguna autoridad facultada le da una respuesta al pueblo mediante la prensa sobre esta problemática? Perdón si se me malinterpreta, pero creo que esto tiene que PARAR YA. Dejémonos de darnos justificaciones o hacer análisis globales de: (cuánto se ha vendido entre la cantidad de habitantes del territorio, se le llegó 3 o 4 veces a cada consumuidor, sólo por poner un ejemplo de los que se llevan a informes) Estos son tiempos que se imponen maneras diferentes de pensar, analizar y accionar. Son tiempos de poner el oído pegadito a la tierra como nos enseñó nuestro querido Raúl, y dejar los facilismos a un lado. El desabastecimiento nunca va a ser la causa elemental de los males que este artículo refleja, lo digo reiterativamente y con toda intención. Falta un poco más de seriedad, responsabilidad y compromiso con el pueblo, nuestra dirección histórica bien nos enseñó que un hombre en la batalla hace la diferencia, por lo tanto ningún hombre puede quedar desamparado. Un abrazo Escambray.
Buenos dias: Es cierto que el sistema de cartabon de bodegas y el control que se habla por numero del nucleo es un sistema mas justo-pero sigue teniendo dificultad- y pongo el ejemplo:Quien establecio el derecho a comprar con dos libretas aunque sea por nucleo -este sistema altera el orden numerico que tiene el consumidor y esto afecta a la hora que no se distribuye el producto con mayor cantidad.Pongo el ejemplo: -Porque si tengo el 500 en la bodega tiene que comprar el 800 deden analizar esta situacion-al igual que los impedidos fisicos-hay que bucar la forma de hacercar el producto a los encamados y enfermos criticos
Se apraude la decisión tomada, ojalá en toda Ciba se tome la misma indicativa, porque la crisis QUE se esta viviendo se puede com parar con la vivida en los años 90 del pasado siglo, yo diria que nunca salimos de ellas pero se vio mejoria económicas, hasta el inicio de las medididas tomadas por la pandemia, Despues del 1/1/21se acentuó mas la crisis con medidas economicas fuera de lugar y tiempo, pero aqui estamos y creo que no seria mas justo que vender todos los productos por la libreta, en crisis extrema, medidas extrema, aplaudo la medida y que la capital cubana la acoja como suña al menos por un año fiscal, vivamos en armonia seamos equitativo…..
Por que los administradores de las Tiendas de Las Cadenas no quieren que las Brigadas LCC conozcan los inventarios iniciales de lo que se va a vender, que derecho se esta violando, cuantos núcleos mas serian beneficiados, cual es el papel del coordinador del gobierno, por que se benefician tanto los trabajadores de las tiendas de la cadena y sus conocidos.
Me gustó el artículo. Es un tema bastante polémico. Pero me surge la duda, acaso los 47 artículos de los que se habló por la dirección del país que se garantizarían en las tiendas recaudadoras de divisas son el pollo, aceite, detergente y a veces champú? Dónde están los otros? O es que ahora son 10 Y los otros 37 pasaron a MLC? Por fa. Somos un pueblo culto
El problema de la repartición equitativa es una utopía cuando no existen los productos en cantidades suficientes, pero ante tal fenómeno se pudiera controlar mucho mejor si se hubiera repartido de la misma forma que se han repartido los insumos de la llamada cuota, que al menos por más de 60 años ha estado funcionando sin muchos problemas, en cada tienda de víveres existe el control de lo que se te vende, pero para variar y como ha dado tanto resultado vender sobre todo los módulos de cocinas de inducción, realmente un relajo, donde muchos para adquirirlas tuvieron que pagarlas a sobreprecio. Entonces pasa como dice el artículo “se desproporciona la balanza de los consumidores es la disparidad en los productos que se venden por cada cadena” y por otra parte da la posibilidad que se produzcan irregularidades de todo tipo por parte de los administradores, pues le da margen por la falta de control que sucede al salir de las tiendas de víveres convencionales. También es verdad que nuestras tiendas no tienen las condiciones para congelamiento ni mantención de frío, pero algunas tiendas de esas que ya no se sabe de qué son, tampoco tienen condiciones para frio. Aun así, la mejor solución considero que sea que esos productos lleguen a las tiendas tradicionales y si llegan 20 tubos de pasta ya se sabe que deben estar anotados en el llamado cartabón los 20 consumidores. saludos