Si delinear las alternativas del devenir económico actual y su trazado futuro en medio de complejidades de todo tipo define un campo de trabajo inacabable para el Partido, tal vez la obra más estratégica de cuantas tiene delante la organización política es la tremenda tarea de enseñar a las generaciones más jóvenes a sentir la historia de la nación.
Postulado bien distante de ser consigna y que afinca su esencia en la impostergable misión de atemperar el trabajo político ideológico a las circunstancias actuales, donde converge la continuidad de la conducción del país en las nuevas generaciones, con los desafíos que emanan de la guerra tecnológica comunicacional, dirigida con precisión a los jóvenes y al desmontaje de la historia y los valores.
Por eso no fue casual que la Comisión de Funcionamiento y Trabajo Ideológico, como parte de sus sesiones en el Congreso, debatiera asuntos medulares para el futuro de la sociedad cubana, en los que la máxima organización política del país está llamada a asumir un rol protagónico y muy cercano a las nuevas generaciones.
De ahí una de las certezas emanadas del debate de la Comisión de Funcionamiento y Trabajo Ideológico de la organización, que al Partido le corresponde ser la fortaleza de las instituciones educativas en todos los niveles, prestar atención y ser el apoyo de estas en la tremenda tarea de enseñar a las generaciones más jóvenes a sentir la historia de la nación, a aprehenderla y honrarla, para asegurar no solo el futuro de militantes conscientes, sino la preservación de los principios que nos han legado las gestas revolucionarias.
Medular resultó la reflexión de Abel Prieto Jiménez, presidente de Casa de las Américas, sobre la necesidad de impartir las clases, a cualquier nivel, de manera más atractiva, y sugirió la utilización de productos audiovisuales. Existen ejemplos, dijo, del impacto que puede tener sobre masas de jóvenes un buen material audiovisual en torno a hechos históricos. Entre los ejemplos destaca la serie Lucha contra bandidos o el filme Inocencia, que tuvieron gran impacto en las nuevas generaciones.
Por esos mismo hilos del debate, Ena Elsa Velázquez Cobiella, ministra de Educación y delegada por la provincia de Santiago de Cuba, destacó la alta responsabilidad de los educadores, en primer lugar, de formar integralmente a niños y jóvenes, lo que no solo se logra desde la academia, sino también desde la educación en cultura, en temas ideológicos y, por supuesto, la historia.
En tal sentido esbozó que, con el objetivo de priorizar la formación y preparación de los maestros en la enseñanza de la historia nacional y local, ha sido necesaria la colaboración de las academias de historia, especialistas, investigadores e intelectuales, entre otros actores, para garantizar paulatinamente que el estudio y profundidad en conocimientos de nuestros profesores se corresponda con maneras más atractivas y eficientes de instruir.
Si un consenso emanó de las intervenciones y el debate de los delegados fue la pertinencia de incentivar el estudio y profundización de la historia, ante la necesidad de hacerle frente, con estrategias acordes a las nuevas dinámicas, al contexto social y comunicativo que se ha manifestado durante los últimos años en casi todo el mundo.
Esencial fue también la alerta de Abel Prieto acerca del fenómeno comunicativo actual: la vorágine de Internet y las tecnologías de la información, en general, han sido un factor importante en la tendencia cada vez más afianzada de las personas a leer menos, a actualizarse solo con los titulares, aunque estos contengan distorsiones, mentiras que, inclusive, se replican.
Atinada resultó la reflexión de la invitada Arleen Rodríguez Derivet , al considerar que, en el análisis de ese asunto, “hay que tomar en consideración los cambios generacionales, tecnológicos, la forma en que la juventud consume los contenidos”.
Sobre los desafíos en el trabajo ideológico y en la formación de las nuevas generaciones, que supone también encarar las amenazas de la guerra tecnológica comunicacional, opinó Rosa Miriam Elizalde Zorrilla, invitada y vicepresidenta primera de la Unión de Periodistas de Cuba.
Tenemos dijo una gran capacidad de maniobra, proporcionada por la Revolución en el poder, el alto consenso social que se demuestra todos los días, el potencial científico y la posibilidad de crear equipos multidisciplinarios para hacer frente a esa dinámica. Somos un país con gran visión estratégica y, además, contamos con la certeza histórica de que no hay tecnología que pueda contra la voluntad de los pueblos.
(Con información de Granma)
Trabajo Politico- Ideologico.
**Hay que aclarar que cosa es el trabajo político ideológico porque muchas veces se sabe el término pero no el contenido.(TPI).
**Hay que enseñar el ABC de este trabajo a nuestros Cuadros y directivos, no puede ser solo dominio de los que proceden de las filas del PCC y la UJC dónde más se trabaja esto, porque hay muchos que proceden de otras fuentes de formación.
** Los escritos y notas de los clásicos, Lenin, Martí, Maceo, Fidel, Raúl, Che Máximo Gómez y otros, junto a las decisiones del PCC y el Gobierno deben ser la base para el TPI de los revolucionarios cubanos, esto no pasa nunca de moda y no pueden faltar, estar fuera ni estar de salida, pasar a un tercer plano o darle pobre utilización.
**Todo el sistema de medios informativos cubanos, el sistema de Educación Superior y de Educación, Los Órganos Armados, así como todas las organizaciones políticas y de masas, No Gubernamentales y del Sistema Empresarial debían tener de cierta forma una imbricacion en las informaciones políticas que se dan a la población.
**Los órganos ideológicos del PCC a todos los niveles deberían rectorear mensual está labor para todas las estructuras, potenciando junto con el MININT circunstancias de la labor subversiva en cada lugar, dirección del TPI, en que lugares enfatizar en esta labor.
**Se deberian coger experiencias de las formas y métodos para desarrollar el TPI que tiene las FAR y el MININT.
**Se debe regresar a la sensura de materiales que denigran la política de Cuba y sus socios que hoy pululan en películas, videos, series del exterior y otras vías que se ofertan en bancos particulares de películas en cualquier lugar, dónde además se esconden tambien otros materiales. Es suficiente con la labor subversiva que ya hoy tenemos que enfrentar en las redes sociales.
**NO puede faltar personal calificado para explicar los clásicos e impartir clases o más que eso dotar de instrumentos para la
lucha de clases a los nuevos revolucionarios y directivos políticos de está época.
**No puede estar ajena la divulgación de libros con estos contenidos y conocimientos políticos ni tampoco debe faltar en los programas de educación cívica y patriótica de las escuelas, estos libros deben estar en todas las bibliotecas.
No es suficiente que seamos un país revolucionario. No sé aprende por serlo. Hay que seguir estudiando.
Con la caída del campo socialista y en especial de la URSS se dio de manera sutil, por terminada, por EU y Occidente, como parte de la guerra no convencional y subversiva, la época del proletariado y de los clasicos.
**Incentivar muchos mecanismos de trabajo, intercambio, actividades conjuntas y otras muchas formas de consultas con esos libros y documentos tanto en Cuba como en otros países que hoy llevan esas luchas y sus derrotas han demostrado que son muestra de mal del minio del ABC marxista.
**Estás tareas no pueden quedar solo en las escuelas políticas o del PCC.
**Vemos con preocupación cómo muchas de las organizaciones y partidos, que luchan en muchos países por un mundo mejor, lo primero que les falta es conocimiento sobre la sociedad, poder político, luchas de clases, el proletariado, la defensa de la clase obrera, la unidad de las fuerzas revolucionarias y otras muchas estrategias de la guerra política ideológica que en fin se enseñaron por los clásicos del marxismo en sus luchas revolucionarias de varias decadas. Las victorias que siguieron a la revolución de octubre y de las cuales también tuvimos influencias nosotros bajo la dirección de Fidel incluyeron las doctrinas del marxismo leninismo. No fue un espejismo. Y es que esas cosas siguen vigente para enfrentar un mundo cada vez más violento, más reaccionario, en el que la derecha con más fuerza se impone y por tanto son necesarios para la lucha actual cada vez más politizada. Si ha tenido nuestro partido una fortaleza en estos años con la militancia nuestra, es el estudio de estos documentos en las organizaciones de base, cuestión que hoy no sé debe perder en todos, incluidos los nuevos ingresos.
El resumen del VIII CONGRESO DEL PCC DEBE SER CON UNA MEMBRESÍA CADA VEZ MAS MARTIANA, MARXISTA Y FIDELISTA.
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