En un cable de la rusa Sputnik News desde Río de Janeiro, Brasil, se informa que el expresidente de ese país, Luis Inácio Lula da Silva aseguró que fue víctima de una grave mentira jurídica, después de que la Justicia anulara las condenas que lo llevaron a la cárcel.
El expresidente y líder histórico del Partido de los Trabajadores de Brasil —hoy capitaneado por Gleisy Hoffmann—, expresó textualmente: «Fui víctima de la mayor mentira jurídica contada en más de 500 años de historia». Esta declaración la hizo Lula en sus primeras palabras tras la decisión judicial que le permite ser candidato en las elecciones presidenciales de 2022.
Luego, el popular político carioca añadió que no hay un brasileño con más motivos para guardar rencor que él, pero que no tiene ese odio.
«Sinceramente, no lo tengo porque el sufrimiento que el pueblo brasileño está pasando, el sufrimiento que los pobres están pasando en este país es infinitamente mayor que cualquier delito que cometieron contra mí», aseguró. En este sentido expresó su solidaridad con las víctimas de la COVID-19 y reconoció la abnegada y peligrosa labor de los “héroes y heroínas” del sistema de salud pública.
También manifestó Lula su agradecimiento al hoy presidente argentino Alberto Fernández por la valentía demostrada al visitarlo cuando estuvo preso en la cárcel de Curitiba, aun sabiendo que eso podía perjudicarlo electoralmente en su país. Agradeció además el gesto del Papa Francisco, que envió a un emisario a Curitiba, y su lucha contra la desigualdad, así como el apoyo de todas las personalidades políticas que se solidarizaron con él mientras estuvo en la cárcel.
El querido político brasileiro se emocionó especialmente al evocar a las personas que estuvieron acampadas frente a la sede de la Policía Federal de Curitiba: «Estuvieron allí 580 días, todo el santo día, me despertaba, comía y me iba a dormir con mujeres y hombres de Brasil gritando mi nombre», recordó.
Acerca de las elecciones previstas para 2022, el experimentado líder izquierdista señaló: «Estamos pensando en 2022, vamos a debatir si habrá un candidato de un frente amplio —de varios partidos de izquierda—, o si habrá un candidato del Partido de los Trabajadores». Luego remarcó que hay un momento para todo y que la prioridad ahora es recorrer Brasil «para hablar con el pueblo».
A continuación, apuntó: “Antes soñábamos con volver a hacer este país grande (…) por eso quiero dedicar el resto de mi vida (…), y espero que sea mucho, a recorrer este país para conversar con el pueblo; el pueblo no puede permitir que un ciudadano que causa los males que Bolsonaro causa (…) continúe gobernando y vendiendo el país, algo vamos a tener que hacer para que el pueblo pueda volver a soñar», dijo.
Aludiendo a su edad avanzada —75 años— Lula afirmó que se siente joven «para pelear mucho» y con energía suficiente para asumir la construcción de ese sueño: «La palabra desistir no existe en mi diccionario», subrayó, pero matizó que el tema de una hipotética candidatura en 2022 se debatirá «más adelante».
En relación con Bolsonaro, el que fuera primer presidente obrero del gigante suramericano no dejó dudas al puntualizar que Brasil no tiene gobierno y que es urgente apartarlo del poder, por lo que pidió que la izquierda se movilice y empiece a trabajar desde ya en las elecciones de 2022. Acto seguido solicitó a los brasileños que se vacunen contra la COVID-19 y criticó duramente a Bolsonaro. «No sigan ninguna decisión del imbécil del presidente de la República o del ministro de salud, ¡vacúnense!», insistió.
Lula, quien se vacunará en Sao Paulo la próxima semana, remarcó que si Bolsonaro “respetase” al pueblo brasileño en marzo del año pasado habría creado un comité de crisis para afrontar la pandemia y habría priorizado el dinero para comprar el máximo de vacunas posible.
En su opinión, en la actualidad Brasil sufre con la falta de vacunas «porque un presidente se inventó una tal cloroquina y dijo que laCOVID-19 era una gripecita, una cosa de cobardes; ese no es el papel de un presidente de la República en el mundo civilizado». Luego destacó: “Este país no tiene gobierno, este país no cuida de la economía, no cuida del empleo, del salario, de la salud, del medio ambiente, de la educación de los jóvenes o de los niños de la periferia, ¿de qué cuidan?», lamentó el expresidente.
Como se ha estado divulgando, el 8 de marzo el juez del Tribunal Supremo Federal Edson Fachin anuló las condenas por corrupción que pesaban sobre Lula por irregularidades en el proceso, con lo que este recuperó la posibilidad de presentarse como candidato en las elecciones presidenciales de 2022.
Al día siguiente, 9 de marzo, el Supremo también empezó a deliberar sobre un recurso presentado por la defensa de Lula hace años en que se pedía que las condenas se anularan sobre la base de la presunta parcialidad del juez Sérgio Moro; la sesión se suspendió sin que los jueces emitieran una decisión final.
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