El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva aseguró que nunca deseó tanto ser hoy presidente de Brasil a los 75 años, aunque todavía sigue sin confirmar oficialmente su candidatura para las elecciones de 2022.
En una secuencia de mensajes en la red social Twitter, el fundador del Partido de los Trabajadores (PT) escribió que ‘no tiene derecho a retirarse’ y está ‘en línea’ para presentarse a la presidencia, pues ‘un ser humano que tiene una causa solo deja de luchar cuando muere’.
Según Lula, estuvo convencido que cumplió su misión de vida cuando consiguió sacar a Brasil del mapa del hambre. ‘Pensé que mi trayectoria de lucha había terminado. Y fue entonces cuando aprendí una cosa: un ser humano que tiene una causa solo deja de luchar cuando muere’, afirmó. ‘No tengo derecho a retirarme, ni a callarme, ni a cargar con el odio. Y el PT tiene la obligación de volver. Más adelante definimos la candidatura. Todavía no soy candidato. Pero estoy en la cola’, aseveró.
Lula inició esta semana un viaje por el Nordeste del país que se percibe como el comienzo de su andar hacia la candidatura al poder en 2022.
En Recife, capital del estado de Pernambuco, se reunió con dirigentes del Partido Socialista Brasileño, incluido el gobernador de la división territorial, Paulo Câmara.
Detalló que está ‘muy dispuesto a hablar y a establecer alianzas políticas. Solo hay una cosa a la que no voy a renunciar: hay que incluir al pueblo en el presupuesto. A partir de ahora, no pararemos nunca. Recorreremos el país’, vaticinó.
Las encuestas electorales señalan a Lula como líder en la carrera presidencial, perfilándose como el principal opositor del gobernante Jair Bolsonaro.
En su segundo día de visita al Nordeste, todavía en Recife, el exdirigente obrero dejó claro que solo tomará la iniciativa de hablar con los militares si derrota a Bolsonaro ante las urnas el próximo año.
‘Lo que vamos a hacer con las Fuerzas Armadas es que cumplan su función constitucional. Las Fuerzas Armadas existen para garantizar la soberanía nacional contra posibles enemigos externos’, apuntó ante la prensa.
Precisó que ‘si quieren meterse en política, (los militares deberían quitarse) el uniforme, convertirse en ciudadanos de a pie y entonces podrán ser candidatos a todo’.
Cuando gane, remarcó, ‘hablaré porque entonces seré su jefe y diré lo que pienso y cuál es su papel. Porque definitivamente la democracia no soporta un Estado civil gobernado por casi seis mil militares que ocupan cargos de confianza en el gobierno de Bolsonaro’.
De acuerdo con la agenda del recorrido, el expresidente visita este martes Teresina, capital del estado de Piauí, donde participará en actividades con líderes políticos, movimientos sociales y empresarios.
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