Independientemente de que marzo suele presentar escasas precipitaciones porque se ubica dentro del período seco, este tercer mes del año se caracterizó por ser extremadamente seco y con temperaturas por encima de la norma para la época.
Según el resumen elaborado por el Grupo de Pronósticos del Centro Meteorológico Provincial, su lámina media de lluvia es de 52 milímetros, pero en este 2021 las estadísticas preliminares de la red pluviométrica de Recursos Hidráulicos dan fe de que en la provincia solo cayeron 5,5milímetros, lo que representa apenas el 11por ciento de su promedio histórico.
Este comportamiento lo ubica como el marzo que menos precipitaciones tuvo en el último decenio, situación que reafirma la tendencia de los últimos años: desde el 2011 a la fecha han prevalecido totales de precipitaciones inferiores al 50 por en este período, que solamente en el 2019 tuvo un comportamiento propio de la época.
En general en el territorio prevalecieron los días sin precipitaciones con 18, seguido de las jornadas donde se reportaron en el rango de aisladas con 13, lo cual refuerza la evidencia de la escasez de lluvias en el período evaluado.
Por territorios, ningún municipio alcanzó siquiera la quinta parte de sus respectivas normas: el que más se aproximó fue Trinidad que terminó al 18 por ciento, mientras que Fomento fue donde menos llovió (apenas el 6 por ciento); en tanto el resto se mantuvo entre el 13 y el 8 por ciento de sus medias históricas.
Puntualmente, el mayor acumulado de precipitaciones en un día de marzo se ubicó en la localidad de Iguará, municipio Yaguajay, con 38.1 milímetros y 33.0 milímetros el día 9, debido a los nublados transportados desde el mar por los vientos moderados de región nordeste.
En cuanto a las temperaturas se aprecia que en general tuvieron un comportamiento por encima de la norma para la época, con todas las anomalías positivas y por encima del grado Celsius, sobre todo en la estación de Sancti Spíritus, donde se reportaron 2 grados por encima de la máxima media, y en el Sur del Jíbaro, donde se registraron 2.1 grados por encima de la mínima media.
Durante la mayor parte del mes prevaleció la influencia de las altas presiones migratorias, mientras que de los tres frentes fríos que arribaron al país, solo los dos primeros transitaron por la provincia, con muy aisladas lluvias y sin cambios térmicos considerables.
En marzo sucedieron dos fenómenos que se pueden considerar como extremos, a pesar de haberse presentados de forma muy local y casi sin muchas condiciones meteorológicas favorables.
Uno ocurrió el día 18, cuando se reportó un supuesto «tornado» en Taguasco, que en realidad no fue tal, sino un remolino de viento en torno a una columna de aire muy caliente que asciende llamado «tornado de fuego», pero en este caso el fuego era muy débil y lo que delató la presencia del remolino fue el humo.
El otro fenómeno ocurrió el día 19 en Cabaiguán y sí se considera como tormenta local severa, aunque sin lluvia alguna ni granizos, solo vientos fuertes, que dañaron totalmente unas 750 planchas de fibrocemento de los techos y afectaron las líneas eléctricas del estadio de pelota, del restaurante Siboney y de algunas viviendas.
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