Escambray Periódico de Sancti Spíritus
Ya es hora de que la prensa, no solo cubana, deje de escribir COVID-19, engorrosa forma gráfica que combina letras mayúsculas, guion y caracteres numéricos.
En primer lugar, se ajusta perfectamente a la normativa ortográfica académica la escritura íntegra de covid en minúsculas, toda vez que es una sigla lexicalizada, consecuencia del abundante uso que ha tenido en el último año y medio. Es casi seguro que la mayoría de los hispanohablantes ignoren el significado de las voces plenas que esta sigla abrevia, sobre todo por su origen inglés, y además porque la combinación se ajusta a los patrones silábicos de nuestra lengua y puede pronunciarse como una palabra ―[co.víd] ~ [có.vid], según el país―, razón por la cual se considera un acrónimo, semejante a ovni y sida ―provenientes de la siglación de expresiones complejas en español― o a láser y radar ―resultantes de igual proceso en inglés―.
Notemos que sida y covid ―como también sarampión, sífilis, dengue, artritis reumatoidea…―, en tanto nombres comunes de enfermedades, ni siquiera llevan mayúscula inicial ―regla que se ignora con frecuencia―, al contrario de otros acrónimos que constituyen etiquetas identificativas del nombre de instituciones: Mercosur, Uneac, Minsap, etc.
Por otra parte, del mismo modo que enfermedad de Parkinson y enfermedad de Alzheimer se reducen a las formas párkinson y alzhéimer en la lengua común y de los medios de comunicación, o asma bronquial e hipertensión arterial aparecen como asma e hipertensión a secas, porque son variantes truncas lo bastante claras y comprensibles, así covid-19 podría, y debería, acortarse sistemáticamente en la prensa como covid.
De hecho, el diccionario académico ya ha lematizado este sustantivo sin el número, dejando la forma completa como propia del vocabulario médico. Solo le faltaría incluir la variante en minúsculas. Demore o no este lexicón en hacerlo, las normas vigentes de la propia Ortografía académica permiten que escribamos covid. ¡Hágase sin un ápice de temor!
Esto, además, haría viables las formas poscovid y anticovid, en lugar de las complicadas pos-COVID-19 y anti-COVID-19, que ya han comenzado a circular. Cuando el diccionario académico incluya el sustantivo covid en minúscula, deberá considerar la alternancia gráfica que se deriva de la diferente pronunciación del vocablo en el ámbito hispano. Para algunos hablantes ―los cubanos entre ellos―, en cuyas comunidades lingüísticas ha triunfado la articulación aguda, quedará la forma gráfica covid. Para otros hablantes, sin embargo, deberá sancionarse la variante cóvid, que refleja en la escritura la dicción llana.
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Escambray / ISSN 9664-1277
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