El nombre de Osniel Lázaro Melgarejo Hernández resulta recurrente en los titulares del voli mundial en los últimos meses. Sus ataques lo sitúan entre los mejores jugadores de la Liga Francesa con la chamarreta del club Chaumont Volley Ball 52.
Lo ha hecho en la más difícil de las campañas, en la que debió lidiar con un rival tan o más complicado que los 13 equipos que debe enfrentar en la liga profesional gala.
“Desde que llegamos en noviembre todo el equipo, incluido el entrenador, cogió la COVID-19, tuve varios síntomas, sobre todo los tres primeros días que fueron los más complicados, con mucho dolor de cabeza, debilidad, decaimiento…; lo más difícil es que estaba lejos de mi país, estuve como 20 días dentro de la casa haciéndomelo todo, solo éramos mi teléfono yo y la gente con la que hablaba todos los días: mi mamá, mi novia, mi hermano, el resto de la familia… Ellos me daban fuerza y estaban al tanto de todo, pero quería estar allá, hasta lloraba, extrañaba mi país y mucho más a mi mamá porque soy muy apegado a ella. Realmente no me dio miedo porque tenía fe en que iba a salir bien de todo eso”.
Aunque volver a la cancha fue otro reto, lo hizo ayudado por sus 24 años, su fortaleza física, su mente y sus enormes ganas de imponerse.
“Después con el tiempo, los medicamentos, la alimentación, que es fundamental, me fui recuperando perfectamente; pero volver a la cancha fue fuerte por las secuelas que deja la enfermedad, por lo menos las dos primeras semanas que tuve hasta falta de aire y solo tuvimos una semana para prepararnos y empezar la liga: era volver a recuperar el físico y la concentración, pero poco a poco fuimos recobrado nuestro nivel, con paciencia y fe”.
Y la cancha fue el mejor remedio. Punto a punto, Melgarejo se ha convertido en pieza clave de su club, otro paso dentro del voli profesional que lo ha ayudado a crecer como atleta.
“Hoy estamos súper bien, acoplados, estamos entrenando fuerte de dos horas y media a tres, remarcando mucho sobre el ataque, con diferente penetración, por zona cuatro; soy atacador-receptor y me siento cómodo en esa posición”.
Agradece la oportunidad de compartir en su club con otros dos cubanos: Jesús Herrera y Roamy Alonso: “Nos apoyamos mucho y somos los que llevamos el peso del equipo, sobre todo en el ataque y también en lo físico que es sumamente importante”.
Tras brillar tres temporadas en la liga argentina, el cabaiguanense se fortifica en una superior que le ha exigido mucho en lo personal.
“Es muy competitiva, son 14 equipos, todos muy bien preparados, si vas con el último de la tabla, ese también te quiere ganar, no importa que tenga dos o tres puntos. Para mí está entre las primeras cuatro o cinco ligas de Europa, es de mucho juego. En Italia, Alemania y Brasil ya empezaron los play off, acá todavía estamos en fase de grupos.
“En lo personal es difícil porque acá tácticamente te estudian muy bien y mi potencial es en la diagonal y los equipos te juegan ahí y entonces tenemos que entrenar el ataque hacia la línea y es algo que lleva una preparación mental, estudiarse uno mismo porque cuando te miras en los juegos, llevas a la cancha una visión mucho mejor, es lindo estudiarse desde afuera”.
Melgarejo aspira a Francia le allane el camino hacia un escalón superior. También que pueda revertirse en tantos a favor del voleibol cubano.
“Estoy pasando por un buen momento y el deportista quiere un nivel más alto, pero hay que ir por pasos, gateando primero para caminar después, es como un trampolín para llegar a la mejor liga del mundo y a la que todo deportista quiere llegar que es la italiana y por eso es muy bueno pasar por aquí, allá hay que llegar bien en lo físico y lo mental.
“Creo que todos los cubanos que estamos en ligas extranjeras hacemos un buen papel, para luego llevarlo a Cuba y buscar los resultados que queremos para el próximo ciclo olímpico”.
Es hora del PCR, otro de los tantos que se ha practicado en estos largos meses. Cerramos el videochat que me deja ver su rostro de niño alegre y bello, con unas libras de más y unas ganas inmensas de volver.
“El primero de abril empiezan los play off, muchos están cansados y es lo normal porque la liga es larga, pero nosotros los cubanos nos sentimos bien y vamos a luchar duro por ganar. Pienso estar a principios de mayo en Cuba, quiero como nunca estar con mi familia y en mi país que amo con la vida”.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.