Quizás en algún otro lugar del mundo no, pero en Cuba la Revolución debía nacer con un escudo protector. Asediado por quienes durante centurias han aspirado a apropiárselo, como un objeto u adorno más, el país ha debido lidiar con cualquier tipo de planes en su aspiración por una vida digna, plena y, sobre todo, independiente.
Integrante del territorio de Las Villas desde los tiempos de la colonia hasta 1976, cuando tuvo lugar la División Político Administrativa del territorio nacional, Sancti Spíritus ha transitado por estructuras diferentes, pero siempre bajo la mirada vigilante de quienes laboran sin cansancio para resguardar la tranquilidad de su gente.
El 6 de junio de 1961, como una necesidad en el camino de consolidar la Revolución, se crea el Ministerio del Interior (Minint), al frente del cual fue nombrado el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez. Con ese acto se unificaban todos los cuerpos policiales y de investigaciones existentes, en sustitución del hasta entonces Ministerio de Gobernación. En lo adelante y hasta los tiempos que corren no han variado las dos funciones principales: resguardar el orden público y garantizar la seguridad del Estado.
Se adscribirían al mismo cuerpo el Departamento de Información, conocido entonces como el G-2, con la denominación de Departamento de Seguridad del Estado, así como la Policía Nacional Revolucionaria y la Policía Marítima.
La historia del Minint en Sancti Spíritus es memoria viva de sabotajes, asesinatos y planes desestabilizadores, por un lado. Por el otro, es el recuento de la lucha abierta o encubierta, la información obtenida desde el anonimato de los dobles agentes, la captura de elementos que procuran poner escollos al desarrollo económico o amenazan las vidas de los ciudadanos, la contención del delito…
Larga es la lista de operaciones que se han llevado a cabo en esta central región de Cuba en función de esclarecer hechos que atentaban contra el normal desarrollo de la vida socioeconómica. Como parte de planes de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos, agentes radicados acá han buscado, por mucho tiempo, el caos que detuviera el avance por el camino socialista y devolviera el archipiélago al capitalismo.
Entre los casos más importantes operados en la provincia y recogidos en el Museo del Minint en este territorio figuran el
Uruguay, con más de 140 hechos de sabotaje a las reparaciones que tendrían lugar con miras a la zafra de 1970; Presa, enfilado a impedir el éxito en la construcción de obras hidráulicas; Río Zaza, a principio de los 60, como parte del cual contaminaban las mezclas de las compotas, la leche condensada y otros productos, inclusive con vidrios.
Pero como no todo el daño viene del extranjero, también contra quienes delinquen en su afán de lucrar a costa del Estado se han dirigido las acciones. En la nómina de estas se cuentan, por ejemplo, el Caso Cebolla,que años atrás dejó al descubierto el modus operandi mediante el cual rastras cargadas de negligencia y engaño viajaban, a modo de anzuelo, para encubrir las ventas ficticias de ajo y cebolla por parte de la Empresa de Cultivos Varios Banao.
A este se suma el Caso Asalto, en octubre del 2011 (Cacique en el espacio televisivo Tras la Huella), en el cual se acudió al secuestro de un conductor para apropiarse del cargamento de cerveza que era transportado de Holguín hacia La Habana.
Otros operativos han logradoesclarecer delitos económicos diversos, como el del complejo arrocero Sur de El Jíbaro cuando se falseó la existencia real de cabezas de ganado, o cuando se detuvo una importante cadena de hurto y sacrificio de ganado mayor en lo que se denominó Caso Autopista, operado de conjunto con el Departamento Técnico de Investigaciones de Cienfuegos.
Pero junto a todo eso ha estado, en estas seis décadas, de manera priorizada, la seguridad de la ciudadanía, a través de las miles de investigaciones que han permitido detener a los responsables de múltiples delitos y la devolución, en muchos casos, de los bienes que habían sido robados.
Una particularidad distingue el quehacer del Ministerio del Interior en Sancti Spíritus, y es el hecho de que la denominada Lucha Contra Bandidos tuvo por escenario principal la sierra del Escambray, radicada en suelo espirituano. Como parte de esa historia emergen nombres imprescindibles ligados a la captura de los principales jefes de aquellas bandas contrarrevolucionarias, entre ellos, y con un mayor destaque, el de Alberto Delgado Delgado.
“En lo que es hoy Sancti Spíritus operaron alrededor de 130 bandas y grupos de bandidos, así como cientos de sus efectivos. Aquí asumieron un papel muy importante los órganos de la Seguridad del Estado con su red de agentes, infiltrados en sus filas”, remarca el teniente coronel de la reserva Sergio García Díaz, historiador del órgano armado en la provincia.
Y no hacen falta muchas explicaciones cuando se tienen delante, en las vitrinas de rigor, los fusiles que pertenecieron al comandante Armando Acosta Cordero, armas de las que se usaron en la Limpia del Escambray, fotografías de las honras fúnebres al Hombre de Maisinicú o la boina que solía usar Bernardo Arias Castillo, joven combatiente asesinado en 1961. Por fortuna, ahí están los hombres y mujeres de ese cuerpo armado, codo a codo con el pueblo, y en esta etapa de enfrentamiento a la COVID-19 se les ha visto en las calles, preservando el orden y ayudando a cuidar la salud del pueblo.
Muchas felicidades para todos los miembros del minint por el 60 aniversario .felicidades hermanos
Quiero ver el video por aniversario 60 del minint en Sancti Spiritus
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