Si de cantidad de cartas atendidas y de secciones publicadas en este espacio se trata, el 2020, contrario a lo que cabía esperar, no resultó mejor, sino mucho peor que su antecesor 2019, un período de por sí ya especial en materia de comunicación entre Escambray y sus lectores.
Justo con un resumen de aquel año iniciábamos enero, en una reseña en la cual hablábamos de las difíciles circunstancias de la etapa analizada, cuando la columna dejó de aparecer en 20 ediciones, pero salió a la luz en 28. La singular coyuntura vivida a partir de septiembre, cuando se paralizaron muchas de las actividades del país por falta de combustible como consecuencia del bloqueo económico a Cuba por parte del gobierno de los Estados Unidos, que cobró fuerza inusual, se hizo notar también en esta sección.
Sin embargo, lejos estábamos de imaginar lo que vendría después. Valga comenzar diciendo que si la mayoría de las veces durante el 2020 el espacio se mantuvo ausente (30 números de los 51 publicados) ello obedeció a la preeminencia del tema sobre el que más se ha escrito durante etapa alguna en este órgano de prensa: una emergencia sanitaria, específicamente la COVID-19, pandemia de alcance mundial.
Por segunda ocasión en su historia —la primera fue el período especial—, la prensa impresa espirituana dejó, por períodos de tiempo más o menos prolongados, de recibir mensajes escritos por quienes nos leen. Pero incluso así las cartas llegaron intermitentemente, aunque algunas debieron ser aplazadas para atenderlas cuando la situación epidemiológica del territorio mejoró.
Si bien el balance por municipios se inclinó claramente hacia la cabecera provincial, también nos llegaron misivas contentivas de inquietudes o sugerencias desde Trinidad, Cabaiguán, Yaguajay, Fomento y Taguasco, aunque con solo dos en los primeros tres casos y con uno en los últimos.
La respuesta del Hospital General Provincial Camilo Cienfuegos acerca de una queja publicada a finales de 2019, la necesidad de vivienda confortable para un ciudadano cuya situación fue valorada como crítica, las carencias y falta de atenciones en la comunidad espirituana de Dos Ríos, solicitud de teléfonos en una barriada trinitaria y déficit en el abasto de agua a determinados lugares (reiterado) fueron algunos de los asuntos tratados entre enero y diciembre.
También, insatisfacción por la unión en una sola de dos unidades comerciales destinadas al expendio de los víveres, el incumplimiento de una sentencia dictada por el Tribunal Municipal de Sancti Spíritus y el no otorgamiento del carné de la Aclifim a personas con determinadas discapacidades.
Se dio tratamiento a 23 comunicaciones recibidas por correo postal o a través de la vía electrónica, entre las cuales sobresalieron al menos seis que abordaban el vertimiento de aguas residuales, por roturas de la red de alcantarillado; o de agua potable en la vía pública, debido a trabajos que quedaron inconclusos. En uno de esos casos se dio por solucionado el problema, cuando en realidad no era así.
La solicitud de subsidios para la construcción o el mejoramiento de las viviendas estuvo también presente en la columna, así como el tema de la COVID-19 propiamente, con opiniones de espirituanos que nos escribieron para emitir sus consideraciones e incluso dedicar poemas al personal de la Salud que enfrentaba la pandemia.
Fueron abordados, además, las dificultades para adquirir el jabón medicinal en la red de farmacias y el suministro inestable de productos controlados que se expendían en la red de divisas.
El apartado de Cartas de los lectores continúa abierto y les desea a todos un 2021 cargado de paz, salud y mucha dicha.
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