Como un enfoque muy integral, y realista, calificó el Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, el plan de prioridades que BioCubaFarma (Grupo de las Industrias Biotecnológica y Farmacéutica de Cuba) ha diseñado para los tiempos que se aproximan.
La valoración del Jefe de Estado tuvo lugar este viernes durante el resumen de esa Organización Superior de Dirección Empresarial (OSDE) sobre lo hecho y aprendido en el 2020, intensa etapa que se convierte en punto de partida para nuevos esfuerzos en pos de desarrollar el país.
De la madurez alcanzada por BioCubaFarma en estos tiempos tan complejos de la COVID-19, y de una oportunidad marcada por el aprendizaje habló Díaz-Canel Bermúdez a los directivos de las empresas integrantes de esa Organización, en un encuentro que tuvo como escenario al Palacio de la Revolución y que también fue presidido por el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, y por el vice primer ministro, Roberto Morales Ojeda.
El pórtico del recuento estuvo a cargo del presidente de BioCubaFarma, Eduardo Martínez Díaz, quien compartió el informe sobre las prioridades de trabajo para el presente año, entre las cuales mencionó el desarrollo de la fuerza laboral calificada, lograr la producción estable de medicamentos y el trabajo político-ideológico.
Otros frentes esenciales de la OSDE, según detalló Martínez Díaz, tienen que ver con acceder a fuentes diversas de financiamiento, desarrollar nuevos negocios con inversión extranjera, y seguir en el camino de la innovación y la aplicación de la ciencia mientras se acrecientan los vínculos con las universidades.
No ha sido poco lo alcanzado por BioCubaFarma en 2020: entre los resultados más notables están los productos que, en la Isla, conforman el protocolo de actuación frente a la COVID-19 –como Jusvinza, el Nasalferón y la Biomodulina T, entre otros-.
También constituyen un valioso paso los prototipos de ventiladores pulmonares de altas prestaciones; los diagnosticadores para la medición de antígeno del virus SARS-CoV-2; la creación de otros productos destinados al uso en las pruebas de PCR; y los alentadores resultados que se van alcanzando en los ensayos clínicos de los cuatro candidatos vacunales conque Cuba cuenta para enfrentar al nuevo coronavirus.
Varios expertos hicieron uso de la palabra para hilvanar una reflexión colectiva desde la cual se resaltó la importancia de trabajar con integralidad y sin improvisaciones, defendiendo con inteligencia los intereses del país y buscando todos los caminos posibles de una eficiencia que se encadene con otros ámbitos de la economía nacional.
El vice primer ministro, Roberto Morajes Ojeda, expresó que para los cubanos “está claro el gran esfuerzo que ha realizado BioCubaFarma durante el 2020”. Recordó que en una etapa muy temprana, cuando se empezaba a hablar del brote en China de la COVID-19, se articuló desde Cuba el primer grupo de trabajo relacionado con Salud Pública para, de conjunto con otras instituciones, poder dar respuesta al protocolo inicial que se estaba concibiendo ante la amenaza de la COVID-19.
Al referirse a los productos innovadores nacidos de BioCubaFarma, Morales Ojeda reflexionó que los mismos trascienden la utilidad de la lucha contra la COVID-19 para integrar también el amplio espectro de tratamientos ante las principales causas de muerte de la población cubana. “Estamos hablando, dijo, de productos innovadores para las enfermedades cardiovasculares, para el cáncer, para las enfermedades cerebrovasculares”. En su entender, ahí está la garantía de atender la salud de nuestro pueblo, y también de sociedades en otras latitudes.
Tenemos que seguirnos preguntando, subrayó Morales Ojeda, cuánto de lo que importa el sistema nacional de Salud Pública puede ser producido con nuestro ingenio y con recursos propios.
El inédito desafío que ha representado la COVID-19 para acrecentar la inventiva y el emprendimiento nacional fue resaltado en la reunión por el prestigioso científico Agustín Lage Dávila. En su opinión el nuevo coronavirus ha sido una escuela. “Hemos aprendido, destacó, muchas cosas sobre las maneras de trabajar”. Y añadió que los novedosos productos que Cuba ha estado utilizando ya estaban siendo empleados en la lucha contra otras enfermedades. La pandemia representa para el universo científico de la Isla, apuntó Agustín, una enorme oportunidad que se inserta, por ejemplo, en problemas nuestros como el envejecimiento poblacional.
Momento de particular relevancia tuvo lugar cuando Elba Rosa Pérez Montoya, titular del ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), entregó de manera oficial y por primera vez, la condición de Empresa de Alta Tecnología a dos instituciones pertenecientes a BioCubaFarma: el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), y el Centro Nacional de Biopreparados (BioCen).
A los representantes de BioCubaFarma el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, les expresó que es realmente “un privilegio tener un encuentro con un colectivo ganador como lo son ustedes, y más en los tiempos complejos que estamos viviendo, sobre todo por los grandes aportes que ustedes hacen en la investigación”.
HACER SOSTENIBLE LA OBRA DE HUMANIDAD
La situación no ha podido ser más compleja y difícil. Cuba ha sufrido en los últimos tiempos un cerco imperial que ha hecho lo indecible por ver colapsar al país caribeño. Y ha sido ese el contexto en que una organización empresarial como BioCubaFarma se fue abriendo paso, viendo incluso en la COVID-19 la oportunidad de disparar múltiples potencialidades.
Sobre esa realidad reflexionó en el encuentro el Presidente Díaz-Canel. “Nosotros tenemos que ser capaces, a partir de nuestros propios esfuerzos, de mantener un desarrollo sostenible; y si las circunstancias externas, y las internas, mejoran, son más propicias, que sea para más”.
El mandatario resaltó el aporte de BioCubaFarma, de sus empresas de investigación científica, de innovación y también de producción y comercialización al enfrentamiento a la COVID-19. Y añadió que junto al aprendizaje en cuanto a los protocolos de actuación, también pudo ser validado un sistema de gestión de Gobierno.
Sobre esta última idea, el Jefe de Estado resaltó cómo, tomando como base a la ciencia y la innovación, la actividad del Gobierno conectó al sector productivo y de servicios con el sector del conocimiento; “y en ese sistema –dijo a los profesionales de BioCubaFarma- ustedes tuvieron un papel fundamental”.
El mandatario ilustró cómo los esfuerzos desplegados en la lucha contra la COVID-19 permitieron desarrollar interconexiones entre diferentes actores del país;lograr un diálogo más intenso, más sistemático entre Gobierno y expertos. Y Gobierno entendido, dijo Díaz-Canel, no solo como Gobierno Central, sino como el desempeño crucial, por ejemplo, de un organismo de la Administración Central del Estado como el Ministerio de Salud Pública.
El Presidente cubano destacó cómo el conocimiento experto llevó a solucionar problemas muy complejos como los planteados por la COVID-19. Y puso énfasis en cómo mucho de lo aprendido en el enfrentamiento al nuevo coronavirus ha empezado a implementarse en ámbitos como el de la soberanía alimentaria y nutricional, donde están presentes varias entidades de BioCubaFarma.
“Así vamos a ir avanzando ámbito por ámbito, basados en un sistema de gestión de ciencia e innovación”, afirmó Diaz-Canel, quien añadió que tales conceptos serán llevados a los escenarios del desarrollo local. A los científicos de la prestigiosa OSDE, el dignatario les agradeció por la fortaleza que ellos han conferido a otros espacios del país, y el modo en que han sido inspiración pero también activos participantes en historias que van teniendo éxitos.
Díaz-Canel mencionó tres pilares que han de tenerse en cuenta en el diseño de las prioridades: el trabajo político ideológico –que debe formar parte de la vida misma-; la gestión –que en el caso de BioCubaFarma es una gestión empresarial que debe estar marcada por la ciencia y la innovación, la comunicación social, y la informatización de la sociedad, -; y la arista económico financiera.
Particular espacio dedicó el Jefe de Estado al tema de la gestión empresarial. Sobre ella, acotó que la misma está muy relacionada con lo institucional y con la importancia de fortalecer ese entramado.
“Nosotros tenemos que seguir fortaleciendo nuestras instituciones en su funcionamiento, en su presencia, en la manera en que se desenvuelven. La que más tenemos que fortalecer es la Empresa Estatal, que tiene que terminar de estremecerse, tiene que terminar de aprovechar las oportunidades que les hemos dado en los últimos tiempos”, dijo el mandatario.
En el punto de la gestión empresarial el Jefe de Estado habló de una necesaria relación con la base, de eliminar hábitos burocráticos y manifestaciones como la corrupción. Sobre ese actuar negativo, Díaz-Canel abogó por gestionar comportamientos más puros, más transparentes, más decentes.
Eso es algo que, en su entender, también fortalece la institucionalidad. La gestión de una entidad, razonó, también tiene que estar orientada a la sensibilidad e inquietud revolucionarias, a cómo atendemos los problemas, las quejas y preocupaciones de la población.
“El plan del 2021, aunque no es ambicioso, tenemos que defenderlo y tenemos que cumplirlo; y este es el año en que tenemos que, en medio de esta situación y con nuestros propios esfuerzos, ir demostrando un cambio, un punto de inflexión en el desarrollo económico del país”, destacó el Presidente, quien convocó también a sostener la obra humana que no hemos planteado, y que debe apuntar a ser prósperos.
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