Escambray Periódico de Sancti Spíritus
Tres personas fueron asesinadas este domingo en el municipio de Jamundí, ubicado en el departamento Valle del Cauca, en el suroccidente de Colombia, informó el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz).
En lo que se constituye la masacre número 23 que ocurre en el país suramericano en lo que va de 2021, el organismo humanitario indicó en su cuenta de Twitter que los hechos ocurrieron en el corregimiento Villacolombia, jurisdicción del municipio de Jamundí.
Las víctimas son dos hombres y una mujer identificados como Ramiro Delgado, Melba Carreño y José Mestizo.
De acuerdo con medios locales de comunicación, las autoridades confirmaron que las tres personas fueron halladas sin vida en la tarde de este domingo en una zona rural de Jamundí.
El alcalde de Jamundí, Andrés Felipe Ramírez, publicó en su cuenta de Twitter “es muy doloroso tener que confirmar que 3 personas han sido asesinadas en Villacolombia. Desde el Gobierno de los ciudadanos le hemos apostado a la inversión social integral en el campo para escribir con la gente la página de las oportunidades, pero solos no podemos”.
Este hecho ocurre 24 horas después de la masacre ocurrida el sábado en el municipio de Cartago, ubicado en el Valle del Cauca, donde sicarios asesinaron a cuatro personas, dos hombres y dos mujeres.
Indepaz, asimismo, denunció que hombres desconocidos mataron este domingo al comunero indígena Ramiro Ascue Yule, “quien era hijo de la kiwe thegna Carmelina Yule, a quien el año pasado le asesinaron otro hijo”. El hecho ocurrió en el municipio de Toribío, en el departamento del Cauca.
“Con Ramiro, serían 37 los líderes y defensores de derechos humanos asesinados en 2021 y 1.151 desde la firma del acuerdo de paz”, subrayó la entidad no gubernamental.
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Escambray / ISSN 9664-1277
Los asesinos de grupos armados, paramilitares, de derecha, con el apoyo de las fuerzas armadas colombianas y con la anuencia del gobierno de Duke están cabando su tumba a largo plazo. Mientras más asesinen más van a fortalecer a los movimientos sociales, indígenas, comuneros y de otra índole de Colombia. Y aunque no lo hagan también van a florecer estás organizaciones y van a radicalizar su lucha porque la miseria y la explotación son caldo de cultivo para eso. Y así la disyuntiva final de esta situación que puede demorar más o menos tiempo no la puede parar nadie. Solo depende de cuánto se radicalicen esos procesos y aparezcan además las fuerzas que dirijan a esas comunidades. Hoy la Covid está acelerando ese proceso a partir de las medidas antipopulares y de poco apoyo a los pobres que han instrumentado gobiernos como el de Duke y Bolsonaro. Hoy Colombia es el país donde mejor se están gestando los caldos de cultivos para futuras Revoluciones.