Un nuevo paquete de medidas está diseñando el gobierno de Japón para evitar que los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, previstos para que inicien el próximo 23 de julio, se conviertan en un foco de contagio masivo.
Entre las propuestas figuran que los espectadores tendrán que presentar una prueba actualizada y con resultado negativo a la COVID-19 o certificados de vacunación, según fuentes oficiales. De igual forma será obligatorio el uso del tapabocas en los espacios donde tengan lugar las competencias.
Una publicación difundida en el periódico Yomiuri Shimbun contempla, asimismo, la prohibición de abrazos, chocar las manos, animar a los deportistas en alta voz, así como ingerir comidas o bebidas en el graderío.
Tales restricciones afectarían únicamente a espectadores locales, pues el pasado mes de marzo el comité organizador decidió prohibir la asistencia de fanáticos extranjeros, lo que constituye una medida inédita en la historia de las Olimpiadas.
Aún están por definirse las capacidades máximas de espectadores para cada evento lo cual deberá hacerse a finales de junio. También se dispondrá del personal de seguridad necesario para controlar el cumplimiento de las normas y asegurar una entrada y salida ordenada de los asistentes. El Comité Olímpico y las autoridades niponas buscan, con este reforzamiento de las medidas, garantizar al máximo la seguridad y despejar definitivamente los temores sobre una posible cancelación o nueva suspensión de las Olimpiadas.
(Con información de Rusia Today)
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