Palabras a los intelectuales: base de la cultura cubana (+fotos)

Volver a Palabras a los intelectuales es una obligación para creadores y directivos, reconoció el escritor espirituano Juan Eduardo Bernal Echemendía durante un encuentro con una representación de directivos del sector cultural de la provincia.

“Es mucho más amplio que el arte y ahí está, sobre todas las cosas, el desarrollo de este país y la voluntad transformadora y definitivamente de cambio”.

Se trata de un documento nacido hace 60 años al calor de intensos intercambios entre el Comandante en Jefe Fidel Castro y la vanguardia de los procesos creativos de la nación, que tiene hoy total vigencia.

“Fidel insistía en que el carácter de la obra artística literaria iba a ser extensiva porque iba alcanzar todos los sectores de la sociedad cubana”, apuntó.

Por ello, más que palabras, a juicio de Juanelo, lo resumido en el texto es una actuación y un intercambio de la confrontación y de la contradicción que no ha terminado a fin de encontrar las vías y formas para acercarse siempre a los diferentes públicos.

El intelectual espirituano alertó, además, sobre otro concepto clave identificado por Fidel Castro: vanguardia para calificar a quienes revolucionen sus espacios.

“Sus obras con carácter individual dentro de la Revolución tienen que ser públicas, de transformación del pensamiento de la cultura cubana, extendida siempre hacia el futuro para que sea conocida por las grandes mayorías. Y a ese proceso de expansión lo llamó circuito de promoción que tiene como principal responsable a la institución. Lamentablemente, muchas veces eso falla”.

En Palabras a los intelectuales también estuvo la preocupación de cómo formar públicos, a quienes se les ofrezca lo mejor del imaginario simbólico de expresiones culturales genuinas, sin perder la tradición.

Y para ello, el presidente de la filial espirituana de la Sociedad cultural José Martí sugirió no dejar nunca de dialogar desde la inclusión de quienes apuesten por defender la cultura cubana.

“Si no lo hacemos dejamos espacio a los que rechazamos para que se reúnan en otras partes para decir lo que no sabemos y se preparen para cosas que son más dañinas, sin el criterio de nosotros, quienes somos la presencia de la voluntad de un pueblo que se erigió dueño de un país y de sus instituciones”, concluyó.