La noticia corrió veloz por Radio Rebelde, Tribuna de La Habana y de ahí a las redes sociales: el lanzador espirituano Pedro Ángel Álvarez Jiménez anunció su intención de jugar con Industriales en la próxima Serie Nacional de Beisbol.
Sucede que hace unos meses, Pedrito, como aquí le conocen, pidió, primero, una licencia para no jugar al menos por un año, por problemas personales. Luego habló de una baja definitiva del béisbol, que de hecho parecía poner en práctica.
Emergen entonces varias preguntas. ¿No quiere jugar más pelota o no quiere hacerlo por Sancti Spíritus? Escambray intenta despejar este cambio de traje. Pedro acepta los lances.
“Primero pedí la licencia por un momento, pero al final se quedó ahí inconcluso, nunca me la dieron o no se aprobó, ya después pedí la baja y me la dieron, incluso me liquidaron mi salario, me pagaron la mitad porque pedí la baja un día 15. Me quedé sin trabajo, sin salario ninguno, como que se olvidaron de mí, como si no hubiera existido, como si no hubiera hecho nada por la provincia, de luchar por el equipo.
“La licencia la pedí para poder terminar mis estudios y poder arreglar mi casa o, mejor dicho, solo mi cuarto, varias personas del gobierno fueron a mi casa a ver las condiciones, solo era hacer una placa de tres metros y medio por dos y al final nunca me dieron respuesta».
De esa baja de la pelota, Pedrito pasó a ser trabajador, más específicamente, entrenador: “Tengo que agradecerle a Jorge Morel, el director del Inder municipal, que me dijo: ven para acá. Estoy trabajando de entrenador de pitcheo de la categoría 13-14, por eso pensé que estaba libre, porque me habían dado baja del deporte. Yo había decidido no jugar más al béisbol, había renunciado a mi sueño de siempre, había dejado de entrenar, solo corría un poco, hacía planchas, ligas para mi físico, para poder desentrenarme.
«Y entonces, hace apenas unos días me llamaron de La Habana y me dijeron que si quería jugar por allá y me puse contento, cuando les conté a mis padres me gustó mucho la alegría que vi en ellos cuando les dije que iba a volver a jugar”.
Jugar con Industriales es, para Pedro, una decisión tomada: “Solo estoy esperando un sí de Sancti Spíritus para poder ser parte del equipo de Industriales, y comenzar los entrenamientos el primero de noviembre”.
Vuelve la pregunta: ¿No quiere jugar más pelota o no quiere hacerlo por Sancti Spíritus?
“Decidí no jugar más por diferencias con la dirección del equipo de Sancti Spíritus, pero al presentarse la oportunidad en otro equipo yo quise seguir jugando solo por seguir mi carrera que es lo que siempre he hecho”.
Lo de Industriales le viene como anillo al dedo. Además de haber jugado como refuerzo de los azules en la temporada 2019-2020, Pedro nunca ha escondido su pasión por ese team: «Ahora se me da el sueño de jugar con el equipo que más me gusta y he seguido en el mundo, es mi equipo favorito, mis padres me inculcaron eso y estoy contento con esa propuesta, solo espero que me den el chance de volver a jugar y que todo salga bien y poder representar a Industriales”.
¿Qué media entre querer jugar por Industriales y poder hacerlo?
Como te dije, pensé que estaba libre, porque había pedido la baja, pero ahora el comisionado provincial Nelson Ventura me dijo que tenía que esperar dos años y quizás en un año presentaba la carta otra vez y quizás me daban la baja en dependencia de mi comportamiento, no entiendo por qué, no he hecho nada, he hecho todo con el Inder, he ido a todos los trabajos voluntarios, no he cometido indisciplina y creo que me digan que sí desde el primer momento, solo estoy pidiendo ayuda para seguir jugando béisbol”.
Es aquí donde algunos lances parecen cruzarse. El propio lanzador me había confesado: Me gusta más que me griten Pedrito en el Huelga, a que me aplauda en el Latino.
Te dije eso porque en realidad yo amo a Sancti Spíritus, nunca quisiera irme de aquí, me encanta la afición, sobre todo cuando salía mal y me seguían apoyando, estoy super agradecido. Le decía a un amigo que si puedo jugar con Industriales, el día que llegue Sancti Spíritus voy a estar con la cabeza en los Gallos en el dogaut de Industriales, porque ese es en realidad mi equipo, el que llevo en el corazón, pero varias cosas que me llevan a no jugar con mi provincia y tenga que ir a otra, no quiero comentar esas cosas porque no me gusta el chisme, solo decidí no jugar más por aquí”.
¿Te vas sin deudas con Sancti Spíritus?, inquiero.
“Creo que me voy debiéndole a la afición, le debo los juegos que ganaré en Industriales, los cinco o seis años más de pitcheos míos, porque no es que le des una victoria, un torneo, no, a la afición se le debe respeto, morir con ellos siempre, pero espero que me entiendan, siempre le voy a deber todo a los Gallos, voy a extrañar a mis compañeros de equipo y espero ojalá no me toque lanzarle en la Serie, no me veo enfrentándome al equipo de Sancti Spíritus, a un Cepeda, que es como mi padre, a un Yunior Ibarra, que es como un hermano. La afición es mi vida, es la que me dio el ánimo de seguir adelante, estaban siempre presentes cuando yo salía bien y cuando salía mal, me han llegado mensajes, unos apoyándome, otros criticándome, es difícil leer eso en redes sociales y tener que callarme la boca, algunos tienen la razón, pero solo quise jugar al beisbol en un lugar donde jugara cómodo, donde jugara libre”.
¿No es contradictorio ese amor por tu tierra, con esa frase tan cortante: Por Sancti Spíritus no tiro una pelota más?
“Espero algún día jugar por los Gallos y cerrar mi carrera aquí con el equipo que fue el que me formó, espero regresar cuando hayan cambios que permitan que yo pueda jugar un béisbol cómodo”.
Pedrito es el jugador que me representa por la pasión con la que disfruta jugar: esa guapería en el mejor sentido o esa fortaleza para retar con la recta a sluggers de todos los colores. Pero el tema de Industriales era un asunto del corazón. Encontrar excusas para irse dice poco de alguien que ha sido ejemplo. Pidió dejar la pelota para dedicarse a su casa: justo; decidió desentrenarse: lógico para un atleta de alto rendimiento; llegó un momento en que solo corrió un poco: hasta ahi todo bien; y ahora: ¿cómo rendir en un equipo como Industriales sin condiciones para recuperar la forma deportiva de cara a la nueva Serie Nacional a corto plazo?, ¿Son acaso tan profundas las heridas de la dirección del equipo a su persona para abandonar la causa de los Gallos cuando más se le necesita? Lo de los estilos de dirección en el gremio es otra historia, pero un gallo de corazón batiría espuelas contra la corriente.