El mundo es un pañuelo. Ucrania, un país otrora socialista donde muchos egresados de la Educación Superior de Cuba cursaron estudios, lleva ya alrededor de siete años inmerso en un caos provocado por una de esas llamadas revoluciones de colores, tan de moda en los tiempos que corren.
Fue un golpe blando, de los que se asestan por medio de redes sociales y ataques a los sectores más vulnerables de la sociedad, lo que llevó a instaurar allí un gobierno neofascista, que en vez de adelantar la nación la sumió en la quiebra económica.
Ya no está el mismo gobierno, pero las consecuencias persisten. La paz en la península de Crimea, donde esta redactora pasó cinco de sus años mozos y tiene entrañables amigos con quienes aún se relaciona, pende de un hilo, y no precisamente por la voluntad de Rusia, a cuya Federación pertenece ahora Crimea, en atención a la voluntad soberana de su pueblo.
En la tarde de este martes el ministro de Defensa de aquella nación, Serguéi Shoigú, declaró que Estados Unidos y la OTAN continúan con “la actividad provocativa” en el Mar Negro, mientras que las autoridades ucranianas tratan de desestabilizar la situación en la región de Donbass, que es donde más ha ardido el fuego en todos estos años.
“Persiste el curso destructivo del liderazgo militar y político de Ucrania, que trata de desestabilizar la situación en Donbass. EE.UU. y la OTAN siguen llevando a cabo actividad provocativa en el espacio aéreo y las aguas del mar Negro”, afirmó el titular, de acuerdo con una información publicada en el sitio digital Rusia Today.
Tras asegurar que es “difícil la situación militar y política en la dirección estratégica sudoccidental”, agregando que ello se debe en gran medida a “los intentos de una serie de Estados extranjeros de aumentar su presencia militar cerca de las fronteras del sur y occidentales de Rusia”, el Ministro de Defensa reiteró que las tropas rusas del Distrito Militar del Sur se ven obligadas a aumentar sus capacidades bélicas debido a los intentos de la OTAN de contrarrestar la normalización de la situación en varios países de Transcaucasia y Oriente Medio.
Shoigú indicó que los militares de dicho distrito recibieron en el 2020 “más de 3. 200 unidades de armas modernas y equipo militar”.
La semana anterior, ya había denunciado que Estados Unidos y la OTAN movilizaban fuerzas hacia las fronteras europeas de Rusia.
Este traslado, según consigna Rusia Today, forma parte del mayor ejercicio militar de la OTAN a lo largo de tres décadas, denominado Defender Europe 21, por el que se desplegaron 40.000 efectivos y 15.000 unidades de material bélico, incluidas aeronaves estratégicas, cerca de las fronteras rusas.
El Ministro de Defensa de Rusia ha destacado que la OTAN ejecuta cada año en Europa hasta 40 eventos de práctica operativa “de índole obviamente antirrusa”, no sin antes indicar que Estados Unidos ha duplicado los operativos de reconocimiento aéreo, e intensificado operaciones de reconocimiento naval cerca de las fronteras con su país.
El mundo es un pañuelo. Lo que sucede en una de sus puntas se percibe en otra. La zona del Mar Negro, en cuyas aguas se bañaron miles de estudiantes cubanos durante varias décadas, como parte de la colaboración cubano-soviética, es ahora una manzana de la discordia. Allí tiene la nación rusa una de sus más potentes y estratégicas bases militares (en Sebastópol) y en esa área las fronteras con Rusia resultan demasiado tentadoras para quien añora conquistar el mundo y siente en peligro sus propósitos.
Que Estados Unidos y sus aliados de la OTAN sostengan en cuanto escenario les cae a mano que libran una lucha encarnizada contra el terrorismo y en pos de la paz mundial no significa que debamos creerles. Ucrania, una nación cuyos habitantes vivían décadas atrás como hermanos, hoy sufre la división de familias y los amigos, usados como piezas de un peligroso juego donde se ocupan bandos contrarios. Ucrania ya se convirtió, en una de esas revoluciones de colores. Rusia resiste, en nombre suyo y del resto del mundo.
(Con información de Rusia Today)
Los Estados Unidos como siempre exacerbando la tolerania y provocando a las naciones que no le son complacientes, comento el fin de estas aciones prvocadoras en mi artículo: https://www.telesurtv.net/opinion/Convencion-de-Montreux-en-el-prisma-de-los-intereses-geopoliticos-de-los-Estados-Unidos-20210507-0028.html
EU exacerba y tensa nuevamente las relaciones internacionales con las nuevas amenazas militares en las que utiliza a Ucrania como punto de lanza con la OTAN detrás, contra Rusia. Como siempre que otros se fajen lejos de sus fronteras y que asuman los europeos, a los que EU no deja de la mano. La situación es reflejo de las viejas políticas exteriores en el presidente Biden, recién electo, que aún no se acaba de sentar en su silla presidencial, y ya está enredando las cosas y un reflejo manifiesto, de que, aunque esté «Chicho el Cojo» en la Casa Blanca las cosas no cambian porque esos clichés son parte del panorama enrarecido, viejo y fuera de foco en la política de ese país, como lo es también el bloqueo contra Cuba. Con las amenazas en esta zona, donde existe una base de armas nucleares, EU aspira o sueña con poner de rodillas a un país que ni alemanes ni Napoleón han podido tomar. Sería mejor pasar a un plano de relaciones comerciales que también se obstaculizan, como el gasoducto que debía llevar gas de Rusia a Alemania y ha sido torpedeado por los norteamericanos.
El mundo actual no está para estás brabuconerias de niño chiquito, de hechos ya Putin dijo que no interpretarán sus respuestas de manera incorrecta porque si es necesario dará una respuesta rápida, precisa y contundente. Y eso si lo creemos.