Puentes de Amor se deslinda de convocatoria de plataformas de odio contra Cuba (+ video)

El líder del proyecto solidario Puentes de Amor, Carlos Lazo, desmintió este lunes que esa organización convocara desde Estados Unidos a marchas en Cuba en el mes de noviembre.

Plataformas de odio divulgan noticias falsas aprovechando la popularidad de una iniciativa que ha llegado al corazón de las personas, expresó Lazo en un video a través de las redes sociales, donde denunció cómo los propósitos de esos llamados no tienen que ver con los de su proyecto.

Asimismo, aseveró que nadie está autorizado a utilizar el logotipo o el nombre de Puentes de Amor para complacer agendas personales diferentes al objetivo de levantar el bloqueo de Washington contra la isla y, como primer paso, la retomada de los servicios consulares en La Habana.

También recordó que sus intenciones son la reanudación del programa de reunificación familiar, la autorización para enviar remesas a Cuba, el reinicio de los vuelos desde Estados Unidos a todas las provincias de la nación caribeña y la creación de lazos entre científicos y de cooperación.

Esas peticiones están respaldadas por más de 27 mil firmas entregadas al Departamento de Estado para instar al presidente Joe Biden a eliminar el bloqueo a Cuba e iniciar la normalización de las relaciones entre los dos países.

El profesor cubanoamericano sí reiteró su llamado a realizar caravanas en diferentes ciudades estadounidenses y del mundo el 31 de octubre contra las sanciones del gobierno de Estados Unidos a la isla.

El pasado 26 de septiembre cientos de personas en más de una veintena de ciudades en unos siete países se unieron a un llamado similar y reclamaron el fin del bloqueo de Estados Unidos a Cuba, convocados por el proyecto Puentes de Amor.

En julio pasado, los integrantes de esa iniciativa solidaria realizaron una caminata de dos mil kilómetros desde Miami hasta esta capital, para exigir al actual mandatario cumplir su promesa de eliminar restricciones a la isla, pero tras nueve meses en el cargo mantiene la misma política de su predecesor, Donald Trump.