Escambray Periódico de Sancti Spíritus
Los púgiles cubanos Roniel Iglesias y Julio César La Cruz estamparon la palabra triunfo en el capítulo inicial de las historias que pretenden escribir en los Juegos Olímpicos organizados en Tokio.
El welter Iglesias, monarca en Río de Janeiro 2016 y bronceado en Beijing 2008, supo reponerse de un comienzo incierto para llevarse veredicto de 3-2 sobre el anfitrión Quincy Mensah Okazawa, quien avivó las esperanzas de los suyos en el asalto de apertura.
Fue el estreno de la nómina a las órdenes de Rolando Acebal, signado por agarres y giros indebidos del local, lo que por momentos pareció sacar de paso al antillano sobre el ring de la Arena Kokugikan.
Tanto, que este resultó penalizado con un punto por pegar por la nuca en el segmento intermedio, cuando se reencontró con su golpeo y el sentido de la distancia, al tiempo que el nipón cedía en el plano físico.
En el conclusivo acrecentó la efectividad ofensiva, provocadora de un conteo de protección, y selló una labor suficiente para que los oficiales inclinaran mínimamente la balanza a su favor, aunque sin un desempeño a la altura del palmarés que le distingue.
«La forma en que tira sus golpes fue lo más complicado, pero estoy seguro de la preparación realizada y sé que la siguiente presentación será mejor», dijo el también campeón mundial de Milán 2009.
«No hubo nada de presión por ser el primero del equipo en combatir, y se confirma el propósito de lograr mi tercera medalla olímpica», sentenció.
Su próxima salida será el viernes, para vérselas con el estadounidense Delante Johnson, vencido por él en la semifinal de los Juegos Panamericanos de Lima 2019 y airoso hoy 4-1 a costa del kazajo Ablaikhan Zhussupov.
Para el crucero La Cruz resultó fácil la misión de pasar sobre el keniano Elly Ochola. Sin emplearse a fondo firmó votación de 5-0, a tono con lo vaticinado por la amplia brecha de calidad que le separa del africano: 30-26, 30-24, 30-24, 30-24, 30-23.
«Fue un buen debut en los 91 kilos en eventos internacionales de primer nivel», comentó en la zona dispuesta para los reporteros. «Cumplí lo indicado por los entrenadores para cubrir los tres asaltos en busca de ritmo, sin apresurarnos», añadió.
«El trabajo que realizado nos permite enfrentar la competencia convencidos de que podemos hacer lo que se espera del buque insignia de nuestro deporte, para dedicarlo a quienes luchan en Cuba contra la covid-19», puntualizó.
La porfía por venir será más exigente, contra el español de origen cubano Emmanuel Reyes, noqueador en el segundo asalto del laureado kazajo Vasili Levit, pero el capitán insiste en que la meta es ganar pelea a pelea, sin que importe quien intente evitarlo.
Mañana la Isla dependerá del pluma Lázaro Álvarez y el semicompleto Arlen López, favoritos para eliminar al iraní Daniyal Shahbakhsh y al argelino Mohammed Houmri, respectivamente.
El primero dispuso del marroquí Mohamed Hamout y Houmri se llevó fallo de 3-2 ante el venezolano Nalek Korbaj.
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Escambray / ISSN 9664-1277
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