La vida en zona roja

¡Que regresen los aplausos!

A casi año y medio de decretada la COVID-19 en Cuba, el personal médico y de Enfermería continúa siendo clave para la prevención y el manejo de la enfermedad

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Los médicos y el personal de Enfermería son, a no dudarlo ni por un segundo, los héroes de esta epopeya que comenzó en el mundo a finales del 2019. (Foto: Oscar Alfonso)

No es cierto, como aseguran algunos, que la misión les tocó por azar, que no es preciso alabarlos tanto, porque, de haberle correspondido, cualquiera en su lugar habría hecho lo mismo. Todo profesional debidamente formado, mientras se mueva dentro de la rama en la que es especialista, podrá descifrar los más complejos crucigramas en esa materia, pero convengamos en que cuando se trata de preservar la vida nadie les pone un pie delante. Y la vida, admitámoslo, es lo primero.

Los médicos y el personal de Enfermería son, a no dudarlo ni por un segundo, los héroes de esta epopeya que comenzó en el mundo a finales del 2019 y que en Cuba se hizo presente, justamente por la provincia de Sancti Spíritus, el 11 de marzo del 2020. Desde entonces y hasta la fecha muchísimas han sido las mentes y las manos que se han puesto en función de prevenir, tratar y contener la enfermedad, provocada por un virus que se propaga casi a la velocidad de la luz y que ha traído al archipiélago tantos contagios y muertes como jamás imaginamos.

Sin embargo, cada uno de esos disímiles empeños ha estado signado por el saber del personal de batas blancas, porque es el que se preparó a lo largo de sus permanentes estudios y de la práctica a que los ha enfrentado la vida, para llevar a cabo esta misión salvadora.

¿Cómo tendrían lugar las pesquisas barriales para detectar posibles sospechosos o enfermos, si no fuera por el conocimiento de quienes las realizan o asesoran? ¿De qué forma se asumiría, sin los médicos y los enfermeros, el quehacer en puntos fronterizos para el control del personal que se mueve entre un territorio y otro? ¿Cuál sería el destino de quienes ocupan los centros de aislamiento, si no hubiera detrás quien defina la conducta hacia cada individuo en cada momento? ¿Qué nos haríamos con hospitales sin personas que sepan trabajar en ellos?

Cuesta trabajo imaginarlo. Suprimir del panorama creado a partir de la incidencia del virus SARS-CoV-2, aunque sea tan solo en la mente, el quehacer de este glorioso ejército de hombres y mujeres —ellas, dicho sea de paso, representan el 70.3 por ciento de los trabajadores del sector de la Salud en todo el país— sería como despojar de alma y corazón a un ente vivo. Y ello no significa dar por sentado que todo cuanto hacen resulta exactamente como cabría esperar, porque se trata de una enfermedad sin precedentes, cuyo tratamiento y cura se ha debido aprender sobre la marcha en cada una de las naciones, ya que puede presentarse de un modo aquí y de otro allá.

Como nunca antes, ellos han debido redoblar sus esfuerzos y multiplicarse, debido a la reducción, en algunos lugares, del personal que en el nivel de atención primaria y hasta en Zona Roja presta sus servicios, porque otros colegas enfermaron o, en el peor de los casos, resultaron víctimas mortales del virus. A esta realidad, dolorosa y nueva para todos, se suma otra bien conocida, pero agudizada de manera cruel debido a las presiones derivadas del bloqueo económico, comercial y financiero al país por parte del Gobierno de los Estados Unidos, que, unidas a una economía de sobrevivencia por los cuantiosos recursos invertidos en la pandemia durante casi año y medio, acrecientan limitaciones y carencias.

La consagración al fin supremo de salvar a las personas de todas las edades —recordemos que en algunos lugares de Europa se llegó a plantear la encrucijada de a quién dar preferencia— ha significado para los soldados de la Medicina, sobreponerse a obligaciones personales elementales: sus vidas, su salud, sus familias.

Dejando atrás a hijos muchas veces pequeños, o privándolos de su compañía por largos períodos, en aras de su propia seguridad, “seños” y doctores se han lucido a lo largo de casi 18 meses. No se detuvieron incluso cuando cesaron los aplausos, que en tantas noches de fatiga y estrés —a ellos también el estrés los golpea, aunque lo manifiesten menos— los alentaron y enaltecieron.

No debiéramos clausurar las palmas a la hora que se hizo habitual. No mientras dure este duelo enfilado a pelear por la vida. Jamás será demasiado el elogio, en tanto existan el desvelo y el sacrificio. Y quien dice desvelo por diagnosticar, suministrar un fármaco oportunamente, canalizar una vena, prodigar el oxígeno salvador o reanimar a la hora decisiva dice también administrar una vacuna, o, en el caso de los científicos, procurarla y fabricarla en medio de una carrera contrarreloj.

No en vano José Ángel Portal Miranda, ministro de Salud Pública de Cuba, sostenía el pasado 15 de agosto: “Cada vez que nos parezca que estamos cansados, agotados, sobrepasados por este largo período de pandemia, pensemos en cuánto han entregado nuestros médicos y enfermeras, en los cientos de técnicos que no descansan en los laboratorios, en todo el personal de apoyo, en los jóvenes que han pesquisado en los barrios y han limpiado los pisos en los centros de aislamiento. ¿Ellos están agotados? Sí. Pero no se cansan de luchar por la salud de todos, de sacar el extra, aun cuando se enfrentan a limitaciones de recursos para sanar y salvar vidas”.

Y concluía su reflexión con un llamado no menos relevante: “Entonces, no tenemos derecho a cansarnos y menos a descuidarnos. Honremos el esfuerzo cuidándolos, poniéndonos y poniéndolos a salvo”.

Delia Proenza y y Adriana Alfonso

Texto de Delia Proenza y y Adriana Alfonso
Máster en Ciencias de la comunicación. Especializada en temas sociales. Responsable de la sección Cartas de los lectores.

6 comentarios

  1. no solo los aplausos como principal las atenciones en la comida a esos medicos y personal de la salud qque se arriegan dia a dia y estimularlo con cosas materiales que cuando termine una guardia de 24 hora no tenga que hacer una cola donde hay gente que no trabaja busquelen soluciones a ese personal y dejen los aplausos

  2. Es hora de que le descuenten dinero a los profesores que están cobrando lo mismo que los médicos y no está haciendo nada y se lo incrementen al personal de salud que sí se lo merecen.

  3. Buenas. Deberían revisar los mecanismos alrededor de los test rápidos y los test suma. Porque con la covid la bola pica y se extiende, y tanta demora no es sano para nadie. Y hay veces que no abren temprano, sus razones tendrán…

  4. Es verdad que tienen que volver los aplausos a la hora de salvar vidas, a la hora de cerrar eventos de transmision por el sacrificio y esfuerzo ejecutado por el personal de la salud a nivel de pais y tambien provincial y municipal aunque aun existan manchas pero estas no tapen la luz que brota de cada medico, intensivista, paramedico, laboratorista, pantrista en fin el personal de salud que labora dia a dia en este enfrentamiento a la muerte que ya lleva mas de 17 de meses el 11 de agosto hizo 17 meses y aun continua mas fuerte, mas contagioso , lo peor y lamentable mas letal y es lo que tenemos que interiorizar cada cubano, cada espirituano, cada trinitario y no esperar a que nos llegue o llegue a un familiar , amigo el desenlace fatal que estamos observando, si aplaudamos pero tambien honremos, lloremos en silencio a los mas de 4000 fallecidos, familias que han perdido a un integrante, amistades perdidas, vidas perdidas, futuros perdidos que dia a dia se incrementan y que ya el rostro del dtr duran no puede escapar ni nunca ha escapado de un sentimiento de tristeza, de un llanto silencioso, de un enrojecimiento del rostro y mejillas asi como los medicos tambien han llorado y lloran ante la perdida de un paciente que es y será un ser humano, como correspondemos a ese sacrificio, a ese esfuerzo sin limites, a esos desvelos, a ese logro unico en el mundo llamado sub desarrollado, a ese logro unico en america latina y el caribe que la OMS y la OPS reconocen de contar con 3 vacunas y 2 candidatos vacunales en fase final de ensayos clinicos y en especial para la poblacion pedriatica, todos sabemos como hacerlo, entonces hagamoslo y hagamoslo ya cumplamos con todo lo establecido ,portenemos bien, pongamonos para las cosas sino hacemos esto con la estadistica que se muestra y la que es dificil detectar ya la provincia esta en 1000 o mas de 1000 casos, recordar que no contamos con las capacidades tecnologicas suficientes para procesar de 30000 ó mas de 3000 muestras, hoy fuimos la 3ra provincia del pais en casos confirmados por detras de holguin y la habana, hoy reportamos mayor cantidad de casos que cienfuegos con una estadistica de 685 casos , pero con un porciento de positividad elevado como ha sido la tendencia , trinidad hoy en el 2 do lugar con 121 casos autoctonos segun estadistica , opino que sean mas , recordar que a mayor numero de contagios mayor posibilidad, incremento de casos graves , criticos y fallecidos ,por que se permite la entrda y la salida desde s.s hacia trinidad de viajeros procedentes de cabaiguan, jatibonico, taguasco para hacer gestiones de compra , por favor esas personas se mueven dentro de trinidad, consumen dentro de trinidad, visitan a familiares y amigos en trinidad y lo peor nadie los controla por que se van el mismo dia y los que se quedan no lo informan o vienen con una fachada de hacer compras en el muncipio, hay que ser muy ingenuos y dejarse engañar, no es momento ni para salir, ni para entrar a ningun municipio y a trinidad mucho menos con esta inobservancia e ingenuidad de las autoridades logran que las personas no acaten las medidas dispuestas, pues si se permite la entrada de estos viajeros solo para hacer compras con esa ilusoria actividad economica imprescindible que nos tiene ciegos y no vemos el peligro, entonces la poblacion del municipio lo hara tambien y se convertira en un circulo viciosos que no habra quien lo frene , con la llamada frase has lo que yo digo y no lo que yo hago, cero movilidad, todo el mundo en casa eso incluye tambien un aplauso, no lo olvides.

  5. 100% de acuerdo con Facundo Correcto.

  6. Facundo Correcto

    Estan recibiendo un mejor salario o un bono extra?? O alguna ayuda en alimentos o aseo personal?? Adecuada proteccion ante la COVID para atender los contagiados sin temor a contagiarse?? Alguno se ganara un carro?? O una casa?? O un viaje al exterior?? Despues que vengan los diplomas y los aplausos, Tambien lo material es necesario, ellos tienen familia y hogar.

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