Mientras que el gigante tecnológico Amazon ha lanzado un asistente con pantalla giratoria que te sigue por el hogar, la apuesta de Google consiste en monitorizar una de las actividades que más horas nos lleva en el día a día: el sueño. El Nest Hub de segunda generación analiza cómo duerme una persona basándose en su movimiento y respiración.
El diseño de este Nest Hub es similar al de su antecesor. Ambos cuentan con una pantalla de siete pulgadas pensada, entre otras cosas, para ver fotografías o videos. Configurarlo apenas lleva unos minutos. Hay que descargar la app de Google Home en el móvil y vincular el dispositivo con el teléfono. El usuario puede escoger entre dos voces diferentes.
La pantalla del aparato se ve bien y resulta lo suficientemente nítida para utilizarla como marco, seguir recetas o reproducir un videoclip de fondo mientras se hacen otras tareas. Sin embargo, la principal novedad de este asistente es su capacidad de monitorizar el sueño.
Para ello usa la tecnología Motion Sense e incorpora sensores Soli. Se trata de pequeños radares en miniatura que, según la compañía, pueden detectar los movimientos del cuerpo. Además, el Nest Hub analiza la respiración y utiliza sensores para monitorizar la luz y la temperatura de la habitación.
Antes de empezar a utilizarlo en esta función, es necesario calibrar el dispositivo para que reconozca dónde duerme el usuario. El aparato no puede estar en cualquier lugar de la habitación. Lo ideal, según Google, es que esté cerca de la cabeza o del pecho en un sitio nivelado con el colchón.
El Nest Hub controla cuánto tiempo ha dormido el usuario y cuánto ha estado en la cama despierto, la calidad del sueño, la temperatura que hace en la habitación y la luz existente. También hace un seguimiento a las “perturbaciones” como “los períodos de sueño agitados y las veces que te has despertado”. Además, registra la tos, los ronquidos y la frecuencia respiratoria.
Aunque la información que ofrece esta inventiva puede resultar útil, es importante tener en cuenta que no es un dispositivo médico. Tanto es así que Google insiste en que el Nest Hub “no está diseñado para diagnosticar, curar, aliviar, prevenir ni tratar ninguna enfermedad o trastorno”. A diferencia de lo que suele ocurrir con los relojes inteligentes, este instrumento no registra algunas constantes como la frecuencia cardíaca o los ciclos del sueño.
(Con información de El País)
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