China rechazó y expresó insatisfacción ante Canadá y Reino Unido por unirse al boicot diplomático que inició Estados Unidos contra las Olimpiadas y Paralimpiadas Invernales Beijing-2022, tras considerar dicha postura un intento de injerencia.
Mediante sus respectivas embajadas, el gigante asiático respondió con contundencia luego que ambas potencias de Occidente anunciaron este miércoles la decisión de no enviar a funcionarios gubernamentales a la cita internacional, a celebrarse en febrero próximo.
En ambos casos, sí permitirán la participación de los atletas nacionales.
Los motivos del boicot son el supuesto genocidio, establecimiento de campos de reeducación y abuso a las etnias de la región autónoma uigur en Xinjiang, algo rechazado en múltiples ocasiones por el gigante asiático.
La embajada china en Ottawa presentó una queja formal ante las autoridades canadienses, recordó que Beijing-2022 se trata de demostrar la excelencia deportiva y la unidad global, y exigió dejar de usarlo como una plataforma para la división y el fanfarroneo.
Su similar en Londres igualmente deploró la determinación del Ejecutivo británico y también los intentos por utilizar los juegos como herramienta de manipulación e injerencia.
“Esta politización del deporte viola el espíritu de la Carta Olímpica, especialmente al principio de neutralidad política del deporte y va en contra del lema “Juntos”. Es un movimiento erróneo (…) y seguramente se topará con la condena de la comunidad internacional y un gran número de atletas”, remarcó la sede.
Aparte de Canadá y Reino Unido, esta semana Estados Unidos y Australia también anunciaron boicots diplomáticos al certamen invernal y China prometió contramedidas.
De hecho, advirtió a Washington que con su actitud solo perjudicará el diálogo y la cooperación bilateral en áreas importantes y asuntos mundiales.
“Estados Unidos pagará el precio de su error (…) intenta interferir en las olimpiadas de Beijing con prejuicio ideológico, y basado en rumores y mentiras”, precisó en rueda de prensa Zhao Lijian, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores.
China negó en reiteradas ocasiones las acusaciones sobre el supuesto abuso en Xinjiang, con fuerte presencia de musulmanes; y auguró el fracaso de una campaña dirigida a politizar las competencias, que convertirán a su capital en la única urbe del planeta en albergar ambas variantes de la lid internacional tras ser anfitriona de la versión veraniega de 2008.
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