Puede afirmarse que el Zaza se convirtió en el hotel de los Médicos en Sancti Spíritus, porque ha sido la principal instalación para la cuarentena del personal sanitario que enfrenta la COVID-19; aporte avalado no solo por los más de 10 meses funcionando como centro de aislamiento, también porque allí se han hospedado hasta la fecha para cumplir dicho protocolo más 16 000 clientes, la inmensa mayoría profesionales de la Salud.
Para el hotel Zaza se trata de una operación inédita en sus más de 40 años de explotación y, aún sin el esplendor de sus mejores tiempos el colectivo se les ha arreglado para brindar un servicio diferente al perfil turístico, pero que le ha permitido a tan exclusivos huéspedes cumplir con seguridad el vital paso de protección.
Aunque bastante discreto para la trascendencia que encierra la obra del hotel en tiempos de la pandemia, enhorabuena llega al colectivo el reconocimiento de la Central de Trabajadores de Cuba, que por estos días premia el desempeño de los profesionales de la Salud en este largo batallar contra la enfermedad y también el de los trabajadores que desde sus entidades brindan tan valioso aporte.
Estímulo que para el Zaza, perteneciente al grupo hotelero Isla Azul, se vuelve honroso porque presta este servido casi dentro de su propio aislamiento como instalación turística, con la mitad de la planta habitacional fuera de orden a la espera de una inversión que le devuelva los estándares hoteleros y bajo la amenaza del marabú que casi se ha adueñado de la destartalada carretera de acceso.
Sin embargo, ningún obstáculo ha frenado al colectivo del hotel para acometer su labor, más bien los trabajadores están enfocados en el deber. “Desde que abrió el centro de aislamiento soy uno de los dependientes que lleva los alimentos al cliente a la habitación, sí hay riesgo, pero me cuido, hago mi trabajo con amor y le pongo corazón; tenemos que atenderlos para que ellos se sientan bien porque el peligro mayor lo corrieron esos profesionales de la Salud en los hospitales y otras instalaciones donde están los enfermos y sospechosos”, declaró Yosbel Heredia Martínez.
Desde marzo pasado la enfermera Odalis Dikinson Magollo dirige el centro de aislamiento del hotel Zaza por la parte de Salud, una estancia que le sirve para reconocer el trabajo y la organización de la instalación en función de esta misión sanitaria.
“Trabajamos —dijo— muy coordinado con el personal del Zaza, el centro ha cumplido su objetivo a pesar de que el hotel está deteriorado por los años de explotación, pero sus características facilitan la estancia del personal de Salud que se desempeña en zona roja y que se merece le brindemos aquí la mejor atención; no importa que nosotros trabajemos de lunes a lunes, ni la hora de salida, la prioridad son los profesionales que vienen a pasar la cuarentena”.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.