Las demandas de sectores políticos y sociales al Gobierno para que impulse una reforma profunda e incluso una refundación de Carabineros de Chile, continúan este 19 de febrero a despecho de las reticencias de las autoridades.
La víspera representantes de partidos de oposición, diputados y otras personalidades pidieron al presidente Sebastián Piñera la disolución del cuerpo de carabineros y la creación de una nueva institución policial, en una carta que entregaron en el palacio de La Moneda.
Las demandas de los firmantes incluyen además justicia y reparación para las víctimas de la violencia ejercida por agentes del Estado, así como garantías de no repetición, y aplicar urgencia a un proyecto de Ley de Indulto General presentado al Congreso por senadores de oposición, y no vetarlo.
También contemplan reformar la Ley Orgánica de Carabineros, asegurando su subordinación al poder civil, e iniciar la refundación de las instituciones de orden y seguridad, con participación de órganos especializados en seguridad y derechos humanos, representantes civiles y de organizaciones sociales.
Igualmente reclaman medidas administrativas y juicios penales a miembros de las Fuerzas Armadas que violen los protocolos sobre disuasión, contención y detención, y castigar y aclarar las irregularidades en el manejo de fondos institucionales, e informarlo a la ciudadanía con transparencia.
El texto enumera violaciones cometidas por efectivos de Carabineros, lo cual ‘exige una profunda revisión de las doctrinas que guían el origen y actuar de las instituciones policiales y Fuerzas Armadas, siendo urgente adecuar el ejercicio de sus obligaciones de acuerdo con los estándares internacionales’ en democracia.
Se refiere igualmente a las personas detenidas tras las protestas del 18 de octubre de 2019 y que siguen en prisión preventiva producto de su participación en las manifestaciones callejeras.
Todo lo cual, sostienen, ‘contrasta violentamente’ con la forma en que los tribunales han procesado a carabineros por eventos en los cuales resultaron muertos y heridos decenas de manifestantes.
Entre los firmantes aparecen la Agrupación de Familiares y Amigos Asesinados del Estallido, la Comisión Chilena de Derechos Humanos, la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, organizaciones sindicales y el Colegio de Profesores.
También figuran numerosos legisladores, incluida la presidenta del Senado, Ariana Muñoz, así como los partidos Humanista, Progresista, Comunista, Convergencia Social e Igualdad.
En las últimas semanas las exigencias en medios políticos y sociales cobraron fuerza luego de que un joven artista callejero muriera baleado en la sureña localidad de Panguipulli por un carabinero, el cual finalmente quedó en libertad al alegar un tribunal de que el uniformado había actuado en defensa propia.
Efectivamente. A este cuerpo de carabineros, represivo por idiosincrasia y no representativo del pueblo y si un remanente de la época de Pinochet, se le debe hacer una reingeniería de procesos. Es decir desaparecerlo totalmente con jefes y todo y hacerlo con gente nueva. Que piense y actue de forma diferente. Que cumpla sus funciones de protección del orden ciudadano. Que no asesine ni responda a las castas que se entronizaron y que aun están en Chile. Si este cuerpo represivo no desaparece, cualquier cambio ciudadano, en la constitución o en las decisiones del pueblo va a ser letra muerta.