Después de mucho anhelar, llevar planes presupuestarios a papeles y discutir en más de un escenario la necesidad de oxigenar la Casa de Cultura Municipal Osvaldo Mursulí, de Sancti Spíritus, ya con solo pasar por sus alrededores se confirma que nunca es tarde si la dicha beneficia a las mayorías.
“La segunda etapa de reparación y mantenimiento en el primer piso —dice Félix Ramón Delgado Barrizonte, su director— trajo consigo el total esplendor de la sala multiuso y la galería de arte El Monje. Nuestra máxima es mejorar las condiciones de los instructores para que así los servicios tengan mayor calidad”.
Han sido varias las jornadas de constante ajetreo en la edificación construida en la primera mitad del siglo XIX. Primero toda su gran área externa, dos pisos con marcada influencia neoclásica y, ahora, sus dos principales salones.
Y como las buenas noticias hay que celebrarlas con bombos y platillos, el colectivo de la institución cultural decidió aunar lo mejor del talento artístico del movimiento de artistas aficionados e instructores de arte en la exposición colectiva Karma, que se exhibe en la galería recién remodelada.
“Acepté la invitación con dos piezas: Abanicos y La bandera cubana, ambos hechos con la técnica del ñandutí. A partir de ahora contamos con un espacio con confort y luces mucho más atractivo para compartir nuestras creaciones”, refiere Ilén Bernal Pinto, instructora de Teatro y aficionada a las manualidades.
Mas, todavía queda mucho por hacer. El ajetreo de trabajo al cruzar la pequeña recepción delata que aún pululan fuerzas para transformar el estado desfavorable de otras áreas del propio primer piso.
“Continúa el proceso constructivo en esta segunda etapa, a fin de mejorar el mural del patio interior y las tres aulas para la impartición de los talleres de música”, acota el director.
Al pie de las piezas empotradas en la pared y que forman en su conjunto una sola obra que engalana el patio interior se encuentra a Alexey Saldívar, al mando del grupo de profesionales de las artes plásticas.
“La restauración a las piezas y paredes las estamos haciendo con pinturas y otros materiales. Resulta más fácil porque contamos con Giselle Jiménez Arévalo, una de las autoras del mural”, explica.
Sin tiempo que perder, el colectivo de la Osvaldo Mursulí se las ingenia para, además de devolverle el confort a la casona azul de grandes puertas y ventanales ubicada frente al parque Serafín Sánchez Valdivia, seguir con la promoción constante de todo su quehacer artístico en las redes sociales.
“Nos quedan, además, la segunda planta y el entrepiso que se mejorarán en la medida que la situación del país lo permita”, concluye Félix Ramón Delgado Barrizonte.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.