Diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP, parlamento) aprobaron este martes el proyecto de Código de Familias de Cuba y su consulta popular, a realizarse entre el 1ro de febrero y el 30 abril del 2022.
Durante el octavo periodo ordinario de la novena legislatura del órgano legislativo, los parlamentarios respaldaron las modificaciones realizadas en el proceso de análisis especializado, que tuvo lugar entre septiembre y octubre últimos con profesionales y expertos de diversos sectores sociales e instituciones.
En el debate previo a la aprobación de la consulta popular, la diputada Mariela Castro señaló que este proyecto de Ley promueve el respeto a la igualdad plena y aboga por eliminar la discriminación.
Afirmó, además, que el Código de las Familias resulta expresión de la madurez alcanzada por la Revolución Cubana, en el proceso de construcción de su justicia social.
Dicha normativa protege a un grupo de personas cuyas realidades no fueron comprendidas en los inicios del proceso emancipador iniciado en 1959 en la isla caribeña, dijo Mariela, y señaló que refuerza la esencia del socialismo cubano cuando coloca a las familias en el centro de las preocupaciones.
El diputado Miguel Barnet apuntó que la consulta con los ciudadanos será una muestra contundente del carácter democrático de la Revolución. “Apoyamos este Código; defendemos los vínculos afectivos pues no siempre la sangre garantiza la coexistencia pacífica de las familias”, remarcó.
La legisladora Yolanda Ferrer, por su parte, destacó las virtudes de la norma legal en la emancipación de la mujer, y resaltó la impronta de la fallecida líder revolucionaria cubana Vilma Espín, impulsora de los derechos de féminas y niños.
Igualmente, la parlamentaria Ofelia Miriam Ortega, líder religiosa, resaltó los esfuerzos para el proceso de discusión de la propuesta de Ley entre especialistas y expertos, en momentos en que la pandemia de la Covid-19 motivó el distanciamiento social.
Ortega calificó a este Código como un proyecto ético, de justicia y amor, e insistió en que lo más importante para el ejercicio de la consulta popular deben ser los valores que incluye, aquellos que son también, dijo, los de la fe cristiana.
En similares términos se expresó el diputado Enrique Alemán, quien recordó la idea de Martí de que “la verdad no tiene miedo la luz”.
“Nadie forjado en la cuna de la fe estará nunca a favor de la violencia”, subrayó, y expresó la confianza de la población religiosa de Cuba en el nuevo Código.
Una norma respetuosa, inclusiva y moderna
El proyecto de Código de Familias de Cuba constituye una norma moderna, inclusiva y respetuosa de todos los derechos para todas las personas, aseguró ante diputados de la isla caribeña el ministro de Justicia, Oscar Silvera.
La norma resultó objeto de análisis especializado en septiembre y octubre últimos por profesionales de distintas ramas pertenecientes a 47 instituciones, quienes ofrecieron 475 recomendaciones, las cuales modificaron 287 artículos.
De acuerdo con Silvera, su contenido resume los resultados de un extenso trabajo de investigación, así como de la recopilación de opiniones de la población a partir del uso de las tecnologías, con el desarrollo de una aplicación móvil y la habilitación de un correo electrónico.
Además, los pasados días 7, 8 y 18 de diciembre los diputados volvieron a evaluar la propuesta de documento, y ocho nuevas opiniones fueron recogidas para su enriquecimiento.
Los procesos de consulta responden a la necesidad de la participación popular en las dinámicas sociales, y alcanzará su máxima expresión en la consulta que se realizará con el pueblo, afirmó el titular de Justicia durante el octavo periodo de sesiones de la novena legislatura de la ANPP.
El Código, opinó Silvera, es coherente con lo enunciado en la Constitución de la República, desarrolla varios derechos, optimiza principios y consagra valores.
Otros de sus méritos radican en el fortalecimiento de la responsabilidad familiar, el papel que otorga a la igualdad de género, la ampliación de las variantes del régimen económico del matrimonio y la salvaguarda del interés superior de niños, niñas y adolescentes.
De igual forma -insistió- ampara a jóvenes, adultos mayores y personas en situación de vulnerabilidad; protege la maternidad y paternidad; reconoce garantías a abuelas, abuelos y otros parientes; potencia la autodeterminación y la igualdad de oportunidades en la vida familiar y expresa el derecho a una vida familiar libre de violencia.
El jurista destacó que, además, brinda soluciones a conflictos trasnacionales, compatibiliza con los tratados internacionales y reconoce derechos a cada persona.
“No fabrica ni impone modelos, pues reconoce derechos de quienes no los tenían, y refuerza los de quienes ya los disfrutaban”, remarcó.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.