Más de un centenar de viviendas se han entregado en Sancti Spíritus a partir de la adaptación de locales en desuso, una alternativa asumida por el país para impulsar el desarrollo del programa de la Vivienda en medio de serias dificultades con la disponibilidad de recursos.
Barrios como Camaján o Varela, en Yaguajay; el local de Los Chinos, en Sancti Spíritus; Hato Viejo, en Trinidad, o edificaciones como el antiguo preuniversitario en el campo Renán Turiño, también en tierras trinitarias, lucen diferentes y cambian su entorno tras labores constructivas que han permitido la recuperación de viejos locales en todos los municipios hasta convertirlos en casas adecuadas con destino a familias damnificadas por eventos meteorológicos, casos sociales o madres con más de tres hijos.
Según Néstor Borroto González, director provincial de la Vivienda, el plan estatal para el año en curso incluye la terminación de 448 inmuebles, de los cuales se han concluido 133, el 22 por ciento de ellos se ha entregado bajo esa modalidad, que parte de la premisa de que no es lo mismo construir desde los cimientos que readaptar o remodelar locales con un buen diseño, porque genera ahorro de recursos materiales y financieros, toda vez que se evitan acciones de movimiento de tierra y urbanización, además de que se aprovechan las paredes.
Borroto aseguró, además, que del total de obras nuevas que se deben terminar por las diferentes vías en el transcurso del 2021 solo se han concluido 795, debido a las conocidas limitaciones de recursos para el aseguramiento del programa que han afectado, sobre todo, la edificación de células básicas habitacionales destinadas a los subsidios y también las construcciones por esfuerzo propio de la población.
De acuerdo con fuentes de la Empresa de Construcción y Montaje Sancti Spíritus, actualmente dicha entidad dedica parte de su labor a acciones de este tipo, específicamente en transformar locales en la Unidad de Patrullas, a la salida hacia Trinidad, en el municipio cabecera, labores donde se involucra, además, la Escuela de la Construcción, que utiliza la obra como polígono de aprendizaje y de igual forma se convirtieron en casas para 24 familias las naves que conformaban la antigua brigada No.8, en la localidad de Guayos, Cabaiguán.
Es loable el esfuerzo señalado en la provincia para búscar soluciones alternativas al problema de la vivienda que sigue siendo crítico y sobre el cual el país se ha pronunciado seriamente y le lleva su cumplimiento. No obstante aun hay mucha tela por dónde cortar no solo en el reacondicionamiento como viviendas de locales en desuso de los cuales aun hay muchos por utilizar en especial de empresas y organismos que actualmente los tienen cerrados criando ratones y cucarachas y con un burocrático tratamiento para entregarlos para este nuevo uso, sino también la cantidad de locales que en especial proliferaron en la década del 80 y 90 del siglo pasado, muchos de ellos pasados de viviendas a oficinas en aquella ocasión, por la vieja teoría de estar independientes, que siguen estando ahí con 4 sillas y un buro viejo, 3 trabajadores con media jornada laboral, echándose a perder, en funciones que se podrían realizar de manera conjunta en otros locales junto a sus administraciones. Considero que hoy esas cantidades de locales son tan grandes o mas que el plan de construcción de viviendas posiblemente de una o varias provincias juntas. Se debería pensar en eso a nivel del país. Tampoco anda bien la construcción de viviendas por las empresas especializadas, no solo por las limitaciones con recursos materiales sino también porque no se lo proponen hace varios años en sus planes. Estuve en esas tareas más de 10 años, como parte de la Empresa Inmobiliaria ALMEST de Topes de Collantes etapa en la cual se construyeron 6 edificios, 3 en el reparto A. Mestre y 3 alrededor de la plaza y luego en el 2013 se detuvo está acividad contando aún con las mismas estructuras, medios y equipamiento y las fuerzas de la constructora en Topes. El problema es que la actividad requiere de mucha planificación y organización que se ha perdido. Hoy es muy difícil construir viviendas si no se tiene interés y no se cuenta con el apoyo de los gobiernos municipales porque existen las zonas de desarrollo, y se cuenta y conocen todos los procedimientos para ello aunque existan limitaciones de recursos. Mañana estaremos más olgados con recursos y habremos perdido los hábitos de trabajar en una esfera que exige mucha disciplina, orden y organización.
Hay q ver q interpretaciòn se le da a «locales en desuso». Tomen el ejemplo, en el municipio cabecera, tienda de vìveres LA FAVORITA, que fue cerrada con el fin de tomarla como vivienda y lo q ha ocasionado ha sido un caos en la unidad LA GIRALDA. Colas interminables para comprar los productos normados. Y no ha habido dirigente alguno, ya sea de Comercio o delegado, que se pronuncie al respecto. Esperemos cuando la provincia sea visitada por el Nivel Central, si toman cartas en el asunto.