Semana funesta para Sancti Spíritus: 4 226 confirmados y 23 fallecidos (+video)

Hasta sumarlo asusta; escribirlo, también. Las cifras en la provincia esta semana han ido escalando vertiginosamente al son de la exacerbación de los contagios. Que desde el pasado domingo y hasta este viernes se hayan confirmado 4 226 espirituanos positivos a la COVID-19 ilustra no solo que los casos de una semana a otra se han triplicado, sino que la transmisión nuestra, tan comunitaria y autóctona en su mayoría, es también exponencial.

Era cuestión de días, acaso, y de variantes que se propagan más de lo que quisiéramos y menos de lo que podemos contener. Lo admitía a Escambray a inicios de semana el doctor Manuel Rivero Abella, director provincial de Salud, al referirse al incremento de los enfermos: “Se debe a la circulación de la variante Delta que está en todos los territorios, excepto en Yaguajay y Trinidad donde no se ha demostrado por secuenciación, aunque Trinidad estamos seguros que la tiene por el comportamiento epidemiológico”.

Y a ello se añadió esta semana el retraso en el procesamiento de las muestras de PCR que hizo sumar positivos a destiempo: “A partir del día 17 el número de muestras recibidas en el laboratorio estuvo por encima de las capacidades y eso trajo consigo que se acumularan alrededor de 2 000 que se procesaron entre domingo y lunes”, aclaró Rivero Abella.

Después de tal incidente, del envío de exámenes a otras provincias, de estar al día procesando más de un millar de pruebas aquí… se sabe que los números de más obedecen a la complejidad epidemiológica que no hemos dejado de padecer, pero que se ha agravado jornada tras jornada.

Porque si del domingo hasta este viernes prevalecieron días con reportes por encima de los 600 enfermos, no pueden obviarse lo que han sido, hasta este momento, picos máximos de la pandemia aquí: el cómputo de 854 pacientes el martes y 892 el miércoles.

Y lo peor es que todas las jornadas en los ocho municipios se han notificado pacientes, tanto que en cinco días se ha computado en un territorio lo que antes se registraba en un mes en toda la provincia: Sancti Spíritus, 1 296; Cabaiguán, 690; Jatibonico, 616; Trinidad, 599; Yaguajay, 326; Taguasco, 311; Fomento, 270 y La Sierpe, 118.

Los indicadores son desfavorables por todos lados. Bastaría tan solo asomarse a una tasa de incidencia provincial que en los últimos 15 días se ha elevado a 1 814.60 por 100 000 habitantes, pero que supera el 1 000 en siete de los ocho municipios: Jatibonico, 3 457.12; Cabaiguán, 1 982.76; Taguasco, 1 928.36; Fomento, 1 839.06; Sancti Spíritus, 1 767.03; Trinidad, 1 480.89; La Sierpe, 1 309.15, mientras que en Yaguajay es de 999.63.

Y, tal vez, la más desgarradora de las estadísticas sea el reporte de 23 fallecidos en tan solo cinco días de esta semana, muestra de una letalidad también in crescendo que, además, convierte a agosto en el mes más aciago de toda la pandemia aquí.

Para radiografiar un escenario epidemiológico en extremo grave habría que añadir, también, los 890 controles de foco que permanecen activos —cifra récord de sucesos de este tipo aquí—, los dos eventos de transmisión abiertos, los más de 750 ingresados por sospechas de padecer la enfermedad y los más de 200 espirituanos que de las consultas de Infecciones Respiratorias Agudas fueron hospitalizados ayer por clasificar como sospechosos.

Y sigue pendiendo sobre la provincia un vaticinio tan nefasto como preocupante: las próximas jornadas, aseguran los expertos, continuarán tendiendo al incremento de los contagios. Ojalá las cifras no sobrepasen las alarmas de esta semana; ojalá que, en medio de tantos males, estos días pasados sean el summum de la pandemia.