Si no hay caña no habrá ni azúcar ni derivados

Así trascendió en el III Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, que aprobó medidas para salvar el sector cañero-azucarero

Revertir la baja disponibilidad de caña, se torna uno de los retos fundamentales. (Foto: Vicente Brito / Escambray)

«Salvar» puede ser una palabra fuerte, muy fuerte, pero fue la que utilizó el General de Ejército Raúl Castro Ruz, quien propuso al Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, para su reunión del pasado 16 de junio, elaborar una propuesta de medidas para (salvar) la industria azucarera cubana, sus derivados y la generación de energía.

La decisión del ejecutivo nacional respaldó la propuesta del líder de la Revolución y creó un Grupo temporal de trabajo y un cronograma al respecto, teniendo en cuenta la importancia del sector para el país, y el retroceso de sus niveles productivos en los últimos años.

El Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, definió que se trata de una estrategia de cambio, sustancial; de una estrategia de transformación; de no hacer lo mismo que hasta ahora se ha hecho.

Es una estrategia integral —agregó— que exige un cambio de mentalidad y una capacitación de los que dirigen el sector para enfrentar estos cambios, y que parte, como condición primera, de la siembra de caña en cantidad y calidad.

«Si no hay caña no habrá ni azúcar ni derivados», sentenció el Presidente de la República, y corresponderá al Partido —indicó— dar el aseguramiento político que el proceso requiere.

La propuesta de medidas fue aprobada por el III Pleno del Comité Central del Partido este viernes, en su segunda jornada de trabajo, que también fue presidida por Díaz-Canel y los demás miembros del Buró Político.

La presentación del proyecto estuvo a cargo Jorge Luis Tapia Fonseca, miembro del Comité Central y vice primer ministro. Informó que el Grupo temporal de trabajo quedó integrado por 18 científicos y expertos de universidades, institutos y entidades del Grupo Azucarero (AZCUBA) y de otros organismos.

De julio a septiembre trabajó en la identificación de los principales problemas del sector, sus causas y las propuestas de solución, partiendo de los diagnósticos y recomendaciones de documentos rectores, intercambios con otros científicos y expertos, y el debate, tras la primera versión, con un grupo de empresas agroindustriales y bases productivas.

Más tarde fue debatida en una de las reuniones del Presidente de la República con científicos y expertos que participan en las actividades relacionadas con la producción de alimentos. En todas las fases se incorporaron recomendaciones, sugerencias y nuevas ideas.

Las medidas para salvar la industria azucarera, sus derivados y generación de energía tuvo como premisa su aplicación inmediata, que fueran posibles de llevar a la práctica en medio de las actuales limitaciones financieras y de recursos, y la agudización del bloqueo económico, comercial y financiero del Gobierno de EE.UU., recrudecido por las 243 medidas adoptadas por Trump y que la administración Biden ha hecho suyas.

Son 93 las medidas aprobadas. Incluyen áreas como la producción de caña, la zafra, la generación de electricidad y los derivados. También abarcan acciones financieras y bancarias, medidas de financiamiento y de logística, de gestión empresarial y potencial humano, y de ciencia, tecnología e innovación.

Además de aprobar la propuesta de medidas para salvar la industria azucarera, el III Pleno del Comité Central acordó que se elaborara el cronograma de las acciones y tareas necesarias para implementar cada una, y que se continuara el trabajo para diseñar el modelo de desarrollo a largo plazo de la agroindustria  de la caña de azúcar en Cuba.

DEBATE MÁS DULCE QUE AGRIO

El III Pleno del Comité Central aprobó la propuesta de medidas para salvar la industria azucarera. (Foto: Estudios Revolución)
El III Pleno del Comité Central aprobó la propuesta de medidas para salvar la industria azucarera. (Foto: Estudios Revolución)

Alrededor de una decena de miembros del Comité Central del Partido Comunista, en su mayoría vinculados al sector desde las actividades partidista, empresarial, productiva y científica, ponderaron lo adecuado, oportuno y necesario de las medidas adoptadas para hacer renacer una agroindustria vital y consustancial a la historia de Cuba.

Roberto López Hernández, viceministro del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, subrayó que la producción cañero azucarera trasciende a AZCUBA. «Salvarla puede ser muy fuerte, pero es un palabra realista; es un deber y un compromiso».

Es este, agregó, un sector con enormes potencialidades para la economía del país, al generar productos consolidados en el mercado nacional e internacional; y es intrínseco a la vida social en los bateyes. La industria azucarera es historia, es identidad, es política, es orgullo nacional, sentenció, y salvarla requiere trabajar de forma integrada por todos los actores económicos involucrados.

Manuel Pérez Gallego, primer Secretario del Comité Provincal del Partido en Las Tunas, explicó que su provincia debe producir esta zafra algo más de 127 000 toneladas de azúcar, la más alta producción del país por territorios.

Este es un sector —añadió— que siempre ha estado al lado de la Revolución y trasciende el ramo, revitalizarlo es retomar proyectos de vida en muchas comunidades rurales, lo que tendrá un impacto positivo en lo ideológico y en la política.

Coincidió en que el propósito parte en primer lugar de la recuperación de la producción cañera, poniendo énfasis en los rendimientos y la plantación de las miles de hectáreas que están vacías en todo el país.

Salvar la agroindustria azucarera —expuso— necesita de más voluntad y más esfuerzo, pero también exige fortalecer las estructuras de dirección en las unidades productoras, colocar más fuerza calificada en las áreas, como ingenieros, y aplicar la ciencia y la innovación en todo lo que se haga.

Yanina de la Nuez Aclich, primera secretaria del Comité Provincial del Partido en  Mayabeque, señaló que si este proceso no se garantiza desde el Partido, no se logrará todo lo propuesto. Es imprescindible también desarrollar procesos afines en las sesiones sindicales, los comités de bases de la UJC, y también en los bateyes, para que la gente sepa qué significa salvar la industria azucarera y participen en ese propósito.

Si no logramos la articulación de todos los actores involucrados, añadió, no estaremos salvando la industria azucarera. Resumiendo, sentenció: «no podemos permitirnos que se pierda este sector; salvarlo es una necesidad y requiere de tocar la fibra de cada cubano y de cada trabajador azucarero».

Aydiloide Bernal Villegas, del Instituto de Investigaciones de la Caña de Azúcar en la estación de Villa Clara, comentó que las medidas, que ya empiezan a implementarse, han tenido un impacto muy positivo y los investigadores del ramo agroazucarero están agradecidos por haber sido consultados.

La esencia del problema en la actualidad está en los incumplimientos de los planes de siembra, reflexionó, y esa es una situación reversible; desde la ciencia —explicó— tenemos servicios que ya se ofrecen al productor cañero, pero eso tiene que ir de la mano del acompañamiento, la capacitación y la introducción efectiva de los resultados científicos.

Rafael Santiesteban Pozo, presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), subrayó la pertinencia de las 93 medidas aprobadas para salvar la industria azucarera cubana, sus derivados y la generación de energía.

El logro de estos objetivos no puede verse desligado del bloqueo económico, comercial y financiero del Gobierno de los EE.UU. contra Cuba, que lo limita todo, pero pese a él es posible lograr lo que nos estamos trazando como meta.

La implementación efectiva de las medidas —añadió— requiere de un amplio trabajo político-ideológico; de acciones organizativas; de elevar la autoestima del productor, de producir con eficiencia; y de cumplir con la palabra empeñada, defender los planes.

Liván Izquierdo Alonso, primer secretario del Comité Provincial del Partido en Matanzas, coincidió en que el reto principal está en la política de cuadros: hay centrales que cumplen, hay unidades productoras que tienen caña y todos los años siembran; entonces por qué en otros no.

Julio García Pérez, presidente del grupo empresarial AZCUBA, informó que las medidas para revitalizar la agroindustria ya están en ejecución, forman parte del Plan de la economía de estas entidades, pero salvar la producción azucarera —expuso— exige cambiar formas de hacer y pensar. Y hacia allí van los hombres y mujeres de la caña y los ingenios.

Presidencia Cuba

Texto de Presidencia Cuba
Sitio Oficial de la Presidencia y el Gobierno de la República de Cuba.

13 comentarios

  1. Salvar el sector azucarero se hace muy necesario, sus producciones, y no me refiero solo al azúcar, sino además a todos sus derivados, son de vital importancia para la economía cubana. También constituye una fuente de empleo importante en nuestro país, y qué decir de su significado en nuestras historias de lucha, en nuestras tradiciones, en nuestra cultura…. Y como dijera el Doctor Eusebio Leal Spengler «…..Quizás hoy en día la caña es más necesaria que nunca. La caña es proteína, es alimento, es mitigación de la fatiga; el espíritu de Cuba es la caña…»

  2. En el año 1986, el Comandante Fidel Castro, al intervenir en el cuarto Congreso de la UNEAC, con perpectiva de futuro y conciencia del momento histórico expresó: …Por eso, la cultura tenía que ser lo primero en ser salvado…

    El general de ejército. Raúl Castro, en este momento histórico, durante el III Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba utilizó la palabra «Salvar», puede ser una palabra fuerte, muy fuerte, pero fue la propuso al Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, para elaborar una propuesta de medidas para (salvar) la industria azucarera cubana, sus derivados y la generación de energía.
    #ACubaPonleCorazón

  3. Z El sector azucarero es una de las grandes potencias de nuestro país en cuanto a producciones se trate, perderlo nunca; tenemos que unirnos todos y más los trabajadores de este sector para lograrlo. Estamos dispuestos.

  4. Salvar el sector agro-azucarero es una necesidad, por lo que debemos implementar de inmediato las 93 medidas aprobadas y además requiere de tocar la fibra de cada cubano y de cada trabajador azucarero.

  5. Importante es implementar las medidas para salvar el sector, imprescindible es cambiar de mentalidad y de ser eficientes y productivos y producir azúcar, derivados y alimentos a la comunidad.

  6. El compromiso del hombre que está directamente vinculado al trabajo de la tierra, la responsabilidad de aquellos que participan en la produccion, en el manejo y control de los recursos que se disponen para el cultivo, la siembra y la producción de azucar y derivados y la vinculación activa con la ciencia definirán, junto a la aplicación efectiva de las medidas el destino de la agroindustria azucarera cubana. Ya lo definió bien claro el Apóstol: »si el hombre sirve, la tierra sirve»

  7. Es importante la implementación de las 93 medidas para salvar el sector azucarero, estamos convencidos que el exito estará en el empeño que pongamos cada uno de nosotros en el campo de batalla, lograr el cambio de mentalidad y la preparación en las personas que dirigen permitirá que logremos el objetivo, el llamado del General de Ejército Raúl Castro Ruz y la continuidad de nuestro Presidente del Consejo de Estado harán posible mantener nuestra historia e identidad de los azucareros.

  8. Salvar la producción azucarera exige cambiar formas de hacer y pensar. Y hacia allí van los hombres y mujeres de la caña y los ingenios.

  9. El reto y el compromiso de los trabajadores azucareros es muy fuerte, dado las condiciones que enfrenta el sector en la presente contienda, pero confiar en nuestras fuerzas se impone.

  10. La industria azucarera está en fase terminal.Sin fuerza de trabajo y sin inversión,el final se vislumbra muy próximo.

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